S.E.D.T.P. [YiZhan]

Capítulo 30

El cantinero le había advertido que el joven le pidió el favor de no llamar a su hermano.

Recordando como era ChengCheng seguramente terminaría gritando y amenazando al mayor con romperle las piernas por llegar de madrugada en ese estado.

La mejor opción fue llevarlo a la casa de Nainai, precisamente a su cuarto, no quería que A-Cheng se despertara con los ruidos del mayor, viniendo a su mente los recuerdos del comportamiento de Zhan aquella noche.

Aprovechando que era muy tarde y nadie lo observaba, en un abrir y cerrar de ojos llegó directamente a su habitación.

Agradecía en esos momentos ser tan afortunado de poseer el poder de la teletransportación.

Recostó como pudo al mayor en la cama, despojándose de su abrigo y luego de sus zapatos, lo cubrió con sus sábanas, pero éste al sentir tales movimientos se despertó.

-¡Aiyo!!! ...Yibo...¿dónde estamos?-. Restregaba sus ojos por el reflejo de la luz.

-En mi cuarto Zhan-ge, el señor del bar me llamó para que te recogiera porque estabas muy ebrio para irte solo...-. Sentado al pie de la cama miraba al mayor atentamente.

-Pero si sólo tomé una cerveza no era para tanto...-.se cruzó de brazos ofendido.

-Zhan-ge yo creo que fueron más, te encontré dormido sobre la barra, ni siquiera pudiste ponerte de pie, tuve que usar mis poderes para arrastrarte a mi cama-.

-Bueno es tu culpa por dejarme sólo en el parque después de...hacer...bueno eso...-.

Avergonzado por decirlo tan abiertamente, a causa del alcohol que aún corría por sus venas, se cubrió hasta la cabeza con la sábana para evitar que el castaño lo siga mirando.

-Me arrepiento de haberlo hecho Zhan-ge y ser yo el culpable que ahora estés así...-.

Su rostro se tiñó de un suave  rosado debido a las palabras del mayor.

-¿De qué estás arrepentido?-.

Asomó solo sus ojos a través de la sábana para poder ver y escuchar atentamente la respuesta del menor.

Yibo se sorprendió por aquella pregunta, definitivamente no le había disgustado saborear nuevamente aquellos labios sino el hecho de dejarlo solo sin darle ninguna explicación de porqué lo hizo.

¿Qué debía responder con la verdad en este preciso momento?.

Los ojos del  mayor se clavaban en los suyos sin siquiera pestañear, poniéndolo aún más nervioso.

-Por mi actitud Zhan-ge...no fué la adecuada, perdón por actuar de esa manera...-.

-Me pregunto quién te enseño a besar, no creo que esa señora que se ve tan respetuosa...o será qué conociste a álguien en este tiempo que no estuvimos juntos y quisiste practicar...-.

Un dolor se quería apoderar de su pecho al decir esas últimas palabras, después de lo que sintió al
juntar sus bocas. Eran celos que no pensaba demostrar.

-Cómo se te ocurre que Nainai haga esas cosas Zhan-ge, ella es como mi madre...-.

-¿Entonces si hay álguien?-.

Tuvo un impulso de sentarse para escuchar mejor la respuesta, dejando caer las sábanas sobre sus piernas extendidas.

-Si...la hay...-. Dudó de dar esa respuesta.

-Ahhh...ok... está bien...pero, ¿por qué me usaste para tu experimento?...mejor me largo de aquí antes que se te ocurra seguir usándome como conejillo de indias...-.