Capítulo 09. Hermano mayor.

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Mackenzie's POV.

Después de que mi risa cesará un poco, me senté a un lado de Jon quitando bruscamente a la rubia pechugona que estaba a su lado izquierdo.

-¿Y que tal estuvo acostarse con una de 35?-digo moviendo mis cejas de arriba a abajo con una sonrisa divertida logrando que las rubias se rieran de él.

-¡Cállate Mackenzie!- dice él tapando su rostro con ambas manos.

-¡Oh vamos Jon! Es broma, deja de ser tan aburrido- hago una pausa para acostarme cómodamente en el sillón- ¿Entonces cuando y a que hora será la pelea?

-Sera mañana a las 20:00 horas, pero como siempre tendrás que llegar una hora antes para entrenar- menciona pasando su brazo por detrás de mi nuca y acercarme más a él.

Jon es el hermano mayor que siempre deseé tener. Me cuida y protege cada que estoy en problemas, él es la persona que me ah sacado de la estación de policías cada vez que me meto en problemas y sin pedir nada a cambio.

Nos conocimos en una de las tantas carreras ilegales en las que eh participado, tan pronto como cruce la meta, él se acercó a invitarme un trago en su bar por ser la campeona de la carrera con tan sólo 14 años de edad aunque pareciera de 20, hablamos y me invito a pelear en una bodega que él tenia logrando ser la primera boxeadora invicta del lugar y de ahí nos hicimos inseparables.

Por otro lado, "Reina" era una una boxeadora excepcional del lugar con tan solo una pelea perdida se convirtió en la mejor, bueno claro, hasta que llegue yo y le arrebate el triunfo con tan solo 14 años de edad, desde ese momento ella me odia.

Ella a inventado miles de rumores sobre mí pero nunca se atrevió a pelear conmigo. Quiero cerrarle la boca a esa víbora y dejarle en claro quien es la verdadera reina del lugar.

(...)

Después de hablar otro rato más con Jon, me despedí para ir a entrenar al gimnasio de don Pablo, ese señor es un amor de persona y tiene unos sabios consejos.

Esta sentado en recepción viendo unos papeles con el ceño fruncido pero al verme, una sonrisa sincera aparece en su rostro.

-Hola princesa

- Buenas tardes don Pablo, ¿Como esta usted hoy?

-Muy bien ahora que te dejas ver princesa, ¿A qué debo tu visita?

-Vengo a entrenar don Pablo al fin reina aceptó pelear contra mí- digo con una sonrisa divertida en el rostro.

-Hasta que esa víbora tiene agallas para perder- dice con la misma sonrisa- bueno hermosa, no te hago perder más tiempo, siéntete como en tú casa.

Después de la plática con don Pablo me dirijo hacía la sala de entrenamientos en donde al verme llegar, toda la sala se mantiene en silencio. Me paró frente un costal de box, me pongo las vendas y los guantes adecuados y golpeó constantemente el costal hasta descargar el dolor que llevo en mi corazón pero me detengo un momento cuando inconscientemente mi mente visualiza al chico de ojos azules y cabello castaño.

Chica mala. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora