CAPITULO 20

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Pov Heechul

Ver a unos de mis mejores amigos pasar por lo que pasaste tu es algo muy duro, comprendes su dolor y lo peor es que no sabes cómo decirle que por mucho que lo intente es muy probable que no lo olvide y el se convertirá en parte de su conciencia y de su corazón. Como lo hizo Leeteuk, Leeteuk su nombre retumba en mí interior cada vez que lo nombro.

Cuando tenía tres años conocí a Hae en el jardín de niños, ese mismo día rete a su hermano, ese niño de cabello castaño claro y traviesos ojos, que le había pegado un moco en el pelo a Hae.

En ese momento Siwon se lo estaba quitando ante la boba mirada de Hae que lo observaba como un ángel caído del cielo.

Y ese niño juguetón y travieso no se acobardaba ante mí discurso como los demás niños, sino que me saco la lengua y salió corriendo.

Desde ese momento me enamoré de él, siempre nos habíamos llevado bien, se puede decir que llegamos a ser amigos. Entonces llegó ese momento: la adolescencia. Leeteuk se desarrolló y paso de ser un niño pequeño que le pegaba mocos a Hae en el pelo a convertirse en un chico tremendamente atractivo, que si le sumas su actitud desenfrenada y picara tendría una máquina de seducción humana.

No solo yo note ese cambio, sino todos en el colegio, dejaron de saltar a la cuerda, para saltar de cama en cama, entre Kyuhyun, Kibum, Siwon y Leeteuk.

La etapa de los quince fue dura, Hae pasaba horas llorando porque Siwon tenía alguien nuevo cada dos días.

Mientras yo sentía el mismo disgusto por Leeteuk decidí callarme, mis sentimientos aunque todos mis amigos lo supieran apesar de no haberlo confesado.

Llego el momento en que los chicos se dieron cuenta de que quedaron pocos vírgenes y allí comenzó la competencia.

El día en que Leeteuk se acercó a mí y comenzó a coquetear debí sospechar algo, pero supongo que el amor nos vuelve idiotas.

Yo estaba encantado de recibir la atención del que había sido mí amor platónico desde mí infancia.

Un día paso, Hae nos invitó con los chicos a una fiesta de pijama y por la noche en un impulso me escabulli para entrar a la habitación de Leeteuk y verlo dormir. Pero resultó que estaba despierto y un par de besos fue suficiente para que me dejara llevar.

A la mañana siguiente yo me sentía el chico más feliz del mundo, había tenido mí historia con mí final feliz junto a mí amor de la infancia ¿Que podría salir mal?.

Cuando despierte, destapado por las suaves sábanas, con su olor envolviendome todo, estaba en estado de plenitud infinita, hasta que me di cuenta que Leeteuk no estaba a mí lado diciéndome cosas bonitas o acariciándome, tampoco se encontraba en el baño, sino en la cocina desayunando con Hae.

Me acuerdo que no decidí darle importancia.

-buenos dias- dije mirando a Leeteuk esperando una mirada cómplice o algún rasgo de romanticismo.

-buenos dias- dijo indiferente.

-¿Desde cuando eres tan pesado?- le pregunto Hae robándole un poco de huevos revueltos -buenos días Heechul los demás siguen durmiendo pero yo me moría de hambre. ¿Donde estuviste anoche? Me desperté y no estabas.

-em...- eche un vistazo fugaz a Leeteuk sin saber que decir.

Hae lo captó y abrió la boca que parecía que llegaría al suelo.

-bueno pues los felicito pareja, me alegro por ustedes y...-.

-¡Heechul y yo no tenemos nada!¡Tuvimos sexo eso es todo! Y ahora no se te ocurra molestarme- y dejando de mala gana los cubiertos se fue, mientras yo comenzaba a llorar y Hae me abrazaba.

Desde ese entonces la relación a sido todo menos cómoda y aunque me cueste admitirlo y me duela horrores, cada vez que lo miro me sigue gustando.

No podía conciliar el sueño y tras ver que Hae estaba profundamente dormido, mientras murmuraba el nombre de Hyuk entre sueños decidí bajar a beber agua.

Baje a la cocina, bebí agua y me refresque el cuello.

-hola- no, no quería hablar con el y desde luego que no lo quería cerca de mí -necesito hablar-.

-pues llama a tus amigos o búscate un psicólogo-.

Entre la penumbra pude ver sus ojos -necesito hablar de nosotros-.

-no hay nosotros Leeteuk-.

-se que fui un idiota y lo siento mucho, se que te hice daño y...-.

-¡Me utilizaste para desahogarte esa noche y me echaste aún lado como si fuera un trozo de mierda!¡Sabías lo que sentía por ti y no te importo!-.

Se acercó más a mí y cogió mis manos.

-¿Crees que no me siento culpable por ello? No supe cómo afrontar mis...-.

-¡¿Tus que?!¡¿Tus ganas de follar?!-.

-mis sentimientos-.

Está jugando contigo, es toda una treta para que pueda echarse un polvo está noche -no voy a volver a caer Leeteuk, ya e sufrido demasiado-.

-no puedo volver a cambiar lo que hice, pero si paso un día más sin decirte lo que siento no podré estar en paz-.

Me callé, no sabía que decir y el aprovecho ese silencio para hablar.

-te quiero Heechul, en su momento me dio mucho miedo toparme con ese sentimiento. Cuando me di cuenta de que mientras hacíamos el amor,era delicado como no había sido con nadie, cuando oí que llorabas ese día me sentí una basura, cuando aquel niño mandón me retó por pegarle un moco en el pelo a mí hermano, me di cuenta de lo mucho que me gustaba que me llevarán la contraria. Llevo sin poder sacarte de mí maldita cabeza mucho tiempo-.

Tenía sentimientos encontrados, una parte de mí quería besarlo y otra parte pegarle un puñetazo. Pero se estaba declarando y disculpando, estaba haciendo lo que tantas veces había soñado y era real.

Poco a poco se acercó a mí y deposito un suave beso en mis la lentamente. Todos mis pensamientos racionales se espumaron. Solo estaba el con sus labios en los mios, acariciandolos suavemente.

-Leeteuk esto no lo vas a solucionar con un beso, este año yo...-.

-lo se por eso quiero preguntarte...¿Quieres salir conmigo? quiero que seas mí novio-.

Parálisis, este era mí estado emocional. Cada uno de mis músculos colapsaron y no tenía idea de que decir o que hacer así que decidí seguir mí primer impulso de mí cuerpo y volví a besarlo esta vez yo y eso fue una clara respuesta.

Sonrío y correspondió el beso, está vez fue más apasionado y feroz. Introdujo su lengua en mí boca, comenzando una danza con la mía.

Su boca se desvío a mí mandíbula hasta mí cuello donde subsiono arrancandome un gemido.

-arriba- susurré agitado.

Leeteuk me cargo en sus brazos y sin dejar de besarme me llevo hasta su habitación donde me deposito en la cama cuidadosamente.

-te he echado de menos- me susurro al oído.

-y yo a ti- y con esas palabras comenzó la mejor noche de mí vida.






WOW que fuerte lo de Heechul
Cómo siempre disculpen la falta de ortografía y #viva el 83line.

ese Virgen es mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora