Capítulo 27: Duerme stillabunt

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Saphir quedó sorprendida ante esa revelación, le hubiera dicho antes

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Saphir quedó sorprendida ante esa revelación, le hubiera dicho antes.

Después de la sorpresa su rostro se transformó en confusión

— ¿Cómo? ¿Él se te declaró y no sabes qué contestar? Y. . . agh, peor, ¡se te declaró y no sabes qué es!

— ¡Estoy seguro de que él tampoco! — Defendió cruzándose de brazos

— Pues por algo lo hizo. . . ¿Cómo pasó? — Preguntó quitando una pequeña basura de su antena.

— Pues. . . apenas íbamos llegando, bueno, apenas íbamos a llegar, bueno. . . — Balbuceó, comenzando a hacer presencia su sonrojo

— Cuéntamelo desde el principio. — Pidió para hacerlo más fácil.

—. . . — Guardó silencio pensando su respuesta — ¿Principio principio o principio de qué? — Habló queriendo especificaciones, Saphir cubrió sus ojos y frente y acarició su entrecejo, no le parecía posible las ocurrencias que este Irken era capaz de decir, no lo hacía arrogante, más bien amigable, simplemente le causaba gracia.

— Desde que tú sientas que comenzó. — Sugirió levantándose de su asiento y dirigiéndose a una pared que estaba a lado de la entrada al balcón, de ahí jaló una compuerta que no era fácil de ver a simple vista y sacó lo que parecían ser bebidas.

Regresó a su asiento y destapó una

— ¿Quieres?

Púrpura se negó rotundamente por miedo a ser envenenado o algo así.

— Bueno, entonces ambas son para mí. — Exclamó y se acomodó — Bien, ¿desde cuándo se conocen?

— Desde que nacimos. . . — Recordó, cosa que en la actual situación no era del total agrado.

— ¿Mmh?

— Las cápsulas estuvieron listas al mismo tiempo, y fuimos los primeros en nacer, tuvimos mucho tiempo para. . . conocernos — Gruñó

— ¿Entonces son amigos desde que nacieron? — Preguntó boquiabierta, Púrpura asintió.

A Saphir le resultaba tan increíble que incluso a esos puntos el Irken dudara de lo que sentía, pero bueno, los stillabunts creían (y bien que practicaban) el amor a primera vista. Y los Irkens por lo contrario, la mayoría no conocían al amor en toda su vida.

— Bueno. . . ¿y luego? ¿Cómo ha sido su relación?

— Oh. . . Pueeees — Alargó la palabra intentando recapitular todos los años que había estado con él, al mismo tiempo que quería resaltar los sucesos que se habían quedado en su memoria

A Saphir le dió el amanecer ahí.

Incluso cabeceaba del cansancio, su hermano tenía razón, tuvo que haber dormido cuando se lo ofreció, escuchar al Irken no era de lo más alentador y su narrativa no era de lo más atractiva ni entretenida, describió un aproximado de treinta años que se sintieron como toda una eternidad.

Bicolor | RaPrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora