Capítulo 44: Desvariar en hojas

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Subió con frenesí, no la soportaba, en veces no sabía quien le resultaba más molesto, su compañero o su rehén femenina, simplemente en veces le daban ganas de romperle algo

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Subió con frenesí, no la soportaba, en veces no sabía quien le resultaba más molesto, su compañero o su rehén femenina, simplemente en veces le daban ganas de romperle algo.

Y en el caso de Rojo en veces le daban ganas que desapareciera un rato.

Pero tan caprichoso es el universo con los deseos que le confiamos que nos los otorgan en los peores momentos.

Rojo había desaparecido del edificio, el único lugar en donde pensaba podía estar.

Se posicionaba frente a la puerta del comando principal y aguardaba sus palmas una contra la otra apoyadas en su pecho, angustiado, las palabras de Garofano rondaban su mente; si había jurado entre lágrimas y lamentos no volver a verlo, ¿por qué deseaba que él estuviera al otro lado de esa puerta?

No quería volver a ser tan ambiguo y versátil con sus peleas, no quería seguir deseándose la muerte mutua y después abrazarlo de una forma en que deseaba que nunca los separaran buscando la total cercanía.

Por Irk ese Irken desde el día que nació lo traía loco; literalmente.

Y esta locura era tan irresistible de tentar. Pero quería ser cuerdo, quería tener la conciencia que pudo apenas desarrollar al tener a alguien tan cautivador como Rojo a su disposición siempre.

Todos sus músculos estaban tensados, su mandíbula temblaba y no podía dar más escalofríos ante el sudor helado que recorría ahora cada parte de su ser, mierda sentía que volvía a caer enfermo.

Cerró los ojos con fuerza, agitó su cabeza y casi literalmente tiró las puertas, entrando con un inmenso sonrojo y derramando lágrimas en montón con las antenas bajas

— ¡Te adoro idiota! ¡¿Y. . .?!— Su expresión recayó mucho más, no había nadie allí. —. . . ¿Qué?. . . — Comenzó a escanear cada silla, cada centímetro, cada esquina con su mirada, no parecía que Rojo hubiera estado ahí.

Pero, tampoco le había llegado alguna notificación de alguna puerta abierta o cerrada del edificio.

Tal vez no lo había hecho para que Púrpura no supiera dónde estaba exactamente.

Pero el último mencionado consideraba imposible que Rojo tomara precauciones razonadas en ese estado, cuando lo vió salir. . . Hubiera hecho lo que considerara pertinente, y si no quería ver a su compañero, se hubiera encerrado.

Pero, todo estaba abierto, a excepción de la habitación de los Garofano Garzo, obviamente.

Aunque tuviera una solución lógica, se estaba comenzando a preocupar.

¿Que tal que Rojo no estaba en el edificio?

Comenzó a retroceder angustiado, ¿si no estaba en el edificio donde más podía estar?

¿En la ciudad? ¿De nuevo? No lo creía, o bueno, lo hubiera notado. . .

— ¡Cosa! — Llamó vuelto al primer piso.

Saphir gruñó, ni sé iba a esforzar en reiterar su nombre.

— ¿Qué?

— Ven

Iba a cuestionar qué había pasado, la mirada de Púrpura era sepulcral, parecía que hubiera perdido algo tan importante como su vida, pero prefirió callarse y solo obedecerlo.

— ¡Busca habitación tras habitación! ¡Cada rincón, cada mueble, cada lugar que exista debe ser registrado! Cuando acabes cada puerta la cierras, y así yo haré lo mismo. — Explicó rápido y a la distancia, puesto que él mismo se había encaminado a una pieza.

Saphir no supo pero le comenzó a seguir la indicación.

[ • 🔻 •]

Tal vez era la relajación que sentía, pero podía admitir en voz alta que ese planeta le encantaba.

Se sentía más liviano que en Irk, tenían una biblioteca maravillosa, población nada agresiva que se dejaba pisotear fácilmente, en fin, el paraíso perfecto.

Pero parecía que lo único malo en esta conquista estaba siendo Púrpura. . . 

¿Por qué? Él también siempre le encantó, le fascinó, lo adoraba, ¿qué había pasado?

Simplemente revisaba suceso tras suceso y no encontraba lo indicado para atribuir su confusión, o claro, que era un defectuoso que sintió sentimientos por su compañero.

Y que no tenía reparó en hacerlo sentir mal.
No tenía cuidado al decirle que él también era igual que sí mismo de imperfecto aún sin haberlo meditado.
No tenía consideración al ser tan explosivo con él, al ser tan impulsivo y hablador.

Le había hecho llorar, y se sentía fatal.

Sentía como si una jarra de vidrio fuera el monumento más importante de Irk, y él sabiendo el peligro decidió pasar por ahí, y la rompió.

Pudo evitarlo pero se cegaba tanto.

Lo había hecho llorar, temblar, lo había hecho temer, y la ligereza desaparecía, siendo reemplazada por ser cubierto con un fluido espeso y pesado, si le dijeran que provocó todo eso en un ser común lo celebraría, pero. . . tratándose de él le dolía tanto.
Incluso así fuera cualquier otro Irken, lo gozaría en grande; pero haberle causado todo eso a Púrpura. . . le destrozaba.

Tal vez por la razón inicial, el contrario le había abandonado, y él no podía con eso, al menos no en ese momento, quería descansar de todo, y ese bosque le hacía ver todo desde un punto más arriba.
Menos terrenal.

Cerrando los ojos poco a poco, parecía más difícil e innecesario abrirlos con el pasar de los minutos.

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Cariñooooos feliz... Actualización? Xd

Habrán notado que ya publiqué el especial de aniversario, a pesar de, sí, ya haber pasado hace un buen, pero, ahí doy mis explicaciones, no tendría caso volver a decirlo aquí.

Solamente, lo de siempre, ¿cómo han estado? Y que tal les pareció? Oigan, aquí comienza yo diría el declive de la conquista, no digo que vaya a fallar o algo así (tal vez :) ), pero, es de las últimas etapas de la conquista ya.

¿Ustedes qué dicen que pasará? Saben que adoro leerles, jaja, bueno, yo ya me encuentro mejor, aunque, jm, ya cuántas veces lo he dicho, espero y confío en que esto ya pasará, me refiero a, las crisis que en veces me dan.

Pooor cierto, les quería compartir algo que no tiene nada qué ver con la historia pero, si alguien quiere probar una bebida nueva de vez en cuando me acabo de inventar una que me ✨e n c a n t ó✨

Herví leche, le eché pedazos de canela, un poquitín de chocolate en polvo, café y, el elemento inesperado, gotas de limón, que, combinado con la canela es simplemente, hermoso.

Jaja, está bien, ya los dejo seguir con su vida, yo tengo clase dentro de poco.

Los aprecia, quiere y ultra ama. . .

Cʜᴏᴄᴏ✨❤️

Bicolor | RaPrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora