Capitulo 23.

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                            Ashton.

— ¿Listo para ir a la escuela? — preguntó Anna en mi puerta.

— No, realmente — dije mientras hacía una mueca y cerraba la puerta tras de mi.

— Todo irá bien, ya lo verás — dijo Anna mientras plantaba un sonoro beso en mi mejilla.

Empezamos a caminar para ir a la escuela. No hablábamos mucho porque yo iba realmente nervioso. No quería encontrarme con Amber o sus amigos. Ya me siento lo suficientemente mal y avergonzado como para verlos reírse en mi cara, no gracias. Me tomó por sorpresa cuando Val tomo mi mano. La miré y me regaló una hermosa sonrisa, yo traté de devolvérsela.

— No estés nervioso — me dijo.

— Trato de no estarlo, pero, ¿y si se burlan de mi? — pregunté con clara angustia reflejada en mi cara.

— Mira, Ashton. No te diré que nada de eso pasará porque simplemente no lo sé. Las personas pueden ser muy malas, pero, no estarás solo. Me tendrás a mi y a los chicos apoyándote — dijo apretando más mi mano —. Y ya sabes, a tu mejor amiga le encanta patear y causar dolor a personas malas — dijo ella guiñandome un ojo.

Yo reí. Si que le encanta hacer daño, me preocupa a veces.

Llegamos a la escuela y Anna no me soltó la mano en ningún momento. Me acompaño hasta mi casillero, yo estaba muy nervioso. No había rastro de populares, aún. Después fuimos a su casillero y finalmente fuimos a parar al salón de clases.

Saludamos a los chicos, no pudimos conversar mucho porque la clase comenzó. Pasaron las horas y llegó la hora del receso. Nos dirijimos a la cafetería.

— Vas a comer, no hay discusión — me advirtió Anna. Yo rodee los ojos, puede comportarse como una mamá cuando se lo propone.

Hicimos fila para conseguir nuestro alimento. Yo opte por un sándwich de pan integral con verdura y agua natural, necesito algo ligero. Lo siento, mi autoestima se fue al caño, tengo que estar feliz con mi cuerpo. Y ahí es donde fallo. Los demás consiguieron sus alimentos y buscamos una mesa para poder comer.

— Maldicion, moría de hambre — dijo Luke mientras le daba un mordisco a su sandwich con queso —. No cené nada ayer.

— Sabes que no puedes saltarte comidas, amor —le dijo Raquel, estos son tan tiernos.

— Lo sé, pero no tuve tiempo.

— ¿Porqué? — preguntó ahora Anna, que estaba sentada a mi lado.

— Bueno, si pude haber cenado, simplemente no quise. Estaba volviéndome loco mientras tocaba mi guitarra, es algo realmente adictivo para mí — dijo Luke con la boca llena. Anna hizo un gesto de disgusto.

— Ahora que lo pienso, todos ustedes tocan un instrumento, ¿no? — preguntó Raquel dirigiéndose a los hombres del grupo.

— Yo también tocó la guitarra — dijo Michael, para después darle un mordisco a su rebanada de pizza.

— Tengo un bajo en casa — dijo Calum.

— Y yo mi batería — dije al final.

— Eso es genial — exclamó Raquel —. Tienen un hobby. En mi caso, yo no toco ningún instrumento, pero, me gusta dibujar.

— Todos con sus talentos y yo aquí sin ninguno — dijo Anna, yo solté una risita.

— Eres muy buena horneando y haciendo pasteles — dije.

— Eso cuenta como talento — dijo Calum.

— Supongo — murmuró Anna encogiéndose de hombros.

Seguimos hablando de cosas random, hasta que algo llamó mi atención.

Amber y Connor besándose, muy intensamente.

¿Esto es en serio? ¿Rompimos el viernes y ya está tragandose a besos con tipos? Y yo como estupido llorando por ella. Tengo mucho coraje en este momento. Ahora que recuerdo, Connor fue el nombre que Amber dijo en aquella llamada. Maldición, eran cómplices y pareja. Soy tan imbecil.

Me levanté de la mesa, enojado.

— Ashton, amigo. ¿Estás bien? — preguntó Luke.

— No quiero estar aquí — dije sin dejar de mirar a la pareja de enfrente.

¡Deja de mirar, carajo! ¡No pierdas la poca dignidad que te queda!

Salí de la cafetería ignorando los llamados de mis amigos. Caminé al único lugar que sé que no hay gente, en el campo tras las gradas. Al llegar, deje caer mi trasero en el pasto. Atraje mis rodillas a mi pecho y escondí mi cabeza en ellas. Me siento impotente. No me voy a permitir derramar ninguna lágrima más por personas como ellas.

A los pocos minutos alguien se sienta a mi lado, sé quién es por su fragancia.

— Ash...

— Perdon, solo vine a calmar los nervios — dije sin despegar mi cabeza de mis rodillas. Ella puso una mano en mi hombro y no dijo nada más. Solo estaba ahí, dándome su apoyo. No sé cuánto tiempo estuve así.

Pero Anna siempre estuvo ahí.

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Gracias por leer — a.

Best Friends... Or Not. «Ashton Irwin» [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora