Miley.
—Buenos días, Chelsea —contesté el saludo de mi asistente y esta me miró atemorizada. Aún no sabía por qué la intimidaba tanto.
—Aquí está su capuchino, señorita Miley. También tiene los números que me pidió anotados en la hoja y cinco correos pendientes —asentí y ella huyó de mi oficina como si la hubiera echado. Pobre, supongo que trabajar conmigo no era tarea fácil.
Hice un masaje en mi sien y tomé un sorbo de la bebida comenzando a organizar las carpetas. Necesitaba concentrarme en los detalles de la siguiente campaña o si no quedaría mal con David; no lo quería defraudar.
Tenía que convocar una reunión con todo el departamento de publicidad, necesitaba apoyo e ideas.
—Oh, por Dios —suspiré apoyando mi cara entre mis manos. La cabeza me dolía mucho y ni hablar del estrés que cargaba encima. Desde hace dos semanas estaba trabajando en la empresa de los Crild y desde hace dos meses mi vida había cambiado por completo.
Resumo para no alargar la historia:
1. Mi mejor amigo se quiere casar conmigo.
2. Mi madre lo apoya.
3. Yo no me quiero casar porque simplemente no quiero.
4. Mi padre me apoya a mí.
Las palabras de mi madre fueron exactamente estas: "mientras vivas del dinero de mi esposo y mientras vivas bajo mi techo, tú harás lo que yo diga". Mi respuesta fue simple, renuncié a la empresa de mi padre y me fui al departamento de mi hermana.
Yo no iba a dejar que gobernaran mi vida, mucho menos Ricardo, mi "mejor amigo". El problema con Rique, como le decía de cariño, no era el hecho de que fuera un mal amigo, era el hecho de que no comprendiera que era un amigo. Nuestra relación era particular, cualquier desconocido diría que somos novios, uno al lado del otro siempre, pero no. Él era el único chico que había estado en mi vida sexualmente.
El único que me ha visto desnuda, el único al que he considerado una especie de algo, pero nada más, no lo veo como una pareja.
Bueno, se podría decir que desde hace dos semanas no es el único que ha estado conmigo sexualmente. Tragué saliva recordando esa noche. La noche.
Oh, Dios mío, la noche.
Aún no puedo creer que yo, Miley María Russell, pasé la noche con un desconocido. Me acosté con un desconocido. Tuve sexo con un desconocido.
Me gustaría decir que estoy arrepentida, que no lo disfruté, que no recuerdo con exactitud el cuerpo de ese chico, pero no es así. Recuerdo cosas, muchas cosas, excepto su voz y su cara. Lo hicimos con máscaras y ebrios, hablamos tonterías, nos besamos más que nada, y aún recuerdo lo mucho que lo disfruté. Fue... Magnífico, nada que ver lo que he vivido con Rique.
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Más que Desconocidos [Areté Crild #4] ✔️
RomansMiley Russell tenía la vida perfecta. Todo cambió después de que en una noche de copas y bailes, se acostó con Taylor Crild sin saber que era él. ¿Lo peor? Ninguno se vio la cara al día siguiente. ¿Lo inesperado? Saber que estaba embarazada. ¿Lo...