Continuación P1

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Tessa.

Me di un baño y me maquille solo un poco, busque algo decente para bajar a cenar, aún estaba molesta con Koko, la ropa era demasiado bonita, pero aun así no era para nada lo que yo estaba acostumbrada a usar. Salí  intentando no perderme, el pasillo parecía no acabar, creo que oficialmente estaba perdida. Sentí bastante alivio ver a Feliccia salir por una puerta, me miro de arriba abajo haciéndome sentir incomoda.

—Justo quería verte—sonrió maliciosa—quería mostrarte tu lugar en la cena... vamos...

—Esta casa es gigante, yo... pensé que me había perdido—reí nerviosa.

—Oh no te preocupes, luego te acostumbras —bajamos las escaleras y pude ver todo totalmente alumbrado, la mesa estaba puesta de manera elegante.

—Mira... aquí comemos nosotros y tu...—sonreí— como empleada comerás con los demás en la cocina —sonrió mirándome, mi sonrisa automáticamente se borró... vaya forma de humillar a las personas, baje mi rostro, ellas eran igual a su hermano... todos eran arrogantes, se sentían superior a las demás personas por solo portar un apellido y millones en su cuenta. Sentí la presencia de alguien más en el comedor, Michele y los niños ya estaban tomando asiento para cenar.

—Tessa, vamos a cenar —dijo Bruno emocionado, yo lo mire tratando de darle una sonrisa, pero me sentía lo suficientemente humillada como para sonreír.

—Peque... no me siento bien, aún estoy mareada por el vuelo, será mejor que vaya a descansar —mis palabras lograron captar la atención de Michele quien me miraba interrogativo.

—Querida, ¿quieres que llame a un doctor? —pregunto Árabella mirándome preocupada.

—No... no se preocupe, estaré bien, solo necesito descansar. Buenas noches. —dije para salir de ahí. Por el camino unas cuantas lagrimas salieron de mis mejillas ¿Cómo pude tan siquiera pensar en que esto era una buena idea?, llegue a mi habitación y me recosté sobre la cama, mirando las diferentes texturas que tenía el techo, me levante para poner mi maleta en el vestidor, acomode la ropa que podría arrugarse y lo demás lo deje empacado, quite toda mi ropa quedando totalmente desnuda y me puse una bata de seda que había empacado Koko, debo admitir que era muy fresca, camine de vuelta a la cama y levante los edredones y me hundí en la cómoda cama.

**

Gire una y otra vez en la cama manteniendo mis ojos cerrados, sin poder conciliar el sueño, mi estómago rugía de hambre, no había comido nada en todo el día y moría de hambre... me levante de la cómoda cama y Salí de la habitación, tal vez corría con suerte y algo habría sobrado de la cena. Todo estaba demasiado oscuro por lo que decidí encender la lámpara de mi celular para tener una mejor visión del camino. Camine por un par de minutos, no podía creer que ya estuviera perdida, quede helada cuando vi una sombra acercándose a mí, era de las personas que creía en los fantasmas y en este momento estaba comenzando asustarme, la sombra se acercaba a mi así que decidí retroceder y comenzar a correr pero unos brazos fuertes me impidieron seguir caminando ¿llegaría mi hora de morir?, comencé a gritar como loca intentando zafarme de los brazos que me apretaban, una mano se puso en mi boca intentando callar mis gritos, mi único instinto fue morderlo para poder ser libre y correr.

—Tessa ¿Qué demonios te pasa? —escuche la voz de Michele quejándose por mi mordida, ¿era él?

—Michele ¿eres tú? —Suspire aliviada, me acerque y lo abrace, había sentido tanto miedo y ahora lo único que necesitaba era un abrazo— lo siento, pensé que eras un fantasma —dije separándome de él.

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