¿Te has preguntado como fue que estos dos Irkens llegaron al alto mando como un dúo? En esta historia exploraremos un lado más romántico y amistoso, llegando al drama, terminando con las vidas de estos dos personajes unidas hasta la muerte de su rei...
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Rojo estaba totalmente pegado al cristal de la nave, observando al planeta aún desde afuera de éste, impaciente por aterrizar
— En este momento necesitamos un U.C.I — Recriminó Púrpura
— ¿Para qué? ¡Nosotros podemos recolectar toda la información que necesitemos! Ahora. . . — Desactivó el modo automático de la nave, piloteando él — Te aconsejaría abrocharte el cinturón
— ¿Qué. . .? — Sin previo aviso, Rojo incremento la velocidad, provocando una caída en el contrario
— Te lo dije — Comentó burloso, incrementando cada vez más, haciéndole al contrario imposible volver a su asiento — ¡Observa colega! ¡Este planeta no sabrá qué lo golpeo! — Exclamaba con gran ego, deteniendo tanto sus palabras como su transporte al visualizar edificios, ocasionando que el de color morado se estrellara con el vidrio de la nave con gran fuerza. — ¿Estás en condiciones? — Preguntó al suelo, lugar en donde reposaba el recién golpeado, quien levantó su pulgar y poco más tarde a sí mismo, con toda la actitud de conquistar un planeta
— ¡Rodea todo este globo y muéstrame lo que tiene! — Ordenó parándose en su asiento y apoyando un pie en la consola de control, Rojo lo vio malicioso y aceleró en un pequeño plazo, causando que volviera a caer, aunque más cómodamente, sentándose inmediatamente y abrochándose el cinturón
El piloto mantuvo una velocidad constante, mientras cada uno observaba a un lado, analizando velozmente cada cosa que captaban, notando la población,blas relaciones, tecnología y de más
Era una civilización arcaica comparada con Irk, eran unas criaturas relativamente normales, lo que se llamaría "humanoides", solamente que de un color azulado, con ojos totalmente del mismo color pero más intenso, medianamente altos, un poco menos que ellos, a primera vista no tenían nada en su cabeza, sin embargo notaron que solo los infantes tenían igual que ellos dos antenas, algunos tenían unas especies de bolas de carne en la mano, y no eran tan prácticos como los Irken, había varios caminando por calles, estáticos charlando con otros, los más chicos corriendo, haciéndoles creer que alguna otra raza los amenazaba, aunque al tiempo notaron lo simple e inocente de la acción.
Vivían en cubículos de grandes edificios iluminados, donde eran "confinados" a compartir habitación (o al menos eso pensaban, ya que se trataba simplemente de familias viviendo unidas), usaban ropas de colores azulados, en realidad todo el panorama se disfrazaba de azules, verdes y poco amarillo, sus prendas eran solamente unas especies de túnicas que les cubrían hasta los pies, siendo lo más extravagante sus seis dedos en cada mano
— Ellos no tienen pak — Comentó Rojo — Yo casi muero por uno, ¡y ellos no tienen! — Exclamó indignado
—. . . ¿Tendremos que disfrazarnos de esas cosas? ¿Y vivir unos días como ellos? ¡¿Sin que nos noten?! ¡Es muy difícil! — Respingó asustado, creyéndose incapaz de poder hacerlo
