Tessa
Por la mañana desperté para ir a caminar un poco, esto lo hacía casi todas las mañanas desde que me vine a esta casa, los rayos de sol la brisa fresca newyorkina y la música en mis auriculares me relajaban, ahora más que nunca necesitaba relajarme, todo esto que estaba pasando con Michele me hacía sentir mal y realmente quería que acabara, odiaba que el todavía despertara algo en mí, es absurdo porque literal no lo conozco del todo, pero algo en él hace que mi corazón se acelere, mi respiración se corte y mis manos suden. Camine acerca de 30 minutos tenía que descargar toda la tensión, después volví a casa, fui, entrando a la cocina veo que la ayudante de limpieza Isabella ya estaba tomando café junto con María la cocinera.
—Hola buen día, ¿por qué despiertas tan temprano? Y en domingo —reí un poco—
—Buen día corazón, bueno alguien llamado jefe llego ayer y es muy estricto con los horarios del desayuno, de hecho ya despertó y está en el gimnasio, a lo que me recuerda que pidió una botella con agua ¿Podrías llevársela? —Pregunto maría mientras sacaba una botella del refrigerado, dios mío no quería ver a Michele, por lo menos no tan temprano—yo se la iba a llevar — era mi imaginación o Isabella ¿estaba enojada? — no ya te dije que no, Tessa se la llevara. —extendió su mano para darme la botella, no me quedaba de otra, tome la botella y Salí de la cocina.
A paso lento me acerco al gimnasio, la última vez que estuve ahí no me fue nada bien. Conforme me acercaba escuchaba más la música que tenía puesta, me paro en la puerta de cristal, que se encontraba cerrada, inhalo y exhalo lo suficiente, abro la puerta con mi mano derecha, mientras entraba despacio, pensé que lo encontraría ahí, pero no estaba ¿Dónde demonios esta?, camino dentro del gimnasio deslizo una puerta que no me había percatado que estaba ahí, el lugar no era tan grande, las luces estaban tenues y había lámparas de luz amarilla rodeando el lugar, del techo colgaban algunas cosas, unos aros, cuerdas y sacos de box, las paredes eran adornadas de por un tipo de barras para hacer ejercicios, la pared lateral era toda de espejo reflejando toda la sala donde no se veía rastro de Michele, en mi búsqueda encontré otra puerta era de vidrio pero tenía algo que la hacía ver borrosa, camino hasta la puerta, pongo mi mano sobre la agarradera y siento que esta es jalada hacia el enfrente acto que ocasiono que caiga de nalgas en el suelo.
— ¡Auch!
— Demonios... ¿Tessa?... ¿qué haces aquí?
—Te estaba buscando,.. María te manda —busque la botella por todas partes, se me había caído de las manos a causa de mi caída. — Esa botella de agua —la señale al otro extremo, su rostro era duro pero a la vez relajado aun no me podía acostumbrar a él, su mano tomo la mía para ayudarme a levantar gemí un poco a causa del dolor en mi cu*lo — es la segunda vez que me tiras —lo acuse mientras pasaba la palma de mi mano por la zona afectada, su miraba estaba intensamente clavada en mis acciones— seguro me saldrán moretones y se verán muy feos.
—Bájate el leggin— mi respiración se cortó al escucharlo decir eso, por un segundo creí estar escuchando mal y que mi subconsciente me estaba jugando una broma pesada, pero al escucharlo repetir su orden fue cuando me di cuenta que no estaba bromeando.
— ¿pa...para... Que? —Las palabras salían difícilmente de mis labios—
—No veré algo que no haya visto ya—sonrió de manera burlona, mientras se acercaba a uno de los estantes que tenía en la habitación y tomaba un frasco de algo, se acercó mirándome de arriba abajo, mientras tomaba asiento sobre una tipo banca que tenía ahí. Tomo mi cintura como si de una hoja de papel se tratara, abrió sus piernas y me puso en medio de ellas, yo aún estaba de costado y no entendía que estaba haciendo al sentir sus manos intentando bajar mi leggin mis sentidos se alarmaron, rápidamente intente moverme pero su otra mano en mi cintura lo impidió —¿Qué crees que haces?... ¡suéltame!...
—Puedes, estarte quieta... —Mi fuerza no era nada a comparación con la de él, su mano bajo un poco mi leggin y con esa misma mano tomo de lo que había dentro de ese frasco ¿en qué maldito momento lo abrió?, su mano se dirigió a mi cu*lo y con suaves movimientos comenzó a esparcir esa fría crema — Esta frió —proteste en un gemido, sus ojos se conectaron con los míos mientras su mano no dejaba de masajear la parte afectada, pronto sentí como la crema se volvía caliente— con esto se te relajara el musculo —su voz era ronca, eso solamente me recordaba aquella vez en su oficina, sus movimientos se volvían cada vez más suaves, mientras su otra mano seguía encerrada en la curva de mi cintura apretándola, mordí mi labio y volví a mirarlo pero él no había quitado sus ojos de mi rostro —no hagas eso Tessa.
— ¿Qué? —dije de manera inocente, sus ojos se volvieron negros y lentamente se puso de pie, sus manos seguían donde mismo pero ahora me giro para estar de frente a él mientras me pegaba a su cuerpo, mis ojos no podían dejar de verlo, su rostro era la sensualidad pura, esas mejillas levemente rojas a causa del ejercicio, su respiración agitada y la combinación de perfume con sudor me volvía loca, fue en cuestión de segundos cuando sentí sus labios sobre los míos, esos labios que dios besaban tan bien, su barba picaba en mis mejillas pero eso era algo que no me interesaba en estos momentos, me puse de puntitas para poder sentir mejor sus labios, sus besos eran tan apasionados que podría volverme adicta, la respiración comenzó a faltarnos, lentamente se separó de mi dejando una línea de besos por la comisura de mis labios y mi mejilla ¿Cómo era posible que con un beso me pusiera a temblar?.
—Eres adictiva Tessa —su frente se pegó contra la mía, su mano dejo de atender la zona afectada y subía lentamente por mi cintura.
—Esto no está bien...—trate de recuperar la cordura — tu... solamente me aras daño... yo he pasado por muchas cosas... no quiero esto...—dije sin mirarlo—
— ¿Estas segura de lo que dices?... tus labios, tu cuerpo y tus ojos dicen otra cosa —beso mis mejillas de nuevo.
—Si... estoy... segura—gire mi rostro para el otro lado de la habitación,
— veme a los ojos Tessa... y dímelo
Mi vista se enfocó en él, no me sentía preparada para decirlo y en el fondo sabía que no quería decirlo, me separe de él, acomode mi leggin y Salí de ahí, no quería verlo en este momento, mucho menos que el notara lo necesitada que estaba de él.
me encantan sus comentarios!! espero sus opiniones :D
se los confieso chicas que este capítulo me encanto!! Me encanta esa relación que tienen Miki y Tessa, de que si no, no si! Pero ninguno de los dos da su brazo a torcer!! Omg ¿quien creen que lo haga primero? ¡¡DÍGANME!!
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MÁS QUE ESO
RomanceSINOPSIS La vida de los dos es totalmente distinta, ella sumergida en sus malas decisiones y el en su mundo más oscuro que la noche. Ninguno de los dos estaba preparado para lo que venía, o ¿tal vez si?, como dicen, las cosas salen como menos te las...