20. Esperanza

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Veo la cara de Mangel, que me mira de una forma extraña, podría decir que hasta algo depravada. Alexby y Álvaro tienen la misma cara. ¿Pero qué coño les pasa a estos subnormales?

- ¿Dormisteis bien? - pregunta Álvaro sonriendo de lado.

- Sí - responde lacónicamente Ayelén - ¿Y vosotros?

- No tan bien como vosotroh, yo ehtaba solo - dice Mangel. Joder, ahora comprendo. Menuda panda de pervertidos.

- Sois unos mal pensados - dije frunciendo el ceño. Los chicos se pusieron a reír mientras Ayelén ponía cara de sorpresa.

- No habrán creído que hicimos algo más que dormir ¿verdad? - dice la chica.

- Pues claro que no, cómo crees - respondió Alexby entre risas.

Ayelén negó con la cabeza y se unió a las carcajadas de los demás. No me queda más que resignarme y reír con todos. A demás, quiero aprovechar cada momento como este, que en estos tiempos no son nada comunes. Las risas son como un bálsamo para nuestro estado de ánimo. Nos sirve para vivir.

Afuera el agua sigue cayendo. Me siento en uno de los sillones, junto a Mangel, y Ayelén se sienta junto a Álvaro mientras Alexby trae comida, leche y agua de la cocina. Raspy, que al parecer estaba acostada en una de las sillas de la mesa del comedor, aparece y dando un salto se sube a mi regazo. Álvaro se va a la cocina, y al volver tiene la vajilla y nos va pasando platos y vasos para que nos sirvamos lo que queramos. Yo miro a Alexby y alzo ambas cejas. Mi amigo se da cuenta y asiente con la cabeza. Va a la cocina nuevamente, y cuando vuelve trae consigo el chocolate.

- ¿Qué traeh, Alehby? - pregunta Mangel.

Alexby le responde con una gran sonrisa y muestra el par de cajas. Todos miran asombrados, como sin creer lo que ven sus ojos.

- ¿Es... es chocolate? - pregunta Álvaro.

- Así es, mis chavales. Y todo para nosotros - responde Alexby.

Ayelén se tapa la boca y se pone a reír. Mangel tiene una risa tan amplia que pareciera que su rostro no alcanza a contenerla. Álvaro sonríe como Elvisa y se abanica con una mano. Y yo sonrío con toda la felicidad del mundo. Alexby reparte las tabletas en partes iguales y cada uno come lentamente su porción.

La dulzura y suavidad del chocolate me hace cerrar los ojos y sentir que estoy en tiempos mejores. Los suspiros de los demás me indican que están en el mismo estado de éxtasis placentero que yo. Mientras me como cada pedazo, decido vaciar mi mente de todo pensamiento, y dejarme llevar.

No sé cuánto tiempo pasa entre el primer bocado y el último, pero me siento mucho mejor. Incluso olvido por estos momentos que estamos en medio de un apocalipsis zombie. Joder, lo acabo de recordar. Que gilipollas soy.

- Dios, este ha sido el mejó chocolate que he probao en la puta vida - dice Mangel. Todos asentimos. 

- ¿Cómo estás de tu tobillo? - le pregunto a Mangel.

- Pueh, la verdá bahtante bien.

- Dejadme revisarte - dice Ayelén y se acerca a Mangel. Le toma la pierna con cuidado, y le mueve el pie en círculos. Mangel hace un pequeño gesto de dolor - la verdad es que estás mucho mejor. Mañana o incluso esta noche podrás caminar normalmente.

 - Graciah, Ayelén... y perdona por lo de ayer... no quería decirte todah esah cosah - dice Mangel con verdadera aflicción y arrepentimiento.

- No te preocupes, era una situación dificil... te entiendo - responde Ayelén con una sonrisa.

Alexby y Álvaro recogen las cosas y las llevan a la cocina. Yo me estiro junto a Mangel, apoyo mis pies en la mesita de centro y coloco mis manos entrelazadas sobre mi pecho. Raspy se acurruca junto a mí.

- Bueno, si no hay nada más que hacer, voy a descansar un rato - digo cerrando los ojos. Oigo a Mangel reirse bajito, luego oigo los pasos de Alexby y Álvaro. Susurran algo, se mueven y luego todo queda en sielncio, solo oigo las respiraciónes de todos mis amigos y la lluvia de afuera. Ojalá pudiésemos quedarnos aquí para siempre.

Abro los ojos de un golpe. Coño, me quedé dormido sin darme cuenta. A mi alrededor, los demás están acostados o sentados con los ojos cerrados. Mejor así, necesitamos reunir fuerzas. La lluvia ya no cae, pero hay un extraño sonido que creo que viene desde afuera. Me pongo de pie y me dirijo hacia la ventana. El cielo sigue gris.

¿Pero qué cojones es ese ruido? Es una especie de zumbido débil. Me asomo por la ventana hacia afuera. Bajo nosotros, la lluvia ha limpiado un poco las calles, pero igualmente solo se ve destrucción. Un momento. El ruido no viene de abajo. Es extraño, envolvente, no logro distinguir nada. Miro hacia arriba y a lo lejos veo con dificultad un punto negro, que se acerca cada vez más. Entrecierro los ojos y trato de conectar las piezas. El ruido, el punto negro que se acerca cada vez más. Entonces veo que algo tiene sobre él. algo que se mueve en círculos muy rápido. Entonces comprendo todo.

- ¡Despierten, joder! - grito dirgiéndome a los demás.

- ¿Qué pasa, coño? - dice Alwxby incorporándose pesadamente. 

- ¡Un helicópetro, he visto un helicóptero! - le digo apuntando a la ventana. Mangel abre mucho los ojos y mira hacia afuera. El zumbido es cada vez más fuerte. 

Sin aviso, Alexby sale corriendo, y tras él van álvaro y Ayelén. Yo sigo mi primer instinto de seguirlos, pero recuerdo que Mangel no puede caminar, así que decido quedarme junto a mi amigo. 

- Rubiúh, ¿crees que noh rehcatarán? - me pregunta Mangel.

- Eso espero, Mangel - le respondo mordiéndome el labio e intentando sonreír.

Dios, un helicóptero. Nos vienen a rescatar, joder. Después de una puta semana interminable, joder. Pero en alguna parte de mi mente se teje la idea de que quizás es otra bomba zombie, que se asegurará de terminar con todos los que hayan sobrevivido. Que terminará con nosotros y nos convertiremos en unos muertos caminantes como tantos que hay en las calles de Madrid. Como Cheeto y Máximus. Pero a esta altura, siento que morir es casi mejor que estar viviendo en esta incertidumbre.

El helicóptero está mucho más cerca, lo siento casi sobre el edificio. Sea lo que sea, lo sabremos en cualquier minuto.

Youtubers en Zombie Land [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora