Capítulo 2

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—Tío... no encuentro a Yibo por ninguna parte —comentó A-Huan preocupado.

—Lo he buscado por toda la casa y cada parte dónde solía frecuentar... nadie lo ha visto.

—Era el momento de que marque su destino al igual que lo hiciste tú aquella vez —contesta de forma seria sin mostrar una pisca de remordimiento.

—¿Cómo? ¿Le ha dicho algo? ¿Por qué lo dejó ir sin antes despedirse o hablar conmigo? —los ojos del hermano mayor estaban apunto de estallar de lágrimas, pero no quería hacerlo delante de su tío.

La mezcla de sentimientos se estaban apoderando de su ser, la angustia de no saber el destino de su Didi, la decisión repentina de su tutor y sobre todo, el miedo que le ocurriera lo mismo que a él...

—No te preocupes, está calificado para cumplir con esa prueba, podrá regresar pronto, a lo mejor más rápido de lo que tú lo has hecho —contestaba el mayor sin levantar la vista de los papeles que estaba revisando.

—No quiero que él sufra lo que yo he padecido, aún no sé nada de aquella persona, en qué condiciones está y si todavía me sigue odiando! —Huan apretaba los puños mientras disimulaba la lágrima que no pudo llegar a contener en su triste mirada.

—Yibo es diferente a mi en muchos aspectos, desde que murieron nuestros padres, sólo nos tiene a nosotros y a un par de amigos... —trataba de persuadir a su tío, aunque ya era tarde.

—Todas las principales familias de este planeta deben hacerlo, sobrino y nosotros somos una de las más importantes.

Siempre les repetía su Shūshu, para él era una regla estricta que debían seguir los Wang de Gusu, como símbolo de unión y paz con los demás planetas, una forma de vivir en armonía y hermandad.

—Yibo es hora que cumplas con una de las reglas principales de esta familia, debes ir a un planeta llamado Tierra a realizar la misión que tu hermano aún no ha podido completar, si tienes suerte, podrás ayudarlo —con expresión sería el Tío Zi Teng...

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—Yibo es hora que cumplas con una de las reglas principales de esta familia, debes ir a un planeta llamado Tierra a realizar la misión que tu hermano aún no ha podido completar, si tienes suerte, podrás ayudarlo —con expresión sería el Tío Zi Teng le comentaba a su sobrino.

—Pero, ¿qué le sucedió a mi gege en ese lugar? ¿Por qué desde su regreso él ya no es el mismo? —objetó con curiosidad y algo de terror—. Aunque trate de disimularlo... por las noches se encierra y se queda mirando al cielo, cómo si extrañará algo o a alguien  —el menor tenía dudas, no sabía que le había ocurrido a su hermano pero no iba a desobedecer a su Shūshu.

—No puedo contarte nada porque afectará tu rendimiento y no solo tú saldrás perjudicado, nuestra familia quedará marcada y no podrás ayudar a Huan —respondió con voz firme.

—Esta bien, Tío, respeto su decisión, solo déjeme despedirme de mi hermano —Yibo le suplicó a su tío, se sentía eufórico, lleno de emociones por el nuevo destino que tendría que enfrentar.

—No puedes hacerlo, lo haré por ti, él no va a querer que lo hagas, perjudicaría la misión si te cuenta lo que él vivió...

En ese momento se despidieron y con un par de movimientos de sus manos, Zi Teng envolvió a su sobrino en una especie de aura llena de luz y en menos de un minuto ya había desaparecido de su vista.

Yibo se sintió aturdido por el impacto que causó su llegada sobre un medio acuoso, abrió sus ojos y se vió a si mismo desnudo en medio de una profunda masa de agua.

Cuando pudo realmente volver a sus cinco sentidos, encontró un par de ojos oscuros que no le quitaban la vista de encima y enseguida escucho que le gritaba.

—¿Pero qué diablos haces ahí?

Realmente no lo sé, pensó en contestarle, cuando quiso acercarse, este sujeto de ojos extraños comenzó a retroceder y a gritarle más cosas que no alcanzo a oír.

De repente, esta persona parecía un animal escapando para no ser devorado, un conejo herido que saltaba desiquilibradamente.

Cuando lo vio casi desmayarse junto a la puerta, su instinto le hizo teletransportarse a su lado, sujetándolo de la cintura y con su otra mano, Yibo trató de calmar eso que quería estallar en su centro.

Algo dentro de él sintió la necesidad de protejerlo y  trató de susurrarle para no asustarlo.

—Lo que tienes aquí... se escapará de tu pecho...


Bueno acá la tercera parte, quise poner en contexto como es la historia de Yibo en su planeta y como fue a parar a la Tierra 😂.

En el siguiente ya retomaremos el encuentro con Zhan ❤️.

¡¡¡Gracias por leer y si tienen dudas o alguna sugerencia para esta historia solo comenten!!!

S.E.D.T.P. [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora