Simón no apareció en la comisaría esa mañana. Todos nos miramos extrañados, él no faltaba sin avisar.
¿Qué suceso habría acontecido entre su retirada de mi casa y su hora de trabajo?
Repentinamente, la que hizo su entrada triunfal fue Julia Corbalán, tan elegante y llamativa como la habíamos conocido días atrás.
— El comisario González me avisó que no vendrá esta semana, está atendiendo unos asuntos personales.
— ¿Personales? ― mi pregunta salió de golpe, de improviso.
— Sí, con su madre.
Esa misma mañana habíamos hablado de ella. Llevé la mano a mi pecho, impresionada. Quise escribirle a Simón, preguntarle qué había sucedido pero las cosas seguían igual que antes; no bastaban nueve meses de enredo para atribuirme la confianza de escribirle por privado.
Durante la semana no hubo grandes novedades: la detención de un arrebatador en Florida y San Martín, la denuncia de extravío de un bolso de una turista italiana y los partidos de la Champions, era de lo único que se hablaba.
La presencia de Corbalán en lugar de González era notoria; sus risotadas eran motivo de comentarios tendenciosos, como la primera vez que había estado allí.
Sin embargo, a dos exactos minutos de mi horario tradicional de salida, el teléfono de mi escritorio sonó.
— Sargento Primero Kóvik, buenas tardes.
— Trinidad, me alegra mucho escucharte― la voz de Simón puso chinita mi piel. Mirando a mi alrededor corroboré que nadie pudiera escucharme: en efecto, Omar estaba haciendo crucigramas, el Chino releyendo un expediente y Jerez, recién llegado, hablando por celular.
— ¿Qué le sucedió a tu madre? ― fui cuidadosa con el volumen de mi pregunta.
— Está muriendo― el suyo fue sensible.
— Lo siento mucho, ¿no hay nada por hacer?
— Me temo que no.
— Te quedarás allá hasta que... bueno... no sé... ¿por tiempo indefinido? ― corregí mis palabras sobre la marcha, esquivando miradas curiosas.
— No lo sé, quizás regrese a Buenos Aires en unas horas.
— Pero tu mamá te necesita...
— Lo sé, pero yo no haré más que darle dolores de cabeza quedándome a su lado ― farfulló ―. ¿Me echarás de menos estos días?
— Por supuesto ― el dominio que ejercía sobre mí era abrumador.
— Bueno...no quiero entretenerte. Estás por salir...
— Hoy hago horas extras. Me quedo hasta la medianoche. Prefiero juntar dinero antes que aburrirme en casa y más, si no estás vos conmigo.
— Buena chica.
— Y vos, ¿me extrañás alguito? ― susurré, escondiendo mi boca en el tubo del teléfono.
— Claro que sí, tonta ― suspiró y cortó de golpe sin dar lugar a otras preguntas o siquiera, un saludo menos distante.
Resignada, continué retocando un escrito que Simón me había dejado pendiente la semana anterior hasta que un repentino malestar estomacal me tuvo vomitando en el sanitario de mi trabajo. Al regresar a mi asiento, Omar se me acercó.
— Che, Rusa, estás pálida.
— Comí algo que estaba en mal estado ― dibujé círculos con la mano sobre mi panza.
— ¿Segura?
— Si, ¿por?
— No sé, hace unos días que estás rara.
— Debe ser la comida del chino de la otra cuadra, no tendría que haber comprado pescado ― levanté mis hombros a la par.
— ¿Por qué no te vas a tu casa? Si querés puedo hablar con Juli...con Corbalán― compuso su modo de nombrarla, tragando con algo de timidez.
Abrí mis ojos, entendiendo su gesto más de lo esperado.
— Mmmm...¿te estás moviendo a la teniente?
— Calláte che, no pasa nada...
— A mí no me mientas...― levanté mi dedo, acusándolo con gracia―. ¿Al menos se besaron?
— Dale, boluda, andáte a tu casa. A mí me vienen bien las extras y a vos, ir a tirarte a tu cama y dormir un poco. Tenés unas ojeras que te las pateás.
Agradeciéndole el favor, le advertí que las cosas no quedarían en la nada y que, a mi regreso, me contaría con lujo de detalles qué pasaba con la sexy jefecita.
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Moviendo: modo vulgar de referirse a tener relacione sexuales.
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"A un disparo"
RomanceTrinidad Kóvik cumple servicio como agente de la policía local. Su vida, rutinaria, conoce de adrenalina e injusticias sociales. Sin embargo, nunca creyó que a su compañero de patrullaje lo matarían salvajemente, entregando un mensaje mafioso a la F...