Capítulo 22. ¡Yo no estoy loca!

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Mackenzie's POV.

No puedo creer lo que está pasando, ¡El nerd me está besando! ¡Y me está gustando!. Sus labios son gruesos y suaves, mientras que aliento se mezcla con el mío, tiene un sabor a menta con fresas que justo ahora lo declaró mi sabor favorito.

Nuestros labios se mueven a un ritmo suave como si temieramos que este fuera un sueño del que pronto despertaremos. Kaled comienza a separarse lentamente mientras que pega su frente con la mía y sus ojos se mantienen cerrados.

- Lamento si te hice sentir incómoda pero no me arrepiento de nada- dice abriendo de a poco sus ojos azules que tienen un brillo especial.

No habló, solo hago lo que mi corazón pide y lo vuelvo a besar, pero esta vez un poco más posesivo. Me siento a
orcadas sobre él mientras que me toma de la cintura, pasa su lengua sobre mí labio pidiendo permiso para entrar a mi boca a lo cual yo abro gustosa, estuvimos así, besandonos como si el mundo se fuera a terminar en ese momento, como si no hubiera otra cosa más que hacer que besarnos, como si no supiéramos que este será el comienzo de un sinfín de problemas. Estuvimos así por que lo necesitábamos.

- Quien diría que la salvaje me gustaría más de lo tendría idea- dice cuando terminamos nuestro apasionado beso.

- ¡Oh! ¡Vamos! Quien no se iba a enamorar de esta hermosura además de hermosa soy el ser más lindo del planeta- digo revoloteando mis pestañas inocentemente.

¡Ja! Por Dios, ¿Tú inocente? No me hagas reir.

Pero que maleducada y mentirosa eres Miriam, te va a crecer la nariz de pinocho por mentirosa.

Pregúntale si eres inocente al chavo que le metiste la cabeza al retrete por que se comió la última hamburguesa que quedaba en la cafetería.

¡Era mi hamburguesa! Tu sabes que con mis preciosas nadie se mete.

- Mackenzie, ¿Estas bien?

- Si, ¿Por que preguntas?- digo con una mueca de confusión.

- Tengo como cinco minutos hablandote y no contestas sólo haces muecas raras.

- Ah si, estaba peleando con Miriam, no te preocupes- digo haciendo un gesto de desinterés.

- ¿Quien es Miriam?

- Mi consciencia, daah

- ¡Aparte de salvaje, loca! Que gustos más raros tengo- dice con una cara de sorpresa en el rostro.

- ¡Ey! ¡Yo no estoy loca!- y me aviento sobre él golpeandolo por llamarme loca.

Chica mala. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora