Capítulo 8: Energía conseguida

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Ambos pusieron manos en acción

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Ambos pusieron manos en acción.

Tomaron todos los libros que parecieran prometedores, se sentaron en una mesa alejada de todos, tomaron más apuntes de la barrera, comenzaron a leer, y prometieron no pararse hasta conseguir lo deseado.

Cosecharon su fe en aquellos tomos que estuvieran escritos en Irken antiguo, ya que seguramente el mecanismo era de aquellos tiempos, como para que no se viese ligado a todo el funcionamiento moderno, y que no sufriera la sobrecarga junto a todo el planeta.

Púrpura traducía todo lo que leía, mientras Rojo anotaba todo lo importante que escuchaba y pedía pausas de vez en cuando para relacionar datos, el de color morado ayudaba en esto, formando complicados cálculos, en los que inclusive ellos se perdían e intentaban simplificarlos, sin reducir en gran medida su tamaño

Pasaron días, semanas, llegando a inclusive más de un mes progresando. 

. . .

Púrpura golpeaba su cabeza contra una pequeña pila de libros y Rojo repasaba sus grandes cálculos.

— ¡Así que esto nos da el resultado de. . .! 

— ¿Si comprendes que no es como que debe dar un resultado? Es decir, ¡no es como que al final tendremos un dos

— Puede ser la clave para seguir el rastro de energía de ¡esa cosa! 

— Sería mejor llevar o traer a científicos Irken y que ellos lo resuelvan

— ¡¿Mandarás semanas a la basura?! — Rojo se levantó en su silla y elevó a Púrpura a su altura — ¡¿Tienes idea con lo que nos pueden recompensar?! ¡¿Recuerdas nuestra conversación?! ¡"Directo a conquistar planetas, a victorias, ¡a todo"!! ¡Puede que nos ofrezcan eso! ¡Tal vez tener un ejercito de Irkens a nuestro mando! ¡O aún mejor! ¡Ser los siguientes en la línea de sucesión para ser Los Más Altos! ¡«Los» Púr! Hablo de tú y yo — Éste último observaba como sus ojos engrandecían y se llenaban de luz, con una radiante sonrisa, lleno de una indescriptible esperanza

— ¡Por supuesto! ¡Si! — Le arrebató la enorme hoja en la que estaban todos esos números — ¡Dame esos cálculos! ¡Ahorita mismo lo resolveremos! Bien. . . sí queremos descubrir sí es que acertamos. . . — Volteó a la fuente de la investigación — tendríamos que apagar su energía, si podemos hacer eso, y después volver a recuperarla, seremos victoriosos. Pero, sí la apagamos y no podemos reanimarla. . . perderemos la única pista

— ¡La fortuna recompensa a los valientes! — Tomó el papel y reanudó su resultado — ¡Tengo una idea! ¡La fuente de energía se basa en esas pequeñas esferas! — Apuntó a éstas, que se encontraban en cada esquina de la barrera

— Pero es mejor sí descubrimos su funcionamiento

— Tienes razón. . . — Miró su alrededor, en especial la mesa — ¡Es decir que todo esto para nada!

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