Te elegiría una y mil veces más

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Narra Daniell

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Narra Daniell

Me tomó de la mano y comenzamos a caminar a la salida de la casa, subimos al auto de inmediato y él comenzó a conducir en dirección a su casa o eso creó ya que no conocía muy bien este vecindario, él solo conducía.

Estacionó el auto en un lugar completamente solo, a nuestro alrededor solo había una extensa área de campos verdes, no habían casa, solo campo y una carretera.

— No puedo soportar - me miro y tomó mi mano - y tengo que regresar para una Junta.

— Te amo.

Me acerque y lo bese, él hizo su asiento para atrás y yo me pase sentandome en sus piernas, me ayudó a mover mi vestido, comenzó a besarme desesperadamente mientras con sus manos recorría todo mi cuerpo, me hizo quitarme la ropa interior.

Baje mis manos hasta su pantalón y comencé a desabrochar su cinturón, a primeras ya podía sentir su erección por debajo de la tela del pantalón. Se acercó de nuevo a mi y me dio un  beso en los labios. Entró lentamente en mi haciendo que los dos soltaramos un gemido de placer, sonreí después de que besara mis labios, comencé a moverme despacio mientras que el besaba mi cuello y con una de sus manos masajeaba uno de mis pechos.

— Sebastián - susurre mientras hechaba mi cabeza para atrás -

— Dime, princesa - dijo con su voz un poco entre cortada -

— No me dejes nunca - lo mire y él hizo que me detuviera - por favor.

— No lo haré nunca - tomó mi rostro entre sus manos - te lo prometo.

Quince minutos después estábamos de vuelta en la fiesta, bajamos del auto y él me detuvo solo para besarme y acomodar un poco mi cabello.

Eran las dos de la mañana cuando ya estábamos regresando, me dejó en mi casa. La mañana siguiente me desperte un poco tarde, baje para desayunar luego de cepillar mis dientes y mi cabello.

— Tienes un piquete de mosquito en el cuello - mi hermana sonrió -

— No me dejaron dormir - me encogi de hombros -

— ¿Cuándo lo vas a traer a casa? - mi mamá pregunto mientras servia la comida en los platos -

— ¿A quien?

— Pues a Sebastian - ella me miro -

— Ah... No se - la mire -

— ¿La niña lo sabe? - preguntó -

— No - respondí - hasta diciembre se lo diremos.

— Seré abuela - ella soltó una risa - nunca lo imagine... Bueno si pero creí que Alice tendría un bebé primero.

Mi mamá ya sabía de mi relación con Sebastian pero mi padre no.

Era noviembre, Eliza ya había salido de la escuela así que estaba de vacaciones.

The BabysitterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora