S.E.D.T.P. [YiZhan]

Capítulo 33

-¿Por qué demonios tardas tanto?¿Acaso vienes montando un burro?-.

A-Cheng mandaba mensajes de audio a su hermano.
Le había pedido que venga a cuidar al pequeño porque debía presentarse a una entrevista de trabajo de tiempo parcial.

Era una exelente oportunidad, podía acomodar los horarios con los del mayor para turnar el cuidado de A-Huan y de paso conseguir dinero extra para los gastos del niño y del hogar.

Sus nervios hacían que su paciencia estuviera al límite, respiró profundo cuando escuchó el sonido de la llave abriendo la puerta principal de la casa.

-...Al fin llegas Zhan, se me hace tarde...tienes suerte que el niño esté durmiennn...do-. Quedó petrificado al levantar la vista de su bolso y observar al mayor que acababa de entrar.

-... Perdón A-Cheng...se me hizo tarde...¡hey!...
¿Por qué te quedas ahí parado?...-agitaba la mano frente a su rostro-...¿Te sientes bien?...-.

-...¿Por qué llegas con esa ropa?...¿Dónde estan tus prendas?...-.Estaba en completo estado de shock.

-...¿Te gustan?...-girando sobre su propio eje-...si quieres te la puedo prestar...pero promete no arruinarla...no son mías...-.

-Dime quién te las dió...-.

-Quita esa cara ChengCheng, así nadie te va a contratar...-.

-¡XIAO ZHAN!... contéstame ahora mismo de dónde mierda sacaste a esa ropa...-.

-... Perdón...cierto que no te gusta que te llame así... A-Cheng lo siento...ahora ve qué se hace tarde...- empujándolo hacia la salida-...si tanto te preocupa fue Yibo quién me la prestó...

-...¿Acaso no me escuchaste cuando hablamos por teléfono?... te conté que me recogió del bar anoche...-.

-...Pep...perooo....-.

-...Pero nada... adiós...no te preocupes por mi sobrino...queda en buenas manos...¡Mucha Suerteeee!!!...Ahhh y no te pongas nervioso, con tú título seguro lo conseguirás...-. Cerró la puerta en la cara del menor para que se marchara de una vez.

-Gracias Yibo, tienes tan buen gusto que A-Cheng se olvidó de romperme la piernas...-.

Los días fueron pasando,el pequeño inconveniente por las prendas que el mayor portaba sin saber quién era realmente el dueño fue pasado por alto, A-Cheng quedó sorprendido en el momento pero luego meditó que podría haber miles de prendas iguales, aunque esa maldita coincidencia volvía a traer el recuerdo de su único amor.

Poco a poco fue olvidándose del asunto debido a la emoción de haber conseguido el empleo, sin saber que realmente sus dudas eran correctas.

A-Cheng consiguió el puesto de administrativo de una pequeña empresa.