Capítulo 67.

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Las cosas con Calum salieron bastante bien, mejor de lo que esperaba. Hablamos sobre todo lo que nos pasó en estos años, y la verdad me impresionó el hecho de que no cambio para nada, mi amigo sigue conservando su manera de ser, no cambió su actitud por la fama o algo parecido.

Según por lo que me contó, ellos estarán aquí por un par de semanas, ya que están a punto de comenzar con su tour. Así que quedamos en vernos otro día y salir a dar la vuelta.

Ahora mismo estoy frente a la casa de Los padres de Mike, y los nervios volvieron a mi.

Joder, espero que su reacción sea igual de agradable que la de Cal.

Respiro profundo y toco el timbre. Reviso que los cupcakes se vean impecables, para después volver la mirada a la puerta, esperando que alguien me resiva. Escucho ruido dentro de la casa, unos pasos y después alguien abre la puerta, es Karen.

— ¡Oh Dios mio! ¡Anna, querida! — me alivia el hecho de que al parecer le da gusto verme —. Cuanto tiempo sin verte, linda, pasa, pasa.

Se hace a un lado y me deja entrar, de forma tímida lo hago.

— Me alegra verla, señora Clifford.

Ella se acerca a mi y me da un abrazo de madre.

— Igual a mi me da gusto verte, linda. Ven, pasa a la sala, estamos celebrando.

Y puedo imaginar porque.

Ambas caminamos a la sala, de lejos puedo reconocer a Michael de espaldas, tiene el cabello rosa y está un poco más alto. Frente a él está una chica, también con el pelo rosa, es muy linda. La chica parece avisarle a Michael que hay alguien tras de él, el reacciona y se da la vuelta.

Me esperaba de todo, menos ese gran grito agudo que soltó al verme.

Wow, extrañaba demaciado esos gritos.

— ¡Anna Valery Anderson! — gritó el, sin dejar su tono agudo. Sus ojos estaban abiertos demasiado por la sorpresa.

— ¡Michael Gordon Clifford! — grité yo de vuelta.

El comenzó a correr en mi dirección, y, pude respirar a gusto cuando sentí sus brazos alrededor de mi, abrazándome con fuerza. El pegó su mejilla a la mía en medio de él abrazo, y pude sentir su barba.

— Mierda, te extrañé demaciado, tonta — escuché su dulce voz.

— Te extrañé mas, no sabes cuanto.

Al separarnos, el colocó su mano en mi mejilla y la pellizco. Ambos soltamos una risa.

— Oh, joder, tengo que presentarte a alguien — habló el, recordando algo —. Valery, ella es Crystal, mi novia — Mike apuntó a la chica pelirosa.

Omg, mi pequeño Mikey tiene una novia formal, soy madre orgullosa.

— Mucho gusto linda, Mike me ha hablado mucho sobre ti — Crystal me tendió la mano, yo la tomé, haciendo el típico saludo de chicas que incluye chocar las mejillas simulando un beso.

Ou, huele bien.

— El gusto es mío, Crystal.

Ok, ella me agrada.

— ¿Lo que traes ahí son cupcakes? — pregunta Mike, llamando nuestra atención.

— Oh, si, son tuyos, yo los hice.

El tomó la caja, emocionado. La abrió y sacó de esta un cupcake, lo admiró por unos segundos relamiendo sus labios, el sigue siendo igual de adorable que antes.

Solté una risita.

Crystal recibió una llamada, así que tuvo que salir de la sala por unos momentos. Mientras, Mike me hizo sentarme junto a él en el sofá. Tenía crema de mantequilla en la nariz, pero parecía no importarle.

— Y dime, ¿qué ha sido de Valery Anderson estos últimos años? — preguntó el con la boca llena.

— Pues, entré a la universidad, estoy por graduarme. Si todo sale bien pronto seré una chica con título.

— ¿Y te pudiste adaptar bien en Corea?

— Pues no fue faci... — un momento, ¿cómo sabe eso? Fruncí el ceño —. ¿Cómo sabes que me fui a Corea?

Jeje, que ricos cupcakes.

— ¡Mike!

Best Friends... Or Not. «Ashton Irwin» [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora