Catorce

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Era lunes. Estaba en la universidad y el día transcurría como cualquier otro... A excepción de una cosa: Sus amigos estaban actuando raro. Y no entendía por qué.

Todos lo saludaron y hablaron con él como siempre, pero se comportaban diferentes; sonreían demasiado, y lo hacían de forma pícara, y cualquier cosa la interpretaban con doble sentido. Si le preguntaban "¿Cómo estás hoy, Gee?" y él respondía "bien", ellos decían algo como "uy, imagino que sí", y se reían. También le preguntaban si había "algo nuevo que contar". Pero nadie le decía nada en concreto.

Hasta que, llegada la hora del almuerzo, mientras todos estaban reunidos en la cafetería, los chicos comenzaron a hablar sobre los sucesos del sábado, en el recital de Fall Out Boy.

Gerard participaba en la conversación con entusiasmo, o mejor dicho, con total inocencia.

— ¿Fue tanta gente como la primera vez? — Preguntó Frances.

— Seguro. Pero el espectáculo de este sábado no se compara al del anterior. — Dijo Tyler, riendo de la misma manera en la que todos han estado riendo desde el inicio del día.

— Yo me imagino... — Respondió ella, riendo de igual manera. — ¡Desearía haber estado allí!

— Yo igual. — Dijo Ray, riendo también. — Lo que ustedes vieron esa noche, no se ve todos los días.

— Eh... — Pronunció Gerard algo confundido. — Lo sé. — Dijo tratando de no mostrar que había perdido el hilo de la conversación porque no entendía nada. — Los chicos estuvieron increíbles; tocaron con mucha energía, creo que ha sido su mejor presentación hasta ahora, realmente lo pasé muy bien.

— Sí... Estoy segura de que te lo pasaste MUY bien... — Dijo Hayley, haciéndole cosquillas con la punta de los dedos en su zona débil: Las costillas. Gerard rió como acto reflejo; en realidad seguía confundido.

— Y me sorprende que opines que aquel fue el mejor recital de la banda... — Agregó Patrick con sorna, remojando una papa frita en salsa de tomate. — Considerando que... Te fuiste después de la segunda canción.

Entonces... Gerard entendió todo, y se encogió en su asiento, al sentir los nervios invadirlo.

— ¡Oh, vamos, Gee! — Exclamó Ray. — Estamos esperando que nos cuentes todo.

— ¡Sí! Y con detalles. — Agregó Patrick. — Necesitamos detalles.

— ¿Q-Qué? — Se aclaró la garganta debido a que la voz le salió más aguda de lo normal. — ¿De qué... Están hablando, chicos?

— ¡Oh, por Dios, Gerard Way! ¡Te vimos! — Exclamó Hayley. — Tú... En el bar... Meneando el culo en la entrepierna del señor Iero. — Los demás soltaron una gran carcajada, Gerard, por su parte, sintió todo su rostro arder; estaba seguro de que se había sonrojado hasta las orejas y así era, de sólo imaginarse a sus amigos viéndolo en "su momento".

— ¡Yo aún no les creo! — Dijo Ray entre risas. — ¡Es que no me lo imagino! Gee es como un cachorrito lindo, tierno, e inocente.

Y el sonrojo de Gerard aumentó: De todos los animales tiernos del mundo... ¡Tenía que compararlo específicamente con un cachorro!

— Son cosas que hay que ver para creer, mi estimado. — Bromeó Tyler.

— ¡No puede ser que me lo haya perdido! ¡Debí estar ahí! — Se lamentó Frances. — No conocía ese lado de ti, Gee...

— Literalmente, estaba perreándole al señor Iero. — Contaba Tyler. — Como en el video de Work, de Rihanna; así. — Se levantó e hizo la demostración, lo cual provocó más carcajadas de sus amigos.

The Perfect Pet ; FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora