━━O10

8.1K 723 266
                                    

━TEMBLOR━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TEMBLOR

• • •

Regresé junto a Merlín, era mejor estar aquí que en la taberna. No tenía ganas de nada solo quería que los pocos días pasaran para ir recordar mi vida pasada. Una gran parte de mí me dice a gritos que es la mejor opción pero la otra parte teme que me convierta en otra persona por lo que recuerde.

──Has estado callada desde que llegaste. ─la voz de Merlín me saco de mis pensamientos. ──Se puede saber, ¿qué fue lo que paso esta vez?

──Nada que te interese. De eso estoy segura. ─comenté indiferente mirando por una pequeña ventana.

──Aunque no lo digas estoy segura que tiene que ver con el capitán. ─no dije nada solo me quede en silencio ignorando sus palabras. ──Lo suponía.

Cerré mis ojos unos segundos tratando de relajarme pero no fue posible porque escuche voces acercándose. No tuve necesidad de abrir mis ojos para saber de quienes eran los dueños. Y como si no estuviera permanecí en silencio observando como Merlín encadenaba a Vivian en una mesa. De cierta forma sabia que ella era la acosadora, era la única obsesionada con estar con el pequeño Gil.

──Lady Scarlett, no sabia que usted se encontrara aquí. ─mire a el pelirrosa.

──Puedo estar en varias partes y probablemente nunca te darías cuenta. ─me acerque mirando a Vivian inconsciente. ──Y como mis sospechan eran ciertas. Tu aprendiz acosaba a uno de mis pequeños. ─mire de reojo a la pelinegra.

──Me disculpo por ello. ─mi vista fue a parar a su aprendiz que estaba por despertar.

──Gil... ─balbuceo mientras abría sus ojos lentamente.

──¿Te encuentras bien, Vivian? ─ante la pregunta de él, ella despertó por completo.

──¿Q-qué es esto? ─preguntó desconcertada al darse cuenta que estaba encadenada.

──Cadenas para sellar monstruos. ─le contestó Merlín.

──¡Maestra! ─se sorprendió de verla.

──Me impresiona que te dieras cuanta, Merlín. Al igual que tú, Scarlett. ─comentó el capitán.

──Bueno, después de todo, ella es de mis estudiantes. ─confesó la mujer a mi lado.

──Cuando se trata de uno de los tres, era más que inevitable darme cuanta de ello. ─el pequeño Gil se sonrojo un poco.

──Ahora, con respecto a como lidiaremos con... digo castigar a Vivian, dejaremos que Sir Gilthunder lo decida. ─aclaró el Pecado de la Gula.

──¿Qué yo decida? ─preguntó un poco asombrado.

──Estas en todo tu derecho pequeño. Después de todo tu sufriste en manos de esta humana. ─él me miro unos segundos.

𝐌𝐈 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐃𝐎; 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳𝘰𝘴𝘴𝘢/𝘮𝘢𝘦𝘭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora