Dieciséis

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Abril llegó. Marzo había transcurrido rápido y trajo consigo muchos cambios; algunos pequeños, algunos grandes. Pero todos eran significativos.

Después de que Gee se dejó en vergüenza como nunca antes gracias a unas "Scooby Galletas", pasó días bastante apenado, sobre todo porque Frank, cuando estaba de buen humor, hacía bromas pesadas al respecto. Gerard pensaba que, a pesar de su crueldad, al menos era lindo cuando se reía.

«Él te cuida a su manera». Le dijo Lindsey en su momento, refiriéndose al hecho de que Frank al menos le aconsejó a Gee que tuviera más cuidado en las fiestas porque realmente podría pasarle algo malo. «Frank puede ser medio maldito, pero no es mala gente».

Gerard no pudo estar más de acuerdo. Cada vez que él quería olvidar lo mucho que se dejó en pena a sí mismo al ponerse a aullar como un maniático y suplicarle a Frank que le diera cariño, el mayor se encargaba de hacer algún chiste al respecto y reírse a carcajadas.

Llegó un punto en el que el pelirrojo se dio cuenta de que siempre hay un límite en el que das tanta pena ajena, que es imposible que puedas hacer algo peor... Verlo de ese modo, lo hizo alegrarse por cruzar ese límite a los diecinueve años.

Y viéndole el lado bueno, aquel percance suscitó que hubiera más confianza con Frank. Claro, seguía siendo el mismo tipo hermético que nunca le contaría la historia de su vida pero, al menos, tenía la confianza suficiente para hacer bromas de las que él se terminaba riendo al superar la vergüenza inicial. Aquello era un avance. Y el que Frank fuese más cariñoso dentro del roleplay también lo era; aunque lo hiciera sólo cuando Gee era bueno, no porque realmente fuese algo involuntario.

Luego pasaron una semana entera distanciados cuando llegaron las vacaciones de primavera y Gerard se fue con Lindsey a Nueva Jersey para estar con su familia, pues su cumpleaños fue esa misma semana. Se sintió feliz cuando Frank lo llamó para al menos decirle "feliz cumpleaños", pero no tanto cuando se apresuró a preguntarle si ya les había dicho a sus padres y a su hermano que la "relación" que tuvieron que inventarse cuando Frank los conoció, había terminado.

— Sí, Frank. Ya les dije que terminamos... Nadie sufrió por ti. 

— Bien. — Respondió sin nada más que agregar antes de despedirse.

Gerard estaba indignado; Frank ni siquiera le preguntó cómo estaba yendo su día o le expresó los típicos buenos deseos que le das a alguien cuando cumple años. Daba la impresión de que su única intención para llamar era saber si Gerard había terminado la relación falsa, y sólo le había dicho "feliz cumpleaños" porque era un convencionalismo social básico.

Pero así era Frank... Y Gerard se recordaba a sí mismo que aquello no tenía por qué afectarle tanto si ellos no compartían ningún vínculo emocional.

En parte, le parecía tonto pensar en Frank cuando estaba de vacaciones, siendo que las vacaciones eran el momento perfecto para olvidarse de su trabajo como "mascota" y ser una persona normal. Y Gerard pasó tiempo de calidad con su familia, hizo muchas cosas divertidas con Lindsey como ir a la playa o parques de diversiones con sus viejos amigos de la ciudad, e incluso pasó noches de lo más emocionado hablando por teléfono con Patrick, quien ya estaba con su banda tocando en festivales. Aun así, pensaba en Frank.

Era imposible no pensar en él, sobre todo considerando lo involucrado que estaba con los avances que había tenido Fall Out Boy, los cuales formaban parte de los cambios bastante grandes que ocurrieron el último mes. Frank apostó mucho por la banda; no tenían un manager y les consiguió a alguien de confianza, quien les agendó presentaciones en clubes con más público, les consiguió la oportunidad de ser teloneros de una banda importante, y faltando tan poco tiempo para las vacaciones de primavera, les consiguió de última hora un lugar en el line-up de un festival; el nombre de la banda, por supuesto, no estaba arriba entre los más grandes, y aunque no tenían el enorme público de las bandas más famosas, era innegable que Fall Out Boy estaba creciendo rápido.

The Perfect Pet ; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora