━━ ❝ 𝐇𝐄 𝐎𝐂𝐔𝐋𝐓𝐀𝐃𝐎 𝐌𝐈 𝐓𝐑𝐈𝐒𝐓𝐄𝐙𝐀 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐒𝐈 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘢 𝘶𝘯 𝘱𝘦𝘤𝘢𝘥𝘰... ❞
𝐈. Es difícil vivir sin saber nada de tu pasado. Siendo desterrada de tu propio clan sin saber el motivo por el cual lo hicieron. 𝐈𝐈. Pero la vida...
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━POWER UP━
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──Meliodas... ¿realmente eres tú? ─preguntó la albina mirando a el mayor.
Sentí la mano de Mael afirmar su agarre en mi cintura.
──Sí que pasaron por mucho, ¿verdad, Elizabeth y ocho pecados capitales? Y también esa bestia rara. ─entre cerré mis ojos al escuchar sus palabras.
──¿Rara? ─preguntó Hawk a si mismo.
──Tú no eres Meliodas. ¿Quién eres? ─los demás pecados se pusieorn nerviosos ante las palabras de Elizabeth.
──¡¡Meliodas!! Mantuve mi palabra hasta el final... ¡es tu turno de cumplir tu promesa! ─habló Zeldris mientras se levantaba. ──¡Dime dónde esta Gelda!
──Oh, Zeldris... ¿tu corazón sigue latiendo por esa vampiro chupasangre? ─ahora estaba convencida de que era él.
──Ese tono... ¡no es realmente el capitán, ¿verdad?! ─preguntó Diane.
──¡¡El capitán nunca me habría llamado bestia rara!! ─expresó el cerdito.
──Tsk. Lo sabía. ─murmure mirando a el rubio.
──Y pensar que alguien tan monumental como él aparecería en el campo de batalla. ─habló Ludociel a un lado nuestro.
──¡¡No puede ser...!! ─expresó Zel.
──Con todo el respecto, mi rey. ─hablé alejándome de Mael. ──Pero... ─su mirada cayó en mi y como siempre lo hacia como su verdugo me arrodille. Había aprendido a la mala que siempre tenía que hacer eso. ──Me gustaría saber, ¿qué hace en el cuerpo de Meliodas? Usted había dicho que iba a convertir a su hijo en el rey demonio.
──Levanta tu cabeza, Scarlett. ─alce esta mirando sus ojos. ──Tu tan leal, ¿verdad? Tú madre si que te educo bien. ─mire a otro lado terminando por levantarme. ──Y respondiendo a tu pregunta, mi verdugo. ¿En serio creían que iba a permitir que ese traidor tomara el trono? Todo lo que quería era un cuerpo fresco, joven y poderoso. El que absorbiera los diez mandamientos se convertiría en el rey demonio. En otras palabras... ¡¡pasaría a ser mi nuevo recipiente para habitarlo!!
Y en un milisegundo los pecados se supieron alrededor suyo en guardia, listos para pelear.
──¡¡Deja el cuerpo de Meliodas en este instante!! ─exigió la princesa.
──¡Si eres realmente su padre, entonces, por lo menos has algo por tu propio hijo! ─las palabras de Hawk llamaron su atención.
──¿Por mi hijo? Ya veo. Es obligación del padre el cumplir el más preciado deseo de su hijo, ¿no es cierto, Scarlett?