♦23. El deseo♦

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|POV NARRADOR|

Ninguno quería separarse de ese mágico contacto, sentían que debían estar así por oda la vida, pero los humanos necesitan oxígeno, y por eso hacían pequeñas pausas, y tomaban grandes bocanadas de aire, evitando así, morir de asfixia. Sus manos tanteaban con el cuerpo contrario, buscando el calor y sensación que tanto ansiaban, entonces, sus manos se encontraron, y se unieron entrelazando los dedos. Encajaban a la perfección. Estaban hechos el uno para el otro. Y la llama que estaba encendida dentro de ellos, duraría una eternidad encendida. De pronto, la pasión tomo el control de una mano traviesa, que se deslizó por dentro de la camisa, recorriendo desde la espalda baja, por toda la columna vertebral. Dándole un escalofrío a Todoroki por el tacto, emitiendo más vapor de frío y calor, todo al mismo tiempo. Pero el no se quedaba a tras, doblo su pierna izquierda, rozando con la entrepierna del rubio, provocando que se separará y le dirigiera una media sonrisa.

–¿Que tratas de hacer, mitad-mitad?

–Lo que tú haces, Bakugou.

–Nada me puede provocar tan fácilmente.

–Cuento con eso.– Tomo su muñeca mientras están desprevenido, y junto sus dos brazos sobre su cabeza, pegandolos al árbol en el que estaba recargado. Bakugou lo miro divertido, y un brillo lujurioso apareció en sus ojos, casi imperceptible al ojo humano. Para luego relamerse los labios, a lo que Todoroki trago en seco.

–Tu Don me dice que estás apunto de perderlo, ¿O me equivoco?

–Hmph, eres observador, Bakugou Katsuki.

–Claro que lo soy, si no, no me daría cuenta de que estás sonrojado por vergüenza.– Antes de que continuara, lo atrapó en un beso candente, donde Bakugou estuvo a nada de meter su lengua en la boca del otro, de no ser por qué un ruido los interrumpió. Pasos se acercaban, lo que hizo que se separaran rápidamente, poniéndose en posición de ataque.– ¡¿Quien anda ahí?!

–¿Bakugou? Veo que estás bien, y tú también Todoroki.

–¿Aizawa?

–Si, soy yo.

–¿Que hace aquí?

–Vi el humo, y supe que algo andaba mal, luego fui a buscar a Todoroki y no lo encontré, supuse que salió a buscarte, lo que me trajo aquí.

–No había necesidad de eso, el mitad-mitad ya me encontró, y estoy, estamos bien.

–Mi trabajo como asesor de la clase A es cuidar de mis alumnos, no puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo que dos de mis alumnos pueden estar en peligro.

–Gracias por preocuparse, profesor Aizawa, regresaremos al campamento ahora mismo.

–Hmm, sin duda lo harán.

.

Caminaron el mismo sendero que tomaron hasta el campamento, luego de que Aizawa los regañara severamente, los dejo regresar a su cabaña, donde se cambiaron de ropa, Todoroki en le baño y Bakugou en la habitación, y se quedaron frente a frente sin decir nada.

–¿Que haces ahí mirándome?

–Estoy esperando a que hagas algo.

–¡¿Que no vamos a continuar con lo de antes?!

–No haré nada que tú no quieras.

–¡Demonios si lo quiero, lo he querido por mucho tiempo! ¡No te contengas! Porque yo no lo haré.– Bakugou estiró su mano y jalo el brazo de Todoroki, para luego sentarlo en la cama, y sentarse en junto a el, rápidamente uniendo sus labios. No dejándole tiempo para reaccionar, correspondiendo el contacto. A los pocos minutos parecía como si el rubio se estuviera devorando a Todoroki. Su lengua bailaba rudamente dentro de la boca de Todoroki, quien torpemente trataba de seguirle el paso, pues no quería ser el tímido e inocente. Para cuando se separaron, un hilo de saliva los unía. Sus respiraciones resonaban por toda la habitación, donde también se podía sentir como el vapor caliente invadía por completo cada rincón del dormitorio, dando a entender que Todoroki había activado su lado izquierdo. Bakugou tomo del cuello de la camiseta al bicolor, y lo recostó bruscamente en la cama, quedando acostado sobre el. Tenia una mirada tan apasionada, que solo provocaba más al heterocromático, quien no cambiaba de su semblante neutral. Ambos eran nuevos en eso, pero pareciera como si sus cuerpos actuarán por cuenta propia, luciendo casi como expertos. Las manos de Bakugou viajaban por todo el torso del más alto, sintiendo cada músculo formado, y vertebra sobresaliente. Mientras que las manos de Todoroki jalaban de las dos piernas del rubio sobre el, dejándolo en una posición comprometedora. El mitad albino se reincorporó, medio sentándose en la cabecera de la cama, para después acercar más al rubio, que quedó sentado sobre el con una pierna a cada lado. Bakugou miro desde arriba al chico debajo suyo, tomándole de la cara uniendo sus frentes, para luego volver a besarlo, aunque no solo eso, si no que también comenzó a mover su cadera de adelante hacia atrás, rozando con la entrepierna del bicolor. Dejando salir jadeos entrecortados, y quejidos ahogados por la lengua de Bakugou. Cada vez iba aumentando la velocidad, lo que aumentaba la semi-ereccion de Todoroki. De pronto, todo movimiento se detuvo, y Bakugou se separó de el, levantándose de su lugar, para pararse al lado de la cama, a lo que Todoroki se sentó en la orilla de está, quedando a la altura del abdomen del rubio.

–¿Que sucede?

–¿Tu... Quieres hacer esto?

–Hare lo que tú quieras hacer.

–Si continuamos, ya no podré controlarme.

–Resistire hasta el infierno por ti.

–No me culpes si mis manos te queman.

–Nada de lo que hagas podrá lastimarme.– Todoroki acercó el cuerpo del rubio, abrazando su torso, recargando su cabeza en su abdomen bien formado. Bakugou acariciaba sus cabellos multicolor. Todoroki se levantó, y beso a Bakugou por sorpresa, para luego cargarlo por las piernas, y acostarlo en la cama, sin detener el beso en ningún momento. Se fue abriendo los botones de la camiseta, siendo ayudado por las manos torpes de Bakugou, quien estaba más concentrado en el beso que en cualquier otra cosa. Cuando por fin termino, el bicolor se quitó la prenda sin separarse de Bakugou ni un poco. Para luego proseguir con la playera de Bakugou, donde se tuvieron que separar, pero no por mucho, pues siguieron con el acto cuando ya no tuvo camisa. Todoroki lo siguió besando, bajo por la barbilla del rubio, continuo por el cuello, llegó a la clavícula, y se detuvo en el pecho del contrario, donde lamió lentamente la piel pálida del chico. Quién lo tomo del pelo y lo incito a bajar más. Beso el abdomen, pero siguió bajando, por culpa de Bakugou, llegando al pelvis, donde no se detuvo tampoco. Miro los ojos rubíes de Bakugou. Mientras besaba por debajo de su abdomen. Al mismo tiempo tomaba el pantalón junto con la ropa interior del chico, y los fue bajando lentamente. Dejando al descubierto su miembro casi erecto, solo faltaba un poco de atención, y tendría una erección completa. Fue dejando besos cortos por toda la protuberancia, hasta que llegó a la cabeza. Dónde jugó un poco con sus dedos, dejando más ansioso a Bakugou, quien lo tomo del cabello y lo acercó a su amigo. Todoroki lo miro, y el estaba extasiado. Con los ojos cerrados y la cabeza hacia arriba. Cuando sintió que el agarre del rubio lo dejo ir, tomo esa misma mano y la acercó a su propio miembro, esperando a que hiciera algo. Lo miro por varios minutos, en donde Bakugou estuvo jugando con su glande, tanteando el orificio uretral, bajo la mirada de Todoroki. ¿No sabes hacerlo?

–¿Acaso... Tu sabes?– Apenas podía hablar, jadeaba entre cada palabra. Todoroki sonrió ante el comentario del rubio, y se acercó más a su cara, susurrando le al oído.

–Dejame enseñarte, entonces.

.

|Continuará.|

♦Bomba de Amor♦ [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora