Capitulo 2.

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Ashton.

Sonó la alarma de mi reloj de mesa y estiré mi brazo para apagarla. Hora de levantarse.

Me trate de estirar en mi cama, pero, al hacerlo, mi mano se topa con un gran bulto a mi lado. Aquí está Anna. Oops.

Ella tiene una manía de taparse toda para dormir, hablo enserio, toda.

— Hey, estoy aquí — se escuchó su voz toda adormilada.

— Lo siento — me disculpé —. Es hora de levantarnos, tenemos que ir a la escuela — dije sacudiendola.

Escuché un gruñido de su parte, pero al fin, se destapó. Solté una risita burlona, estaba toda despeinada y tenía la marca de la cama en la cara.

Pero aún así era hermosa.

Soy su mejor amigo, si, pero eso no quita que no la miré. Soy un adolescente, o eso creo. La miró y me doy cuenta de que, mi mejor amiga es hermosa. Tengo que protegerla, apenas tenemos 13 años, lo sé pero, es un hecho que vamos a crecer y madurar, Anna se va a desarrollar físicamente y, demonios, tendré que aullentar a tanto joven hormonal. Lo sé, estoy seguro.

— ¿De que te ríes, Fletcher? — preguntó burlonamente, ella sabe que odio mi segundo nombre. Rodé los ojos y me pare de la cama.

— De lo horrible que te ves por las mañanas — bromeó mientras busco en mi armario lo que me pondré hoy. Oí un sonido de ofendida de su parte.

— ¿Me veo horrible? — preguntó haciendo un puchero. La miré y, se veía malditamente adorable. Tome mi toalla y me adentre al baño. Tomaré una ducha.

— No Val, te ves hermosa — dije cerrando la puerta del baño —. La baba seca de tu cara te hace ver más hermosa aún — volví a decir en broma.

— ¡Hey! — la escuché exclamar. Yo solté una carcajada.

Tomé mi ducha lo más rápido que pude y salí de la regadera. Todavía dentro del baño me sequé y me coloque mis boxers. Me volví a enrrollar la toalla en la cadera y salí del baño, se que Anna también tomará una ducha.

Ella estaba buscando ropa en mi armario.

— Ya puedes entrar — avisé. Ella me miró y asintió.

Al entrar ella al baño, procedí a cambiarme. Al terminar arregle mi cabello.

— ¡Anna! — hable a través de la puerta, escuché un sonido de su parte, indicándome que tenía su atención —. Voy a estar abajo, no tardes para que alcances a desayunar.

— Ok.

Salí de mi habitación y cerré la puerta, baje a la cocina y ahí ya estaba mamá.

— Buenos días, mamá — me acerque para darle un beso en la mejilla.

— Buenos días cariño — saludo ella. Estaba preparando sandwiches. Me senté en el comedor —. Escuché voces, ¿Anna durmió aquí? — preguntó mamá.

— Si, llegó como a las 12 de la noche. Ya sabes, lo típico. Sus papás peleando y ella llegando aquí, llorando — dije soltando un suspiro. Odio verla llorar, odio verla triste. Lo odio.

— Me da tristeza su situación —dijo mamá.

— A mí también, pero no podemos hacer nada. Es problema de ellos y eso, a Anna, le frustra.

— Lo sé — hizo una mueca —. Dile que no hay problema con que se quede aquí las noches que necesite, se que le afecta “molestar” — dijo haciendo comillas. Mamá adora a Anna. Le encanta que venga pero Anna no deja de decir que sólo molesta y eso, me frustra a mi.

— Ya se lo dije y también le dije que no molesta para nada. Pero Anna es una terca — dije riendo al final. Si que lo era.

Mamá me sirvió mi sandwich y puso a mi lado el de Anna, nos preparó leche chocolatada. Yummy.

— Buenos días — saludó Anna entrando a la cocina. Ya estaba arreglada. Era muy linda.

— Anna, linda — dijo mamá, Anna sonrió y se acercó a darle un abrazo —. Me alegra verte, cariño.

— A mí también me alegra verte, Anne — dijo Anna sonriendo.

— Bueno niños, coman. Yo ya me tengo que ir a trabajar — nos ordenó. Luego me miró —. Y tú, ya sabes. Cierras la casa bien y te portas bien en la escuela. Cuando regreses te preparas algo de comer. ¿Ok?

— Ok, mamá.

Mi mamá se acercó a mi y me besó la frente, luego fue con Anna e hizo lo mismo. Mamá salió de la cocina para tomar sus cosas y abandonar la casa.

Resulta que soy hijo único, y mi padre nos abandonó cuando yo era más niño. Así que, de no ser por Anna, pasaría mis días solos.

— Hay que apurarnos si queremos llegar a tiempo. También tenemos que pasar a tu casa por tu mochila —mencione ya que nos encontrábamos solos.

Ella solo asintió, ya que tenía la boca llena de comida.

Terminamos de comer y nos fuimos a lavar los dientes, porque, si, Anna tenía un cepillo de dientes aquí. Ya con los dientes limpios yo tomé mi mochila. Salimos de casa y cerré con seguro la puerta.

Emprendimos camino a la casa de Anna. Cuando llegamos, Anna saco la llave de dónde la tenía escondida y abrió su casa. No había nadie, sus padres trabajan.

Ella subió a su habitación y yo la esperé en la sala, no había mucho tiempo. Luego de unos minutos ella bajo, salimos de su casa y emprendimos camino a la escuela.

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Hoy no tengo ánimos, pero gracias por leer.

Best Friends... Or Not. «Ashton Irwin» [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora