ese Virgen es mio

CAPÍTULO 8

-¿entonces no los pillaste?- comenzó Sungmin.

Yo negué con la cabeza.

-¿no paso nada?,que aburrido yo quería acción- siguió Heechul con desilusión.

-llegue hicimos el trabajo y me fui. Jungmin mintió Hyuk no lo había invitado a ir-.

No quise decir nada de la situación familiar de Hyuk por un poco de respeto a él y que consideraban que eran asuntos personales de su familia y nadie debía saber.

El timbre sonó y cada uno se marchó a su clase. Al llegar a mi sitio y ver a Hyuk el cual estaba hablando con kibum, no pude evitar sentir pena por su situación y remordimientos por haberlo llamado mono cerebro quemado por comer tantas bananas.

Me senté y le tendi la carpeta.

-he hecho yo el trabajo-.

Acabó su conversación sobre tallas de condones y se dignó a mirarme.

-aunque viste lo que pasa en mi familia, no quiero tu compacion, sigo siendo el mismo que te acosa sexualmente-.

-no estoy compadeciendome de ti- puede que sólo un poco -sólo te estoy entregado el trabajo que ayer no nos dio tiempo para realizar-.

Resoplo y aceptó el documento.

Desde luego Lee Hyukjae es la persona que más me saca de quisio en este universo y a la vez siento una inevitable atracción que hace que mi parte madura y racional me abandone en el momento que hay contacto físico entre nosotros.

Por desgracia la primera pesa más que la segunda y me parese más insoportable que atractivo.

-No llegaste a responderme- comencé, intentando sacarle una repuesta.

Dejó de mirar la pizarra y noté como sus ojos intentaban descifrar la intención de la pregunta en los míos.

Cuando creí que por una vez lo había dejado sin palabras y me disponía a bailar el segundo baile de la victoria sonrió y eso no era nada bueno.

-ya te lo he dicho, me pones mucho y quiero hacerte mio-.

No tenía idea como responder y me dio la sensación de que estaba haciendo un baile de la victoria interior.

-yo nunca seré tuyo Lee Hyukjae que te quedé bien claro-.

Soltó una carcajada.

-mi querido Donghae- se aproximó más a mi dejando su boca a escasos milímetros de mi cuello -ya eres mio, a nadie más que a mi le has dejado besarte, ni tocarte de la manera que el viernes lo hice yo-.

Tenía razón y eso me mataba. Era hora de bajarle los humos y la clave me la había dado el. Tenía que meterme con alguien en su cara y para mi suerte todos los chicos del colegio me perseguían.

Así que acabó la clase y fui directo por la persona más adecuada para la misión.

-¿kibum me puedes hacer un favor?-.

-por supuesto.¿ese favor me incluye a mi entre tus piernas?-.

-algo asi-embose una sonrisa y el se relamio.

La verdad es que kibum es bastante atractivo físicamente, aunque actúe como un depravado siempre a sido un buen amigo.

-¿puedes besarme delante de Hyuk?-.

Su cara era un cuadro, se ve que no se lo esperaba y derrepente una sonrisa lasiva fue asomándose.

-¿me quieres usar para ponerlo celoso?- se relamio como un felino observando su presa -de acuerdo, a cambio de que salgas conmigo el sabado-.