Capítulo 10.5: Noche de lujo

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Permanecieron unos minutos en la misma sala, esperando algo o a alguien, lo cual llegó varios  minutos después, un grupo de escoltas los llevaron a una habitación muy espaciosa, y al Irken guía lo mandaron de donde vino, dejándolos solos

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Permanecieron unos minutos en la misma sala, esperando algo o a alguien, lo cual llegó varios  minutos después, un grupo de escoltas los llevaron a una habitación muy espaciosa, y al Irken guía lo mandaron de donde vino, dejándolos solos

— ¿Desean que los cuidemos? — Preguntó un guardia antes de salir

— Estarán afuera de la puerta de todas formas, ¿no? — El guardia asintió — En ese caso pueden permanecer afuera — Ordenó Rojo altanero. Los guardias obedecieron y les dieron su privacidad

Apenas cerraron las puertas ambos saltaron llenos de júbilo y rodaron por todo el suelo, siendo de lo más lujoso y limpio, lo era más que todo comparado a lo poco que habían visto durante toda la vida

Saltaron a un gran sofá en el que podía acostarse ambos sin problema, ya que estaba tan grande como para que el Más Alto lo usará cómodamente, se asemejaba más una cama. 

Se regocijaron en todas las comodidades que la habitación ofrecía, sin contar que les obsequiaban comida repleta de azúcar a cada hora, gozando de lo que era, la vida de un Más Alto en su máximo resplendor. Podían decir que esa noche, llenaba toda la pena que pudiesen tener en el resto de sus existencias.

Toda la velada se la pasaron saltando en los cojines del sofá, alcanzando grandes alturas, en más de una ocasión se cayeron; realizaron una pequeña pelea de comida, en la que terminaron llenos de azúcar; intentaron subirse por sí solos a unas sillas, sin embargo como estas no tenían ningún tipo de soporte donde apoyarse para subir, llamaron a dos guardias a que les ayudaran, usándolos de escaleras, después de unas cuantas horas de estar sentados muy relajados, los volvieron a llamar porque ahora querían bajar, total, toda una noche de diversión, contrariando el estrés de los guardias, quienes no podían repelar ante sus infantiles órdenes y tonos de voz, eran órdenes directas de Miyuki que estuvieran totalmente cómodos, ni siquiera su verdadera líder les hablaba así.

Rezaban porque no sé convirtieran realmente en los siguientes Mas Altos.

Bicolor | RaPrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora