MÁS QUE ESO

Veintinueve

Tessa

—Gracias por ayudarnos a traer todas nuestras cosas... creo que sin ustedes nos hubiera llevado años—reí... Koko había invitado a Dimitri y yo a Stephen, para que nos ayudaran con la mudanza, todo estaba listo y al fin este departamento era nuestro por varios meses.

—Tessa... ¿podemos hablar? —pregunto Dimitri yo asentí y camine junto con él a un lugar más privado.

—Perdón por lo de la otra noche... Michele tiene un temperamento algo extraño.

—No te preocupes Dimitri, creo que Michele y yo teníamos cosas de que hablar, a decir verdad quedamos igual... ahora quiero que tú me digas que te traes con koko ¿te gusta? —sonreí emocionada, la verdad me gustaba que mi mejor amiga encontrara a alguien y Dimitri era muy buena persona, así que me alegraba si los dos tenían algo.

—Me gusta —Dijo decidido mientras miraba a koko acomodar unas cosas en la cocina— su energía es única...

— ¡Oh por dios!—dije emocionada— koko es alguien muy importante para mi... no me gustaría que saliera lastimada.

—No te preocupes... vamos lento... aun nos estamos conociendo, no quiero apresurar nada. Y tu ¿Qué hay de ese chico?

—Suspire— Estoy haciendo todo lo que puedo... pero no siento conexión alguna... es muy lindo y caballero conmigo pero no se... no me siento lista para una relación.

—Si no te sientes preparada no veo la necesidad de forzar algo—solo asentí— los niños te extrañan mucho... tal vez algún día los puedo sacar de casa y traerlos a visitarte...

— ¡SI! Me encantaría, yo también los extraño mucho —hice un puchero, el rió... Terminamos de hablar y fuimos con los demás para ayudar acomodar, mi habitación ya estaba casi terminada.

Pronto se hizo de noche y ya estaba casi todo listo, los chicos se fueron poco después de cenar, estaba algo cansada me despedí de Koko y me fui a mi habitación no había tomado mi celular en toda la tarde... comencé a revisar mis mensajes nada nuevo se veía así que pronto lo deje en mi mesita de noche y me dispuse a dormir.

Michele.

Las caderas de Nicollet golpeaban contra mí cuerpo, la silueta de su espalda y su cabello rubio era todo lo que veía, no necesitaba más para poder follarla duro, sus gritos y nuestros cuerpos chocar era todo lo que se escuchaba en la habitación de hotel, por alguna extraña razón mi cuerpo no podía concentrarse en lo que hacía y no sentía nada de placer... Ella se estaba corriendo por tercera vez en la noche y yo sinceramente no podía correrme, no tenía ganas de seguir ni tampoco sabía que me estaba pasando... Salí de ella y camine hasta el baño tire el condón totalmente vacío en la basura y me metí a una ducha fría, Salí con mi camisa y pantalón de mi traje puesto y la mire recostada en la cama.

—Amor... ¿cuando vamos a formalizar lo nuestro?—Pregunto con su voz chillona.

— ¿Lo nuestro? —pregunte mientras abotonaba las mangas de mi camisa blanca.

—Sí, pienso que ahora que ya te divorciaste... podemos comenzar con lo nuestro... ¿no crees? —Sonrió.

—No estoy en busca de algo serio y lo sabes... si te estás haciendo ilusiones será mejor que no nos veamos más.

—No...No... Está bien, no presionare lo nuestro.

—Me tengo que ir... la habitación ya está pagada, por si te quieres quedar aquí —sin más Salí de la habitación.

**

Llegue a una de mis empresas al día siguiente, estaba molesto por el trabajo tan incompetente que estaban haciendo mis trabajadores, tome el teléfono y llame a Dimitri para que viniera a mi oficina