Diecisiete

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Al entrar al elevador, Frank presionó el botón del piso siete.

— Estoy omitiendo el piso seis porque es el departamento de finanzas y es un lugar aburrido. — Explicó.

A Gerard le parecía curioso cómo varios botones tenían su luz apagada, mientras que las luces de los demás estaban encendidas. Recordó que, cuando Pete usó su tarjeta de acceso, sólo se encendió el botón del piso dos.

— ¿Por qué los botones del dos al cinco, el diez y el doce están apagados? — Preguntó mientras el elevador subía.

— Porque están restringidos; necesitas una tarjeta de acceso para entrar. Los pisos dos, tres, cuatro y cinco son los estudios de grabación A, B, C, y D.

— Oh... ¿Por eso mis amigos tienen acceso al segundo piso?

— Así es; ellos trabajan conmigo en el estudio A, que es mi área cuando me dedico a producir música. En los demás estudios están los productores musicales que pertenecen a la disquera y que contraté para cubrir la demanda de los artistas; cada vez es más la música que se produce aquí y yo no puedo hacerlo solo.

«Con razón les emocionaba tanto estar en el estudio A». Pensó Gerard, recordando los momentos en que sus amigos hablaban del estudio A como si fuese lo mejor del mundo... Y ahora entendía que lo era; pues estar en el estudio A significaba trabajar con Frank.

El elevador se detuvo y abrió sus puertas en el piso siete.

— Entonces... — Dijo al salir. — Cada artista y productor tiene una tarjeta para acceder al estudio que le corresponde ¿No?

— Exacto. Las áreas restringidas están precisamente para que no entre cualquiera. Imagina que todos pudieran entrar a los estudios e interferir con las grabaciones; sería un caos. El piso diez también está restringido porque es el área de diseño; allí se realizan las portadas de los álbumes y promocionales, lo cual es obviamente confidencial.

— ¿Y en el piso doce qué hay? Ese también está restringido.

— Es mi oficina.

— Vaya... Parece que le gusta la privacidad, señor Iero.

— Oh, ¿Cómo lo supiste? — Rió simpático.

Gerard rió también; le gustaba estar así con él, jugando a ser desconocidos, hablando, riendo. Se sentía cómodo, y era un ambiente nuevo, donde no tenían que ser "el amo y la mascota".

— ¿Dónde estamos? — Preguntó el pelirrojo con curiosidad, mientras recorrían un piso lleno de oficinas grandes de vidrio, donde se puede ver qué acontece a pesar de que no se puede escuchar desde afuera qué discuten aquellas personas corporativas.

— Es el departamento de marketing. — Explicó Frank.

Ahora el menor podía entender por qué en esas oficinas varias personas discutían gráficas complicadas.

— Aquí se selecciona el mercado meta de cada artista.

— ¿Qué es un "mercado meta"?

— El objetivo al que se le busca vender. Cada artista o banda tiene un mercado meta, que se define por el rango de edad, preferencias musicales, hábitos de compra, demografía... Etc., etc., etc., para eso se hacen muchos estudios de mercado.

— Y cuando se selecciona el mercado meta, ¿Crean estrategias para venderle a ese mercado?

— Sí, sólo que de esas estrategias se encarga el departamento de publicidad. Aquí se realizan investigaciones de mercado, se selecciona el mercado meta, los canales de distribución, la fijación de precios del producto...

The Perfect Pet ; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora