Capítulo 16: Ambiente inusual

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Bajaron en una esquina por la cual no pasaba mucha gente, de hecho estaba desierto, aunque notaron que no había mucha necesidad de ocultarse, ya que varios stillabunt hacían lo mismo (y más) sin preocupaciones

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Bajaron en una esquina por la cual no pasaba mucha gente, de hecho estaba desierto, aunque notaron que no había mucha necesidad de ocultarse, ya que varios stillabunt hacían lo mismo (y más) sin preocupaciones.

Caminaron entre todos, notando un aura demasiado inusual a la acostumbrada, escuchaban risas a todas partes, pero no parecían de burlas, veían lugares en las que todos reposaban y gozaban de alimentos que parecían deliciosos, pero no parecían de alto rango como para disfrutar de tales placeres, había infantes encima de los altos, pero no parecía que quisieran alcanzar algo.

— Esto es muy extraño — Admitió Rojo, Púrpura no respondió.

Después de un buen tiempo caminando, el pak de Púrpura empezó a emitir un chillido, que indicaba que habían llegado al centro total del planeta, pocos notaron esta alarma, puesto que había mucho ruido en la vía pública, sólo los no-adultos que estaban a la altura de su espalda lo escucharon, sin tomarle importancia

— Aquí — Avisó el de color morado después de exhalar una gran bocanada de aire. Rojo asintió y de su pak sacó el taladro y fingiendo caerse, intentó clavarlo en el suelo, si no fuese porque todo aquel que estaba al rededor le quiso ayudar, lo que malinterpretaron como un ataque, queriendo auto-destruirse

Toda la sangre se le heló cuando una mano le tocó del brazo ejerciendo fuerza, levantándolo. Antes de despegarse totalmente del suelo, soltó con fuerza el taladro, el cual se sujetó fuertemente de la tierra, sumergiéndose en ésta cada vez más, Rojo sonrió por unos segundos, sin embargo volvió a la realidad cuando sintió pequeñas bolas de carne despegarse de él, dándole escalofríos

Parecía una stillabunt, poseía unas grandes pestañas, y lo último mencionado en las puntas de sus dedos, sin embargo eran diferentes a los demás que observaron que las poseían, normalmente esas bolas de carne eran de un color rosa pálido, casi blanco, sin embargo los de ella se coloreaban de un verde brillante, era centímetros más grande que ellos, con los colores comunes de la especie invertidos, en su caso, su piel era más oscura que sus ojos, resaltando unos pálidos globos oculares

— ¿Estás bien? — Preguntó, reconociendo su voz como una apacible, pero a la vez demasiado grave como para tener firmeza

Rojo no le quitaba la vista a sus dedos, pareciéndole lo más extraño que jamás hubiera visto, ¿para qué serviría esa extremidad sí no fuera para incomodar?

— Si. . . — Respondió inseguro, queriendo acabar ese encuentro lo más pronto posible

— Rojo, yo creo que mejor nos vamos — Sugirió Púrpura ejerciendo fuerza en su brazo, que lo tenía sujeto a él, el mencionado asintió para comenzar a caminar.

La stillabunt miró al suelo, buscando la causa de la caída, encontrando un hoyo en el suelo (creado por el taladro)

— ¡Por eso te caíste! — Mencionó llamando la atención de ambos, quienes voltearon, notando que apuntaba al suelo, justo donde "se cayó" — ¿Verdad? — Ambos la miraron sin interés, rozando con la arrogancia 

— Eh. . . Si, supongo — Respondió volviendo a mirar hacia en frente 

— Eso debe de ser arreglado. Siempre camino por estas calles y nunca lo noté. Pero supongo que tanta gente caminando encima debió agrietarlo sin que lo notara — Dejaron de escucharla rápidamente, volviendo a sus caminos, aunque ella apresuró el paso a su dirección acompañándolos sin su consentimiento — Soy Saphir, ¿y ustedes? oh. . .¿qué es eso? — Señaló al pak, siendo la primera en notar que lo tenían, y que nadie más de la población tenía algo parecido

— Algo muy importante, adiós — Apresuraron el paso, y Saphir notó que Púrpura aún no soltaba a Rojo 

— ¿Ustedes están unidos? — Preguntó entusiasta

— ¡¿Qué se supone que significa eso?! — Soltó Púrpura sobresaltando a la contraria, en realidad, a todos a su alrededor, la fémina rió a continuación

— ¿Qué se supone que debe significar? No deben ofenderse por eso — Expuso amigable

— Tenemos prisa — Argumentó Rojo intentando volver a su travesía

— ¿A qué? ¿A dónde van? ¿Algún encuentro especial? ¿Puedo acompañarlos? Estoy intentando conocer a cada stillabunt, y si hay alguien que aún no conozco, deseo hacerlo, y sí ya he visto a sus amigos, igual son mis amigos, todo al que conozco terminamos siendo amigos, a propósito, ¿cómo se llaman? — Ambos exhalaron cansados, no sabían cómo demonios quitarse a esa tipa de encima, finalmente Púrpura decidió encararle

— ¿Qué habías preguntado? — Rió ya algo extrañada.

—. . . Ustedes son algo olvidadizos — Bromeó irritando a ambos — ¿Cómo se llaman? — Repitió

— Sí te digo ¿nos dejas en paz? — La más alta hizo una mueca, intentando conservar su amabilidad, sin embargo ya sentía que no eran precisamente como los demás

— Son muy raros — Comentó agotando la paciencia del dúo — ¿Qué stillabunt no desea hacer amistad? E incluso encontrar a su unión — Comentó de manera soñadora, juntando sus manos, dirigiéndole su vista a Rojo, quien repudiaba tener sus ojos posados en él

— Si, si, somos raros, mejor aléjate, tal vez te hacemos rara — Despidió Púrpura, siendo el primero en ofender a un stillabunt, y ella era la primera en ser ofendida en años.

Ellos realmente no eran de ahí

. . .

— Y ahora, ¿qué se supone que pase? — Cuestionó el de morado, ambos se encontraban en la nave, al otro lado del valle en que primeramente llegaron

— Esperar información. Ese taladro está programado para adaptarse a todo a su alrededor e infiltrarse a éste

— Ya lo sé

— ¿Entonces por qué preguntas? Sólo relájate — Exclamó apoyando su peso en el asiento del piloto

— No me puedo relajar, quiero acabar con esto lo más pronto posible, ¿qué clase de información nos dará?

— Es el centro del planeta, toda clase. Por favor, déjame descansar — Exigió

Púrpura estaba con los brazos cruzados, teniendo por alguna razón preocupación, ¿por qué se mostró grosero cuando debería ser como los demás? ¿por su nueva apariencia? ¿simple angustia porque la misión estuviera bien? ¿miedo de que los descubrieran? ¿que había gente igual o incluso más alta que él? Todas juntas

— ¿A qué crees que se refieran con "la unión"? Me da la sensación que no es lo que pensamos — Preguntó de golpe Rojo

— No lo sé, y no planeo que me interese 

— Alguien "unido" a otro. Unido ¿por siempre? y ¿de qué manera? Parece que a todos les gusta saber que pasa 

— Si, pero aquí todo es contrario a Irk. No se ve a nadie haciendo nada útil, hay calles llenas de gente hablando entre sí, no hay edificios que parezcan grandes roles en esta sociedad, parece que todos viven sólo por eso, sin ser útiles a algo grande. ¡Cada Irken usa todo su potencial en algo útil! Estos stillabunts. . . parece que no

— Ellos se relajan a cada minuto, he notado eso. Y se ayudan. Por ejemplo, esa con la que nos topamos hoy, dijo que quiere conocer a cada uno de la población, ¡cada uno! ¡¿qué clase de ambición es esa?! — Burló cayendo en carcajadas, subiéndole el ánimo al contrario, quien lo acompañó en su bullicio

— Si, es patético — Rió sujetando su estómago — Sólo por eso perecerán en menos de un mes ¡ja! Nos habremos tardado más en haber llegado que en haber desecho este planeta, y convertirlo en útil por supuesto — Rojo asintió continuando con sus risas

Pararon al escuchar continuos pitidos de la nave, la información les llovió a su suerte

Bicolor | RaPrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora