Youtubers en Zombie Land [Finalizada]

28. Calma

Nuestro desayuno consiste en un par de latas de carne seca que dividimos entre todos, cereal y agua. Después de todos estos días, ya casi estoy acostumbrado a comer estas cosas, aunque extraño la comida caliente, mientras mastico la carne, me dan ganas de comer aunque sea una sopa china. No demoramos mucho en terminar nuestro frugal desayuno. 

- Iré a buscar cómo subir al campanario - dice Álvaro después de tomar el último trago de agua de su botella.

- Yo te acompaño - dice Alexby y ambos se ponen de pie. 

- Ehtoy seguro que la ehcalera ehtará por la entrada, debe ser una puerta pequeña - dice Mangel apuntando hacia la puerta principal. Álvaro y Alexby asienten y van hacia donde les indicó Mangel. Los sigo con la mirada, y luego de revisar, encuentran una puerta que abren sin problemas, entran y suben una escalera hasta que se pierden de nuestra vista.

Me pongo de pie y miro a mi alrededor. Ayer, cuando llegamos, estaba casi todo oscuro y no pude ver bien los detalles de la iglesia. Es bastante bonita, a decir verdad. Incluso tiene pinturas en el techo y todo. Cómo se curran en construir estas cosas. 

- Eh, chavales - se oye la voz de Alxby con eco. 

Miro hacia atrás. Él y Álvaro saludan desde lo alto del coro. 

- ¿Qué tal la vista? - pregunta Ayelén

- Mola - responde Álvaro y desaparecen de nuestra vista - vamos a seguir subiendo.

- Ey, ¿te parece que subamos? - pregunta Ayelén a Lucía. La chica asiente sonriente, y ambas van hacia la puerta de la escalera. A los pocos minutos ya están arriba.

- Jo, con esta vista flipas - dice Ayelén. Mangel se coloca a mi lado y ambos miramos a las chicas.

- Es extraño que haya tanto eco - se ríe Lucía. Ambas empiezan a decir palabras para oír su propio eco - ¿No queréis subir, chicos?

- No - dice Mangel inmediatamente.

- Es que Mangel tiene vértigo - les digo en voz alta, riendo. 

- Pueh mira, una araña - me dice el cabrón. Yo pego un salto y un grito. Todos se ríen de mí. 

- Me las vais a pagar todos - les digo con enojo. Pero nada, ríen con más ganas, y yo no tengo más remedio que unirme a sus carcajadas.

- Eh, chavales, dejad de hacer gilipolleces - se oye la voz de Alexby nuevamente. Se asoma por el coro - No estamos lejos, quizás a unos 10 kilómetros o menos. 

- ¿Qué haremos entonces? - pregunta Francisco detrás mío.

- Yo opino que nos quedemos aquí hasta mañana - dice Álvaro asomándose también - Tenemos el jeep y llegaremos en menos de una hora. Quizás no tengamos refugio por allá y aquí estamos bien. 

- Sí, mejor nos quedamos aquí - dice Lucía alegre. Miro a Francisco que levanta los hombros con cara de resignación.

- Eh, hombre, relajad las tetas - le digo - ya es tiempo de estar calmados. Además, mañana estaremos todos salvados. 

Me mira con el ceño fruncido, pero luego relaja la expresión y asiente con la cabeza. 

- Francisco, ven - lo llama Lucía. El chico le sonríe y va hacia la escalera. Están todos arriba. Me dan ganas de subir también, pero no voy a dejar a Mangel solo aquí. Miro a mi amigo sonriendo y él me sonríe de vuelta. 

- Vamoh a ver qué máh hay por aquí - me dice y camina hacia el altar, y yo lo sigo. 

Encontramos una puerta adelante y la abrimos. Adentro hay un montón de cosas de iglesia, candelabros, ropa de sacerdote, libros, unos manteles, recipientes y...

- ¡Vinitoooo! - grito tomando una botella. 

- ¡Vinitooooo! - grita Mangel apuntándola con los dedos.

Nos reímos un buen rato. 

- Oye, ¿qué tal un trago? - le digo a mi amigo alzando las cejas.

- No lo sé, Rubiúh. ¿Será prudente?

- Ay, mi Mahe, a veces eres tan adulto - me río y dejo la botella donde la encontré. 

Salimos de ahí. Los chicos por fin bajaron. Lucía y Ayelén están conversando muy animadas, mientras Francisco está mirándolas desde una banca frente a ellas. Álvaro y Alexby tienen un montón de flores esparcidas en el suelo frente a ellos. Mangel y yo nos acercamos.

- ¿Qué hacéis? - pregunto sentándome en el suelo. 

- Una corona de flores para Elvisa - responde Alexby. Álvaro asiente cerrando los ojos. 

- Tengo una idea - les digo y vuelvo a la habitación en la que estábamos con Mangel, cojo un mantel y lo llevo. Voy por detrás de Álvaro y le coloco el Mantel en la cabeza - ya que Elvisa quedó sin cabello, puede taparse con esto.

- Es muy lindo, Rubius - dice Álvaro con la voz de su personaje femenino - gracias.

Nos quedamos toda la mañana haciendo coronas de flores. Las chicas y Francisco también se nos unieron al cabo de algún rato. Luego nos ponemos todos coronas, es muy gracioso. Reímos como idiotas y hacemos bromas. Conversamos de cosas alegres, de los videos que hacíamos, de nuestros planes a futuro. Esto es mucho mejor que estar en el sótano de Álvaro ya que aquí hay espacio y luz, y tenemos la esperanza de que mañana saldremos de esta ciudad maldita. Las horas pasan volando, y a media tarde merendamos poco. Decidimos guardar un poco para tener fuerzas en la mañana. 

- Espero que cuando salgamos de aquí, no pierda el contacto con ustedes - dice Lucía.

- Claro que no, chica - responde Álvaro - seremos todos amigos, ¿no es verdad?

- Casi como una familia - dice Alexby - debemos vivir en lugares cercanos, o agregarnos a facebook y twitter.

- Yo los sigo a todos - dice Lucía riendo.

- Ahora nosotros te seguiremos de vuelta - le digo.

- Me alegra saber que estaremos siempre en contacto - dice Ayelén - hemos pasado muchas cosas juntos, ya os quiero mucho a todos. 

Yo la miro y le sonrío. Y luego dirijo mi vista a todos los demás. Es verdad, la relación con todos se ha hecho mucho más fuerte, con los que ya conocía, es aún más cercana, y con los que conocí en esto, es como si los conociera de siempre. Siento que no podría vivir alejado de ninguno de ellos. 

Cuando oscurece, todos se acuestan y yo me quedo sentado en una banca. Ayelén se sienta al lado mío. La rodeo con un brazo y ella apoya su cabeza en mi hombro. Con mi otra mano, tomo las suyas y ella me acaricia suavemente. Cierro los ojos tranquilo. Este día ha sido estupendo, y mañana será mucho mejor. Mañana, por fin, terminará todo.