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━EL LEÓN DEL ORGULLO━

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EL LEÓN DEL ORGULLO

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La noche pasó lentamente. No me despegue en ningún momento de su lado. Solté un pesado suspiro al ver sus lentes que Merlín le regalo estar en pedazos.

Ezio se había quedado dormido encima de la barra mientras que yo acariciaba los cabellos del pequeño hombre. Me preocupaba que el golpe que recibió fuera demasiado, todavía no despertaba por más que lo curara con mi agua.

Melascula y el idiota de Galand solo seguían bebiendo la cerveza como si nada hubiese pasado. Lo que me alegraba era que ya habia amaneciendo dejando ver los rayos de luz que el sol emitía al estar por llegar al medio dia.

──¡Ya pasó la mitad del día! ─dijo Melascula recargada en la barra mientras Galand seguí tomando más cerveza. ──Ni siquiera esta apunto de despertar. ¿Crees que ya este muerto? Además ya esta haciendo mucho calor, ¿no creen?

Yo solo seguí acariciando su cabello comenzando a sentir un gran bochorno. En mi caso era algo terrible porque el calor hacia evaporar el agua, era algo que odiaba pero de algún modo a otro ya estaba acostumbrada.

──¡Qué hacha de batalla tan encantadora! ─mire a Galand tomar a Rhitta o eso intentó ya que no logró sostenerla. ──¡Es muy pesada! ¿Qué es esto? ¡Diseño de esta hacha tiene una falla para ser de dos manos, el mango es muy corto!

Sentí en un segundos un par de brazos sostener mi cintura a la vez que sentía como me levantaba del suelo.

──Claro que lo es. ─escuche su voz. ──Porque es un hacha de una mano. ─con una mano le quito a Rhitta de las manos de Galand mientras que con la otra me tomaba de la cintura. ──Es el Tesoro Sagrado Rhitta. Un hacha de batalla adorada y bendita por el mismo Sol. Lleva el nombre de una doncella, un simple demonio que se revuelca no es digno de tocarla.

Sonreí al verlo y escucharlo después de tanto tiempo.

──Mi Lady, ¿se encuentra bien? ─cerré mis ojos unos segundos ante su preocupación.

──Estoy perfectamente, Escanor. ─me separe de él al ver como su ropa comenzaba a desgarrarse.

──Además, ustedes dos no solo son tontos. ─dijo mirando a los demonios. ──Carecen de suerte, quien diría que llegaron a esta remota taberna tan solo a morir. Y más cuando intentaste herir a Lady Scarlett.

Y como a mi me pasó cuando lo conocí, que quede encantada con su poder y me sentía protegida y amada en un sentido. El poder le pedía a gritos y le exigía a él, cuidarme y protegerme de todo. Por esa razón, Escanor se volvió unido a mi, y de cierta forma, yo de él.

𝐌𝐈 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐃𝐎; 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳𝘰𝘴𝘴𝘢/𝘮𝘢𝘦𝘭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora