MÁS QUE ESO

Continuacion P3

Recargue mi cuerpo sobre la puerta, estaba agitada ya que tuve que correr por todo el pasillo para que nadie me viene solo con una sábana envuelta en mi cuerpo, camine hasta el baño cuando estuve un poco más calmada y me metí a la ducha, lave mis dientes, me maquille solo un poco y me cambie con un lindo outfit. Salí de mi habitación rumbo a la cocina, para ver lo que estaban preparando de desayuno, por suerte algunos entendían Ingles y fue más fácil para mi explicarles lo que quería, acomode todo muy lindo en una mesita para cama y camine con el hasta la habitación de los pequeños, me encontré a Michele, por unos minutos me quede viéndolo de pies a cabeza, el venia caminando con las manos en los bolsillos de su pantalón de lino color beige, esa polo blanca se pegaba a su musculoso cuerpo, mordí ligeramente mi labio, su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás, cuando estuvo lo suficientemente cerca pude oler su perfume... demonios ¿Por qué era tan perfecto?

— ¿lista? —me regalo una sonrisa, que me hizo sentir mis piernas temblar, solo asentí y entramos a la habitación, los pequeños aun dormían, Michele se sentó a su lado y comenzó a hablarle para que despertara, yo me acerque para poner el desayuno sobre la mesa de noche, sonreí cuando el pequeño se despertó feliz de ver a su padre, me acerque a él y bese sus mejillas mientras cantaba el feliz cumpleaños.

—Te traje tu desayuno favorito peque—dije sonriendo, él sonrió feliz mientras nos abrazaba a los dos al mismo tiempo y nos decía cuanto nos quería, era un momento muy lindo. Pronto Marcus también despertó y me acerque para besar sus mejillas a el también le había traído hot cakes. Mientras ellos desayunaban, Michele y yo hablábamos de algunas cosas con ellos, era agradable estar así, relajados y sin ninguna preocupación.

Después del desayuno los ayude a ducharse y cambiarse, Michele había salido de la habitación a contestar una llamada de la empresa, una vez listos bajamos para que los demás felicitaran a Bruno, mientras tanto fui por mi regalo a la habitación... les había comprado algo a los dos, ya que no quería que hubieran celos, cuando iba de nuevo a la sala principal me topé con Enzo, quien me regalo una sonrisa en cuanto me vio.

—Hola Tessa... ya no te vi ayer ¿todo bien? —pregunto.

—Si... yo solo me quede hasta tarde caminando por la playa—sonreí iba a seguir mi camino pero su voz hizo que me detuviera de nuevo—

—Unos amigos están aquí en Sperlonga y vamos a Salir esta tarde a una fiesta ¿quieres venir?

—Es cumpleaños de Bruno... no creo que sea lo más adecuado—conteste—

—Oh, mi hermana y mi cuñadito llevaran a los peques a la cabaña  ¿no lo sabias? —sentí como si el alma abandonara mi cuerpo ¿Qué acababa de decir?

—No—dije solamente

—Si—rio—Mataría por ver a mi hermana acampar... pero si, se irán en una hora —me sentí tan tonta, en ese momento.

—Lo pensare —trate de sonreír pero más bien hice una mueca. Camine de nuevo a la sala principal intentando actuar normal, le di a los niños sus regalos y ellos los abrieron emocionados, Michele estaba sentado en un sillón con su pierna sobre su muslo en forma de cuatro viendo a sus hijos, Irina estaba del otro extremo hablando con las hermanas de Michele.

—Hermanito, se cuidan eh no quiero más sobrinitos por el momento—rio Giulia, sabía que lo estaban haciendo a propósito, ella y Feliccia solo sabían soltar veneno, cuando estuve cansada de lo que hablaban me retire de ahí, camine por el jardín, necesitaba respirar me sentía asfixiada.

—Tessa...—escuche a mis espaldas, la voz de Michele, me gire para ver como a paso lento se acercaba a mí, yo decidí quedarme callada no planeaba hablar, porque sentía que podía decir una estupidez— Lo hago por los niños—yo solo asentí, tuve que tragarme todo mi enojo. Ellos tenían una historia que yo nunca podre cambiar.