The Perfect Pet ; Frerard

Once

El cabello de Gerard parecía brillante gracias a la luz y se notaba que había salido hace unos momentos de la ducha. Estaba sentado en la sala con una camiseta blanca y unos pantalones grises largos. Tenía puesto a Harry Styles a casi todo volumen.

Eso fue lo que Frank vio cuando entró a su casa luego de un día de trabajo, no era la hora común a la que llegaba a su casa, solía llegar dos horas más tarde, por lo que Gerard no planeaba que el mayor lo viese alegremente cantar.

— Hola, Gerard — Saluda Frank y el nombrado gira su cabeza para verle. Lo saluda educadamente de vuelta y el mayor deja sus cosas encima del sofá, mientras e con curiosidad lo que el menor hace. — ¿Qué haces?

— Terminé un informe hace un rato, me duché y estoy descansando. Iba a ocupar las mascarillas que compré el otro día, creo que son coreanas o chinas. No sé, aparecen en todos los idiomas menos en el mío. Ya tengo la cara lavada y todo eso, entonces iba a ponérmela.

Frank asiente mientras da una vuelta para buscar una manzana en la cocina sin decir mucho más. El pelirrojo muerde un poco su labio antes de proponer su idea al contrario.

— ¿Quieres ocupar una? Tengo dos. — Dice cuando lo ve dar el primer mordisco a su manzana.

El tatuado se encoge de hombros y asiente levemente acercándose al sofá y sentándose al lado de Gerard, en la otra parte del sofá. El sofá de Frank tenía una bonita forma de L por lo que era bastante grande y cómodo. El menor no entendía como podía comprar cosas que eran usualmente para familias, que necesitaban espacio y comodidad, para él solo. No tenía ningún animal que lo acompañase siquiera y era él en una casa gigante.

Al principio pensó que era para equivalga el tamaño de su ego, o recompensar otras cosas como su altura. Ni siquiera tenía visitas, y lo había comprobado en el tiempo que había estado viviendo ahí. Nadie lo visitaba en realidad, era realmente un lobo solitario o un antisocial en su máxima expresión.

— Me la voy a poner primero, ¿Puedes ir a lavarte la cara? Tienes que ponerte este exfoliante y luego de sacártelo, te pones este tónico. — Le indica dándole dos cremas a Frank y éste asiente mientras se levanta de manera serena y sin apuros.

Gerard mira su cara en el espejo y pone cuidadosamente su mascarilla tratando de seguir las instrucciones del video que vio como guía para ocuparlo correctamente. Había comprado dos para probarlas por su le convencían y era divertido tener que hacer tantos pasos que al parecer, daban resultado.

Se veía gracioso con la mascarilla en su cara, lo hacía ver algo más blanco y muy curioso. Decidió colocarse unos apretadores en el pelo para que no interrumpiese con la mascarilla ya que su cabello siempre sería rebelde.

En sí, tenía demasiado producto que hizo que su cara se sintiese húmeda y algo rebalosa. Se preguntaba si a Frank le agradaría.

Había leído, también, que los productos coreanos eran muy buenos por la piel por lo que estaba confiando en los productos asiáticos.

— Oh, ya te colocaste una — Señala mientras se vuelve a sentar en el mismo lugar de ante y tiene la cara medio mojada, por lo que Gerard sonríe.

— Sí, déjame colocarte una a ti ahora.

Nunca había sonado tan informal al hablarle a su amo, de hecho nunca había hablado con tanta naturalidad. Ahora podría decir que conocía un poco al sujeto, era como desbloquear cosas de su personalidad de a poco.

Se arrodilló encima del sofá para poder acercarse y colocarle bien la mascarilla, tratando de no ponérsela mal como la vez que casi le entierra la aguja al coserle la camisa. Sus manos estaban un poco llenas de producto, y trataba de colocársela lo mejor posible.