Capitulo 4

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¿Hermano eres tú? ¿Me escuchas?

¿A-Cheng? ¿Qué hora es? Perdóname yo puedo explicarte...

¿A-Cheng?

Yibo ¿Encontraste a mi ChengCheng?

-No puedo verte bien, no te has alimentado, tienes baja tu energía. Recuerda que no puedes usarla en la Tierra, su atmósfera es diferente a la nuestra, ten cuidado...-.

-A-Yi, creo que viene tío, no puedo seguir hablándote...-.

-¿Yibo?  Yo no soy... ¿Quién eres? ¿Conoces a mi hermano Zhou Cheng?-.

-No puede ser, Shūshu tenía razón, mi Didi podría lograrlo más rápido, no puedo seguir hablando. Cuídate y cuídalo por mí, si todo sale bien pronto nos veremos...-.

-Espera,no puedo escuchar bien ¿A quién debo cuidar...?-.

Zhan despertó aturdido, su cabeza daba vueltas y algo lo sostenía con fuerza junto a su cama. Cuando pudo enfocar bien su vista deslumbrada por el Sol que apenas asomaba por la ventana, vió que aquél chico no había sido producto de su borrachera.

Sostenido de su mano como si su vida dependiera de ello, de sus ojos brotaban lágrimas, pero aún se mantenían cerrados, su boca entreabierta balbuceaba algo que Zhan no alcanzaba escuchar, con su otra mano el castaño abrazaba su chaqueta favorita.

¿De todas mis prendas tuviste que agarrar mi favorita? Pensaba mientras hacía una muñeca con sus labios.

Se quedó observando un rato ese bello rostro, realmente no parecía de este mundo. No se animaba a moverse, tenía una necesidad involuntaria de seguir aferrado a él.

La mano de Yibo era tan cálida y podría decir que a Zhan le gustaba estar sostenido de esa manera al no ser por la pesadilla en la que parecía Yibo estar sumergido. Es lo que sus gestos y lágrimas hacían denotar.

A Xiao Zhan le producía una pequeña punzada en el pecho verlo sufrir de esa manera, aunque solo era un mal sueño, decidió sacarlo de allí en ese preciso momento.

Se levantó de la cama y con ayuda de su otra mano liberó la que seguía sostenida por el extraño. Zhan se arrodilló junto a él y lo empezó a llamar...

-Yibo, despierta, debes irte, tengo que limpiar tu desastre y hacer el desayuno antes que A-Cheng se levante-.

Pero Yibo seguía soñando. Zhan lo agarró de los hombros y elevó su tono de voz.

-¡A-Yi despierta!!!-. Sus ojos se encontraron con los que aún parecían perdidos en ese mar de lágrimas, pero se sorprendió cuándo el desconocido inesperadamente lo envolvió entre sus brazos.

-Gege, perdóname por no despedirme, Tío no me dejó, te extraño... ¿me escuchas? ¿Con quién hablás? Usé demasiada energía anoche, no quiero que lo regañen por mi culpa... no volveré a usarla hermano, no te vayas, no me dejes solo, tengo miedo-.

Yibo sostenía a Zhan en sus brazos mientras hablaba entre sollozos sin darse cuenta que no era su hermano. Lágrimas seguían brotando de sus orbes marrones mientras acariciaba suavemente la espalda de Zhan con sus manos temblorosas.

El mayor no tenía corazón para retirarlo, dejó que se desahogara. No podía negar que se sentía bien estar envuelto en ese abrazo tan cálido aunque sabía que no era para él, quería disfrutarlo.

-Yibo, tú hermano no está aquí, pero no te preocupes yo estoy contigo, trata de calmarte ¿Si?-.

Zhan le hablaba de manera suave mientras con una mano se animó a acariciar el pelo del menor para calmarlo.

S.E.D.T.P. [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora