━━O33

4.6K 491 223
                                    

━IMPOSIBLE, ¿VERDAD?━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

IMPOSIBLE, ¿VERDAD?

• • •

Después de nuestro momento "extraño" como todos los vieron y de una mirada llena de enojo por parte de Meliodas. Volvimos a donde nos quedamos.

Zeldris termino por decir que el poder del rey demonio son los diez mandamientos por completo, para ser el rey, Meliodas tiene que absorber los diez decretos por completo.

──Zeldris, Estarossa, los necesito a ustedes dos para recuperar todos los decretos. ─habló Meliodas. ──Al absorber todos los decretos, seré capaz de alcanzar el mismo nivel de poder que el rey demonio.

──Espera, ¿recuperar decretos? ─habló Estarossa abrazando mi cintura con su cabeza recargada en la mia, no me ha querido soltar en todo este tiempo y menos al ver como el rubio ha intentado quitarme de sus brazos. ──Hey Zel... ¿eso es posible?

Este murmuró algo alzando su mano para dejar ver tres decretos.

──El traidor Gowther, Gloxinia y Drole. Ya he recogido sus decretos.

──¿En serio? ¡Muéstrame! ─lo escondió antes de que Estarossa se acercara más conmigo aun abrazada. ──Oye. Interesante. Enséñame como hacerlo de una vez. ─Zel solo lo miraba de reojo medio sospechoso. ──¿Qué pasa con esa cara? Siempre es mejor con más personas, ¿verdad? ─mire de reojo a Estarossa, algo me decía que él iba hacer una estupidez.

Para cuando reaccione Zeldris me alejo de Estarossa mientras este movía sus manos mirando a el platinado.

──Hey, que estas... Zel, no me digas... mi decreto... ─este murmuró algo haciendo que el cuerpo de Estarossa brillara. ──¿Qué? ─después de eso yo lo seguía mirando normal. ──Eh, no pasó nada.

──Para recoger un decreto, se debe cumplir una de esas dos condiciones ya sea con el conocimiento de la persona afectada o si no puede luchar. ─aclaró mientras un guardia de agua detenía la sociedad de Meliodas para no llevarme con él.

──Deberías haberlo dicho antes. ─le dijo envolviendo sus brazos de nuevo en mi cintura alejándome más del rubio, sabia que mientras me tuviera él no me quitaría de sus brazos. ──Me tomaste por sorpresa.

──¿Acaso soy un oso de peluche ahora? ─pregunté mirándolo de reojo.

──Para mi si, mi reina. ─solté un suspiro sintiendo como depositaba un beso en mi mejilla. ──Y no quiero que mi hermano te quite de mis brazos. De ser posible no creo que te vuelva a recuperar, preciosa. ─solo cerré mis ojos al saber que era cierto.

𝐌𝐈 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐃𝐎; 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳𝘰𝘴𝘴𝘢/𝘮𝘢𝘦𝘭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora