Daniell y su familia pasan por una situación económica un poco difícil. Sus empleos solo duraban dos o tres meses y era muy difícil para ella seguir estudiando y trabajar para ayudar a sus padres.
Sebastian siendo un gran empresario pasa por una si...
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Narra Daniell
Se levantó de la cama y yo apague la televisión, salimos al pasillo y él también iba saliendo de su habitación.
Salimos y fuimos a las tiendas que habían por la playa, no habían muchas cosas interesantes, vendían bañadores o sombreros y todo eso para un día en la playa.
— Hola Sebastian.
Los tres giramos a ver a la chica que habló, era de mi estatura más o menos, su cabello rojizo, sus ojos verdes y una linda figura.
— Jessica - él habló - hola... ¿Qué haces aquí?
— Derek quizo venir a la playa y pues aquí estoy...
— Bien... Lo siento - él habló - Daniell ella es una compañera del trabajo, Jessica ella es Daniell se encarga de cuidar a Eliza...
— Hola es un placer - dijo con una sonrisa un tanto hipócrita -
— Igualmente - respondí -
— Dani - Elí me estiró de la mano - mira ahí venden helados ¿podemos ir por uno?
— Sí - sonreí -
— Yo las alcanzó en unos momentos.
— Hasta luego Eliza - ella habló -
— Adiós - ella ni siquiera la miro -
Ambas nos giramos y caminamos hasta el puesto de helados.
— ¿De que sabor lo quieres?
— De fresa - sonrió - por favor.
Lo pedí y él señor amablemente lo preparó, lo iba a pagar pero la voz de Sebastian me lo impidio.
— Yo lo pago - habló y me miro - ¿Tú no vas a querer uno?
— No - negué - gracias.
— ¿De verdad?
— Sí - sonreí -
Pagó el helado y comenzamos a caminar de nuevo.
— No me gusta mucho el helado - hablé y lo mire -
— ¿En serio? - asentí - eres la primera persona que me lo dice.
— Sí - reí - una vez cuándo estaba pequeña comí demasiado helado y me enferme del estómago y desde entonces evitó comer helado.
— Vaya - comenzo a reír - bueno a mi no me gustan los malvaviscos porque me paso algo parecido - sonrió - y me di cuenta que soy alérgico a ellos.
— Para serte sincera a mi no me gustan para nada - sonreí -
— Tenemos algo en común - él me miro y me dio media sonrisa -
— Te iba a pedir algo - lo mire - ¿Crees que más noche pueda salir? Un amigo me invito a salir...
— Claro - habló y desvío su mirada - no necesitas pedirme permiso para eso.
