♦22. La verdad♦

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|POV NARRADOR|

Ninguno de los dos decía algo, estaban simplemente callados, oyendo las ramas d ellos árboles moverse por el viento, y la diversidad de animales, entre ellos aves y mamíferos. Aunque se sentían cómodos con ese silencio, querían decir lo que tenían guardado en sus corazones por tanto tiempo, y que apenas y se habían dado cuenta de eso, de no ser por el campamento y todo el tiempo que estuvieron juntos. Solos nunca hubieran descubierto el verdadero significado de su rivalidad, querían la atención del otro, en especial Bakugou, que se podría confundir con su arrogancia, pero no, la atención de Todoroki lo era todo para el. Ni siquiera el tonto Deku, o quien fuera, lo tenían tan obsesionado como Todoroki, le quiere mostrar todo lo que puede hacer, quiere ver lo que el puede hacer, quiere ser algo a lo que Todoroki tome atención, le muestre todo su ser, confiar en el, lo que fuera para saciar ese sentimiento tan escondido en su alma. Por mucho tiempo lo había confundido con odio, orgullo, hasta incluso egoísmo, pero resultó ser completamente opuesto eso. Resultó ser el sentimiento que odia, el que nunca creyó tener. Amor. Una maldición, pensaba el. Mientras que el otro pensaba que era un regalo, un milagro. Y el hecho de guardar ese sentimiento en sus corazones, los lastimaba, por eso querían deshacerse de ese dolor, querían sacar todo eso que tenían dentro. Todos esos sentimientos profundos y tiernos. Que ambos se creían incapaces de sentir. Pero que por acto de fuerzas inexplicables, sucedió. Cómo todo en la vida. Un misterio.

–Bakugou... Yo.. yo tengo que decirte algo...

–Tsk, ¿No puede esperar? Yo también tengo algo que decir.– Su orgullo le impedía ver esos ojos duales directamente, obligandolo a bajar su mirada, inesperadamente avergonzado.

–No puede esperar, es mi importante, lo siento.

–¿Que es eso tan "importante"?

–Yo... Y-yo...– El tono de su voz iba bajando conforme hablaba, no sabía las palabras que tenía que decir. Nunca sabía. Era malo para las palabras. Pero muy bueno para las acciones. Era un don, y al mismo tiempo una maldición. Ese mismo momento requería palabras, palabras muy importantes. Y no sabía que decir. Que suerte la suya.

–¿Tu...? ¿Tu qué?– La insistencia del rubio era demasiado obvia, lo que puso más nervioso al mitad albino. Mucha presión sobre el. Sim poder hacer nada. En una parálisis total. Se sentía un completo idiota. Todo el tiempo que tuvo para pensar. Y no pensó que decir.

–Tu... Yo... Me... Estoy...– Ahora balbuceaba, vagando dentro de su propia mente, tratando de encontrar algo que le fuera útil. Algún recuerdo. Algún sueño. Alguna ilusión. Lo que fuera. No importaba en realidad. Solo algo que lo salvará de esa vergüenza que estaba pasando.– Estoy... De ti... Demasiado...

–Mira, si no tienes nada que decir, lo haré yo.– Un simple movimiento de cabeza, esa fue su salvación, que bueno que lidiaba con el más impaciente de todos.– No se como explicarlo, es complicado, pero lo diré con mis propias palabras. Tu lado izquierdo es lo mejor que tienes, y yo quería que lo usarás en mi, algo que no hiciste, pero si en Deku, y eso me molestó mucho, luego peleaste junto a Deku contra Stain, y eso me molestó mucho más, confiando en qué todo lo que sentía era odio y molestia hacia ti, luego las licencias, que me sorprendió mucho que no lo lograrás, me sentí algo mal, que ni me di cuenta de eso, también en el campamento, pude ver tu mirada, me preocupe un poco, pensé que no te— los volvería a ver, y le enteré que ayudaste en mi rescate, que me alegro un poco, y no se por que, volví, y quería de alguna forma agradecerte, pero nunca pude hacerlo, lo que me molestó un poco, vi como en el campamento nuestros Dones eran tan similares, y compatibles, que me hizo pensar, que tal vez no debía pelear con tu lado izquierdo después de todo, si no pelear junto a el, por eso ahora decidí bajar la guardia contigo, y poder hacer equipo contigo, para que en el futuro pudiéramos actuar juntos, como equipo, pero siento que ya no es así. Siento que todos estos sentimientos de odio, en realidad no eran eso, exactamente... Lo que quiero decir es que siento algo diferente a odio y rivalidad, algo más... Extraño. No entiendo muy bien que es, o como se llama, y no quiero. Estoy bien sin saberlo. Cómo sea. Tal vez suene loco, pero de verdad quiero que confíes en mí, más d Eli qué piensas.

–Bakugou, es exactamente lo que siento yo, quiero poder ser el hombro donde puedas llorar... La mano que puedas sostener cuando te sientas asustado... El pecho que puedas abrazar cuando estás feliz... Quiero ser lo que las te importe en la vida...– No tenía que pensarlo mucho, solo dejarlo salir, esa era la clave.– Y yo se como se llama este sentimiento... Se llama...

–Por favor, no me lo digas, no aún, me hace sentir débil, no quiero conocer mi debilidad, o alguien más la conocería.

–Para que confíes en mí, tienes que saber todo sobre mi, y viceversa, debo decirte que mi debilidad es... Explosiva... Y demasiado fuerte... Probablemente es la debilidad de mucha más gente, pero no permitiré eso... Me pertenece, y no dejaré que nadie más lo toque...– Se fue acercando lento a Bakugou, que instintivamente dio pasos hacia atrás, tratando de evadir lo que fuera que intentaba el bicolor, para su lástima, topo con el tronco de un árbol, dejándolo acorralado, y cuando lo tuvo cara a cara, pudo aspirar toda su esencia, y respirar su mismo aliento, provocando que tragara saliva.– Esa debilidad me vuelve loco... Tiene rubíes incrustados... Y cenizas alborotadas... Y se llama... Bakugou... Bakugou Katsuki.– Sus labios se fueron acercando, lo que puso a Bakugou bastante tenso, de pronto sintió una toque cálido en su brazo, y casi al mismo tiempo un pequeño y corto contacto en sus labios. La calidad mano en su brazo, se fue calentando más y más, pero no tanto como para lastimarlo, simplemente provocando que jadeara, y separará un poco la union de su boca. Tenía una expresión relajada, pero sería. Mirando fijamente los ojos heterocromáticos frente a los suyos, sin mostrar señal alguna de intimidación. Lo único que hacían era mirarse en silencio, mientras que el lado izquierdo del bicolor aumentaba su temperatura, ligeramente, soltando un poco de vapor, haciendo el ambiente más caluroso, lo que hizo que el rubio empezara a sudar. Todoroki abrió si boca para hablar, pero fue callado por unos labios cálidos. Su expresión permaneció en el repentino acto, mientras que la del contrario parecía algo nerviosa, con los ojos cerrados muy fuertemente, y la nariz arrugada. Esta vez el acto duró más que el anterior. A los pocos segundos del contacto, el rubio comenzó a mover ligero su boca, esperando a que el mitad albino hiciera lo mismo que el. Y lo hizo, comenzó a mover su boca al compás del otro. Encajando perfectamente. Moviéndose al unísono. Cómo si todo estuviera planeado. La mano derecha de Todoroki viajo hasta la mandíbula del más bajo, tomándola suavemente, sin detener su movimiento. A los minutos de iniciar, tuvieron que terminar, pues necesitaban oxigeno, aunque fue un descanso corto, se sintieron como horas. Cuando se recuperaron, volvieron a lo mismo, ahora más apasionado, con mayor velocidad, y sincronía. Sus manos también reaccionaron, pues se posicionaron en diferentes zonas del cuerpo contrario, en el cuello, en el brazo, en la cara, en la cintura, sin detener el beso. Todoroki seguía aumentando la temperatura del lugar, dejando a los dos sudorosos y sonrojados. Se detenían por pocos segundos, para luego seguir con lo suyo, hasta que las cosas se calmaron, que uno decidió hablar.

–¿Que se supone que significa esto?

–No lo se.

–¿Te gustó?

–Sin duda

–¿Y por qué no lo hiciste antes?

–Porque estaba nervioso, no sabía si corresponderías o no, es fácil hacerte irritar.

–Tienes razón, posiblemente te hubiera volado los sesos, pero te tengo más paciencia.

–¿Ya quieres saber cómo se llama lo que sientes?

–Ya lo se...

–¿Como se llama?

–Te amo.

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|Continuará.|

♦Bomba de Amor♦ [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora