S.E.D.T.P. [YiZhan]

Capítulo 38

Los primeros rayos del sol estaban por alcanzar el horizonte marítimo.

Ambos dormían profundamente entre el calor reconfortante de sus cuerpos entrelazados y los restos de la manta con los cuál el menor los había cubierto hace un par de horas, arrullados por el sonido de sus respiraciones y el movimiento del mar.

El mayor fue el primero en despertar, sonriendo al pasar por su mente los recuerdos de la noche anterior.

Acariciaba tiernamente los cabellos del castaño que seguía descansando sobre su pecho.

Tanto tiempo había estando negando los sentimientos que el menor causaba en él.

¿Cómo sería la relación entre ellos de ahora en adelante?¿Qué pasaría cuando su ex novio se enterara que sus sospechas sin darse cuenta terminaron siendo ciertas?

Lo que ahora le empezaba a preocupar y que no tubo tiempo de discutir con Yibo era esa supuesta amenaza recibida de parte de Meng Ziyi.

Pero decidió que era mejor dejar de lado esos  pensamientos cuando vió los ojos de su acompañante abriéndose lentamente.

No iba a arruinar uno de sus mejores momentos por las estupideces de aquella mujer.

-...mmm... Zhan-ge...ya está por amanecer...¿Es hora de irnos?...-.

-...Si Yibo...se me va a hacer tarde para ir al trabajo...primero tendremos que bañarnos...estamos cubiertos de arena...-.

-...mmm...cinco minutos más...-.

-... Vamos Yibo...desayunaremos juntos en la cama antes que se levante A-Cheng y luego puedes dormir un rato más...-.

-...Esa idea me agrada... entonces vamos...-.

Se cambiaron y luego de recoger el bolso y la manta del suelo, se despidieron de aquél lugar con la promesa de volver pronto.

Aquél sitio era el testigo del comienzo de una futura relación.

Una vez en el cuarto el mayor busco una muda de ropa para que el castaño se cambiara luego de la ducha, mientras él alistaba las cosas que debía llevar a su trabajo.

-...Yibo te olvidaste la toalla sobre la cam...-.

Entrando al baño se deleitó con la figura del menor bajo la regadera, otra vez esa imagen que había visto en sueños golpeaba cada parte de su ser.

-... Maldición... Exclamó apartando la mirada.

Sentía su rostro sonrojado, se había entregado completamente a ese  cuerpo hace unos momentos y todavía no se apagaba el fuego en su interior haciéndolo sentir como un adolescente en su plena etapa de pubertad.

No pudo darse cuenta en qué momento terminó entre el menor y la pared de la ducha, aún con la ropa puesta, para ese entonces ya estaba completamente empapada.

-... Yi..Yibo...¿Qué haces?...-.

-... Zhan-ge no me dió el beso de los buenos días...-. Presionando su cuerpo contra el mayor.

-...Te lo daré luego...ahora sal que necesito bañarme...-.

Unas simples palabras susurradas cerca de su oído hacían aumentar la temperatura del agua y la de ambos cuerpos.

-... Mmmm... déjame ayudarte...-.

-... Nooo...ve a cambiarte...me duele todo en este momento...-.

-...Si no recuerdo mal...- Besó su cuello mientras acariciaba los pezones que sobresalían de la prenda húmeda-... Zhan-ge era el que pedía por más...-.