Más que Desconocidos [Areté Crild #4] ✔️

Capítulo 34 - La promesa

IMPORTANTE LEER: 

Este capítulo tratará un tema muy serio que quiero que se tomen con el mayor respeto. Si no estás de acuerdo, es válido, pero una ofensa no cambiará ni una palabra que haya sido escrita aquí. Gracias por la atención.

Capítulo dedicado a las mujeres que tomaron esa difícil decisión. 

Taylor.

-Semanas antes-

Aparco frente al café que me indicó Summer y respiro hondo planteando todas mis ideas.

No haré nada malo.

No engañaré a Miley.

No arruinaré mi relación.

Salgo después de varios minutos y camino con confianza al pequeño lugar. Ya he venido aquí un par de veces, hacen un excelente café y Summer vive muy cerca de aquí.

La visualizo a dos mesas de la puerta, está concentrada en su teléfono y su piel está blanca como un papel. Definitivamente algo le pasa.

—Summer —me detengo a su lado y ella alza rápidamente la mirada encontrándose con la mía.

Sus ojos brillan con emoción y lo que identifico como ilusión. Ella está enamorada de mí y eso es algo que no se puede negar.

—Hola, Taylor —se levanta rápidamente y me abraza pegando su mejilla a mi pecho.

Respiro hondo y le devuelvo el abrazo porque eso no tiene nada que ver con la infidelidad. Summer y yo llevamos años cociéndonos y a pesar de nuestro historial, somos amigos. No los mejores, pero lo somos.

— ¿Qué pasa? —me siento en la silla frente a ella y espero a que haga lo mismo un poco impaciente.

—Yo... Taylor, pasa algo —sus ojos se llenan de lágrimas y noto por sus ojeras que no ha dormido mucho. Algo grave tiene que estar pasando para que esté así.

— ¿Qué pasa, Summer? —tomo una de sus manos y ella usa la otra para secarse las lágrimas con una servilleta.

—Estoy embarazada... —comienza a llorar y me paralizo respirando hondo.

Hago cuentas, estuvimos juntos hace algunas semanas, ¿es posible que sea yo?

¿Summer está embarazada de mí?

— ¿Estás segura? —aprieto su mano con fuerza y ella asiente hundiendo sus dedos en su cabello.

—Me hice una prueba de sangre hace una semana, yo... No sé qué hacer, Taylor, yo no quiero ser madre todavía... —clavo mi mirada en la mesa y luego trago saliva sin saber qué decir.