Capítulo 21: Espectador al Irken

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El taladro a través de raíces subterráneas había envuelto el edificio principal, así, toda información de ambas civilizaciones se mezclaba y la Irken tomaba especial control, inclusive de lo que la población conquistada no tenía acceso

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El taladro a través de raíces subterráneas había envuelto el edificio principal, así, toda información de ambas civilizaciones se mezclaba y la Irken tomaba especial control, inclusive de lo que la población conquistada no tenía acceso.

Tal y como Rojo había especificado en la programación del artefacto, toda la población se quedó sin luz, resaltando solamente una intimidante luz roja intensa disparada por cada ventana existente de donde se hallaban.

La familia real notó como por encima de ellos se sumergió una mancha parecida a algo nunca visto.

Puesto que nunca habían visto el color rojo.

Fue un descubrimiento inextricable, apreciar un color nuevo siempre será una chispa, algo que, por una u otra razón, te encienda algo parecido a la esperanza, pero ¿qué pasa cuando es producido ante el último aliento de ésta? Sumergía como una mezcla espesa, que sentían, les consumían, llenaba los pulmones y aplastaba, un nuevo color relacionado a la misma desaparición.

Púrpura observó a su alrededor, aún junto a su compañero, el techo y paredes, adornados de su color favorito.

De a poco los habitantes salieron, no era normal ver hacia la ventana y encontrarse con la oscuridad de la intemperie, además de que una magnitud desconocida fuese la única fuente de iluminación. Salieron y se posicionaron frente a la vista del gran ventanal, desconcertados.

Rojo abrió su quijada, en una amplia sonrisa. Soltó al su contrario y juntó sus manos, tensando todos sus músculos, había conquistado un planeta. Púrpura correspondió el entusiasmo y corrió, saltó y rondaba por toda la habitación, frente a todos, Rojo buscó sus antenas ahora aplastadas como parte de su disfraz, tomó ambas puntas y las jaló con el suficiente cuidado como para que estuvieran a salvado, pero para todos los demás parecía una autolesión, abrieron los ojos enormemente y algunos observaron aterrorizados.

Púrpura ante ésto se posicionó al lado de Rojo y retiró sus lentes azules, dejando sus moradas joyas al descubierto, aunque la luz oscurecía cualquier gama diferente. Las muecas del pueblo se transformaron de horror a total sorpresa y confusión.

Al otro lado de la puerta, Saphir mordía su mano sintiendo como su espalda se encorvaba y cargaba con más concreto que en toda la galaxia, escurrían sus lágrimas y sus antenas. . . ya no podían levantarse más, su sufrir ya ni podía avanzar más, había llegado a su límite, el de sus familiares comenzaba, al igual que su gente, que estaba impaciente por enterarse qué pasaba.

Púrpura apoyó las manos en una pantalla frente suyo, que mostraba que el ventanal podía abrirse junto a las paredes,  con sus extremidades ordenó que así fuera. El mundo estaba en contacto con ellos, sus atemorizantes sonrisas y ojos de diferente color brillaban al exterior

La luz disminuyó, y muy enérgicamente, Púrpura desató sus prótesis arácnidas, subiendo al techo y posicionándose junto a su nave, como si de un espectáculo se tratase, Rojo le admiró con honra.

—¡Agh! ¡Nave, quítame esta tortura! — Ordenó. La pieza metálica entendió y obedeció, del mismo modo en que su disfraz se llevó a cabo, éste le fue retirado, presumiendo altanero su piel verde, uniforme Irken del mismo color que sus ojos, y con las antenas bien paradas. Modeló vanidoso, y ahí fue cuando varios de los habitantes ya habían palidecido.

El de color morado bajó lentamente, exhibiendo vanidoso y un tanto pícaro hacia el contrario, que le recibió con los brazos abiertos, no tanto como un abrazo, sino que Púrpura se lanzó hacia él, entusiasta

— ¡Soy morado! ¡Morado! ¡Y verde! — Se volteó hacia las masas y gritó enérgico: — ¡Soy un Irken!

En realidad nadie comprendió del todo, sólo sabían, que no eran de ahí.

A este punto, la princesa había abierto las puertas, siendo aquello para lo que más había tenido que aguantar en su vida. Ver como desfilaban frente a población inocente que no sabía qué pasaba y que solamente los asustaban, sin embargo, ya no decía nada, ya no había qué decir. Observaba con desgano y sin esperanza.

Esta vez, Rojo subió por las paredes, menos vanidoso, él no demostraba tener poder a través de vanaglorias, él lo hacía al no tomarles importancia. Dando la espalda a la multitud, solamente dijo «devuélveme mi gloria, nave» y le hicieron el mismo procedimiento, abrió los rubíes que tenía por ojos, volteó y alzó el rostro, ahora si, altanero, con su naturaleza de siempre, con su sello Irken.

Ya abajo y a lado del contrario, alzó su diestra (que contaba con tres dedos) con aires de grandeza y victoria, exclamó:

— ¡Considérense al mando y conquistados. . . ¡por el imperio Irken!!

¿Conquistados? Ahí fue cuando la mayoría sufrió el bajón de sangre, blanqueamiento de su piel, y que sus antenas comenzaran a asomarse.

Saphir observó impotente éste plano, y corría hacia las afueras de su ya no hogar, pero fue detenido por su hermano

— ¡¿A dónde crees que vas?! — La tomó de los hombros

— ¡Voy con ellos! ¡Sí están sufriendo, y yo no puedo dejarlo así! ¡Hay personas desmayadas Oceani! — Tragó saliva mientras lloraba suplicante — Déjame hacer lo más mínimo por mi gente. — Su contrario la soltó, sus cuatro familiares se le quedaron viendo inexpresivos, a excepción de su madre, que lo miraba con lástima, Oceani fue tras de ella.

Ambos Irkens escucharon su pequeño drama, pero ni le tomaron importancia, esperaban el momento en que los vieran colarse entre la multitud estupefacta, sentados frente a todos, observaron a la antigua regente preocupada por todos, rondando y abrazando, les resultó más que curioso.

— Si tuvieran armamento. . . y fueran mas desconfiados. . . — Decía casi en un susurro, su  compañero apenas y le escuchó, miraba a la stillabunt como una hormiga negra entre rojas, su patrón de piel le distinguía. —. . . tal vez, hubieras atrasado esto — Terminó sin despegar la mirada en la de largas antenas. Inhaló profundamente y soltó el aire. — Púr — Llamó, y le volteó a ver, sonriendo amplio, sin mostrar sus dientes, sólo una sonrisa —Hemos conquistado un planeta 

El de color morado sonrió pecando de falsa modestia

 — Dime algo que no sepa

Segundos pasaron, en los que una paz les invadió, era como un silencio, con ruido de fondo, un  ruido estático, un ruido. . . inaudible.

— El mensaje a la Mas Alta Miyuki ya se envió, ¿verdad? — Preguntó Púrpura, sin despegar sus ojos del espectáculo.

—Si, se haría al mismo tiempo que el taladro cumpliera su función

Toda paz se esfumó en Púrpura, recordó algo. . .

— ¡Son dos meses Rojo! ¡Tendremos que mantener este planeta dos meses! — Lamentó.

Rojo cayó en esa cuenta, gruñendo de frustración.

— Ojalá no se pongan salvajes — Arrastró las palabras rasgando su rostro con su mano.

— Dos meses. . . — Susurró Saphir, que escuchó considerando que lo gritaron

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No sé ustedes, pero no me canso de leer esta parte con la canción de "Narcissistic Canibal", lo malo es que dura solo tres minutos (;´∩';)
Y bueno, gentita, perdón por traerles el capítulo hasta finales de semana, pero la verdad, así la mera verdad, estaba angustiada xd
Y no es por nada personal, es mas, se los platico:
Y es que con el maratón me quedé con solamente como dos capítulos de reserva, y ya temía quedarme sin capítulos, además me dió un mini bloqueo, así que, muriendo sentía.

Pero, ya ayer escribir dos capítulos más UvU.
Sin nada más que decir, los quiere y ama. . .
❦︎𝐂𝐡𝐨𝐜𝐨

Bicolor | RaPrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora