♦Bomba de Amor♦ [Todobaku]

♦29. Nuestra soledad♦

|POV NARRADOR|

Aizawa había amarrado al villano a una piedra con sus cintas, y se acercó a Todoroki, quien seguía de rodillas, con la mirada perdida, como si estuviera muerto. Kaminari miraba el holograma de sus amigos, bastante serio, sin expresión alguna en su rostro. El adulto trato de reconfortar al bicolor, pero fue en vano, el mitad albino se puso a llorar en silencio, tragándose sus sollozos, y apretando los ojos para cezar el llanto, pero le era imposible. Una tras otra, las lágrimas fueron resbalando se por sus mejillas, y cayendo en sus manos. En ese momento nadie podía calmarlo, necesitaba a Bakugou a su lado, pero no podía por culpa de ese tipo. Podía verlo, más no podía tocarlo, podía escucharlo, más no podía hablarle. Era su peor pesadilla. Un temor que se hizo realidad. La persona que más ama, está perdida en un laberinto, sin poder salir de allí. Quería ayudarlo, con toda su alma, pero no había forma de hacerlo, ahora mismo lo único que podía hacer era mirar impotente, como el rubio y sus amigos caminaban sin parar, y sin llegar a ningún lado.
De pronto el holograma se dañó, y la imagen se congelo, Todoroki alzo su mirada rápidamente, al darse cuenta de que ya no podía ver a Bakugou. Aizawa se levantó y llegó hasta donde había dejado al hombre.

–¿Que paso? ¿Por qué ya no vemos nada?– En respuesta recibió una risa amarga y sádica.– ¿Que es tan gracioso?

–Nada, es solo que... Me gusta verlos sufrir, y más al chico de ahí.– Miro a Todoroki, pero Aizawa se puso frente a el.– Se nota que los quiere de vuelta, para mí no es suficiente como sufre de impotencia al verlos por un holograma, así que, ¿Que mejor que no vea nada?

–¡Devuelve la imagen ahora mismo!

–No-uh, ¿Enserio quieres quieres quitarme la diversión que estoy teniendo? Eso no es bueno.

–Callate, pon la imagen de nuevo, es una orden.

–Mmmm, no, tú no puedes darme órdenes, lo siento, tu de verdad que no tienes modales.

–Tsk, bien, no lo hagas.– Aizawa regreso con Todoroki y Kaminari, que estaban sentados en el suelo, los miro unos segundos para luego hablar.– Hay que sacarlos de ahí.

–No me diga.

–Tendré que regresar por Fat Gum y Ryukyu, ustedes dos quédense aquí.– Kaminari asintió, para luego Aizawa irse de vuelta al campamento. Todo se quedó callado entre los dos chicos, Kaminari podía notar las vibras negativas provenientes de Todoroki, era como si dejara salir una aura triste y de soledad, eso hizo sentir mal a Kaminari, sentía que tenía que calmar las cosas, hacerlo sentir mejor de algún modo.

–Em, si... Bueno... Se que te sientes triste y muy mal... Pero ve el lado bueno de todo esto... Sabemos que están bien, y hay una forma de traerlos de vuelta, ¿No crees?– Todoroki no dijo nada, ni siquiera lo miro, por un momento Kaminari pensó que no lo había escuchado, pero se retracto cuando vio una pequeña sonrisa en los labios del heterocromático. La chispa de esperanza en sus ojos brillo levemente. Dándole ánimos a Kaminari a seguir hablando.– Se que no soy la mejor persona para que te diga esto, pero estoy seguro de que Bakugou quiere volver contigo, y conociendo lo terco que es, va a encontrar si forma de volver.

–Hmm, lo se.– La voz de Todoroki se escuchó con más ánimos, al menos así lo percibió Kaminari.

.

–¡Maldito lugar estupido!

–Bakugou, cálmate si te estresas no avanzaremos nada.

–¡Cómo carajos quieres que me calme si este lugar es un maldito laberinto sin salida!

–Eso es imposible, todos los laberintos tienen una salida, es cuestión de paciencia encontrarla.

–¡Paciencia es lo último que necesito ahora!

–Mira, blasty, se que quieres volver con Todoroki, pero el no irá a ninguna parte, y lo mismo nos pasará a nosotros si no tenemos paciencia y nos calmamos.

–¡Al menos tu estás con Tamaki!

–Solo cálmate, ¿Esta bien?

–Tsk, como sea.– Los chicos siguieron caminando, mientras Bakugou pensaba en su querido Todoroki, la falta de su presencia le estaba afectando mucho, empezaba a sentir como su cuerpo se cansaba más de los normal, y como perdía su sentido de la realidad. Empezaba a imaginar cosas, de pronto veía a Todoroki cerca suyo, pero claro estaba que solo eran delirios suyos, causados por el ambiente del laberinto. Su voluntad por negar esas ilusiones poco a poco fue cediendo, hasta que por fin se dejó llevar por su imaginación y su deseo de ver el bicolor. Lo vio frente suyo, y trato de alcanzarlo, pero este desapareció, reapareciendo más lejos, a lo que Bakugou lo siguió, tal vez hacia mal en separarse del grupo, pero ya no podía más, tenía tantas ganas de tocarlo, gritarle como siempre, que eso el le hiciera sentir que era todo, quería eso y más. Corrió detrás de esa ilusión, llegó a un pequeño claro del bosque, pensó que había perdido la imagen del chico, pero estaba detrás de él. Bakugou lo miro serio, luego el falso Todoroki acarició una de las mejillas del rubio, que ladeó su cabeza, poso su mano sobre la contraria y la dirigió a sus labios, dejo un beso sobre la palma de esta, dejando llevar por el roce de sus manos. Bakugou tomo al contrario por los cachetes y lo acercó a su cara, sus labios se rozaron ligeramente, y en cuanto se tocaron la ilusión despareció, dejando a un Bakugou solo y deseoso de besar a su amante. El rubio se quedó ahí parado unos minutos con la mirada gacha, luego decidió sentarse en bajo un árbol cercano, recargo su cabeza en el tronco de este, y se dejó llevar por sus pensamientos.– Mitad-mitad... Todoroki... ¿Dónde estás, maldito?– Sintió un frío en su pecho, quería volver a ver el rostro delgado de ese chico, esa hermosa cicatriz en su ojo, quería que le dijera las cosas cursis que lo molestaban, pero que al mismo tiempo lo hacían sentir inmortal e invencible, que fuera meloso con el como siempre lo era, que lo abrazara cada cinco minutos, y que lo besara mientras estaba distraído, quería todo eso, lo quería a su lado, pero más que nada quería decirle que lo quería aunque fuese un idiota, y que no soportaría estar otra vez así.– Todoroki...– Cerro sus ojos cayendo en un profundo sueño.

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–Bakugou...

|Continuará.|