Dieciocho

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Tessa
Cuando acabamos él se ducho y me dejo sola dentro del baño, ¿siempre seria así? Pero que pienso, tal vez no haya una próxima vez. Termine de ducharme sin mojar mucho mi cabello y Salí, él ya estaba completamente cambiado parecía como si no hubiera tenido dos rondas de sexo hace menos de 5 minutos.

Mire como tomo el teléfono mientras me miraba como me vestía — Dimitri, ven a mi oficina — termine de alistarme, mientras el terminaba de hablar, pronto por la puerta se asoma Dimitri no sin antes tocar un par de veces, él se sorprendió al verme todavía ahí, me sentía demasiado apenada— lleva a Tessa a la mansión — Michele paso una ligera mirada por mi cuerpo — Tessa espera a Dimitri afuera — yo asentí y Salí sin cerrar la puerta del todo, pude escuchar como discutían pero no alcanzaba a entender el ¿por qué?, me sobresalte cuando Dimitri sale un poco cabreado — vámonos — dijo solamente yo camine lentamente detrás de él, mi centro ardía, mis piernas aún estaban sensibles y no podía caminar rápido, el camino fue muy tenso y callado — ¿por qué llegamos a la farmacia? —me sorprendí la parada que hizo Dimitri el no contesto solamente se bajó dando un portazo.

Pero ¿qué pasaba con este hombre? Que le hice para que me estuviera tratando así, ¿se molestaría por lo de la cuenta financiera? No creo si a lo último de todo los dos reímos por lo sucedido. El no saber que le pasaba a Dimitri estaba comenzando a frustrarme y alterarme, mi mirada se enfocó en el cuándo se subió al auto.

—     Me puedes decir ¿qué te pasa? —quite mi cinturón de seguridad y me acomode en el asiento del auto para poder verlo fijamente— pensé que eras diferente ¿sabes? —sentí como algo cayó en mis piernas, lo que había dentro de la bolsa era el motivo del porque estábamos aquí, lentamente tome la bolsa entre mis manos y saque lo que había dentro, eran unas pastillas — ¿qué es esto? — estaba muy confundida.

—     Conmigo no vengas hacerte la piccola inocente, ¿sabes? te creí y por la única razón que te contrate fue porque pensé que serias la excepción a todas, pero no pudiste mantener tus piernas cerradas — sus palabras me dolían, y no sabía por qué, nadie jamás me había hablado así—  pensé que serias diferente— un silencio invadió el auto por un minuto —dio piccola tienes 22 años — sus manos tomaron el volante y lo golpeo — solo tomate eso, Michele me pidió que te lo comprara, no uso protección — después de decir eso se puso su cinturón y encendió el auto, ahora todo tenía sentido, Michele le pidió que me comprara una pastilla del día siguiente.

Mis lágrimas salían como mares de mis ojos, estaba triste y no sabía el por qué, yo me había metido en esto, él no me había obligado a nada y yo como una tonta caí en su provocación, pero ¿Por qué Dimitri se tomaba todo esto tan personal? El auto se estaciono fuera de la residencia, quite mi cinturón y abrí la puerta para salir del auto, sentía que me faltaba el aire, una mano impidió mi acción, me gire para mirarlo.

—     Necesito las llaves de tu auto para traerlo más tarde — asentí y saque las llaves de mi bolso para dárselas, una vez fuera del auto me gire para ver como desaparecía en la calle.

Fue una tarde demasiado cansada, los niños eran todo unos monstruitos y querían estar jugando y jugando, yo por otro lado me sentía mal, mi cuerpo dolía, sentía como si hubiera ido por primera vez al gimnasio y sin calentar, mientras los niños veían una película baje a tomarme a hacerme un té, puse el agua en la tetera y acomode una taza mediana con dos bolsitas de té, pasos se escuchaban a la entrada de la casa y unas voces discutir se hicieron presentes en la casa, me acerque un poco sin que nadie me viera para escuchar.

—     ¿Desde cuándo te molesta que me folle a alguien Dimitri? — decía un Michele algo molesto—  per amore di dio Michele quella ragazza ha 22 anni, a ti piace una donna matura — que demonios decía Dimitri, no podía entender su italiano, de pronto no escuche nada, ya habían entrado al despacho de Michele, volví a la cocina para terminar mi té y subir con los pequeños y terminar de ver esa película, que ya era tarde y tenían que dormir.

Mire mi reloj eran las 8:50 los pequeños ya se habían quedado dormidos, los acomode en sus camas y bese sus frentes sonreí eran muy hermosos, Marcus era igualito a su papa, su sonrisa, sus ojitos, eran hermosos. Salí sin hacer mucho ruido de la habitación, baje las escaleras, pensando en todo lo que había hecho.

¿Había valido la pena? No podía negar que me sentía demasiado atraída hacia Michele y su toque en mi piel aun podía sentirlo, él me estaba hundiendo, en un pozo donde sabía que iba a ser difícil salir. Tome las pastillas entre mis manos y leí todo lo que decía la caja, no estaba lista para ser mama, sinceramente no sé qué estaba pensando al dejarlo seguir sin protección, creo que ninguno de los dos presto atención en eso, unas manos acariciaron mi cintura me sobresalte, pero cuando sentí su perfume sabía que era Michele, estaba molesta con él por decirle a Dimitri, me gire en sus brazos para mirarlo — estoy molesta contigo — dije solamente el sonrió su sonrisa era hermosa, debería sonreír más seguido — tu ¿Por qué vas a estar enojada conmigo?, yo debería estar enojado contigo, no te has tomado la pastilla. — Miro la cajita que estaba sobre la barra— ¿Por qué le dijiste a Dimitri que hicimos el amor?, yo podía a ver comprado la pastilla. — lo mire ahora directamente a los ojos, el volvió a sonreír soltando una pequeña risita amarga, sus manos ahora estaban recargadas en la barra pero aún me tenía atrapada dentro de ellas. — principessa, deberías saber que .. yo no hago el amor.. piccola.. — Su pulgar acaricio mi labio— yo follo... y follo duro — su mirada era oscura y podía sentir su calor por todo mi cuerpo.

¿que piensan de Dimitri? ¿Por que reaccionara así?

Dimitri y Michele

Dimitri y Michele

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