Daniell y su familia pasan por una situación económica un poco difícil. Sus empleos solo duraban dos o tres meses y era muy difícil para ella seguir estudiando y trabajar para ayudar a sus padres.
Sebastian siendo un gran empresario pasa por una si...
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Narra Daniell
Le conté sobre lo que la maestra me había dicho y sobre lo que Eliza había hecho en su dibujo. También le conté lo que pasó en la fiesta y que me quedé a dormir en casa de él. Después de unos minutos ella se fue a su trabajo y yo me quedé ahora si sola.
Al día siguiente desperté un poco más tarde ya que Eliza estaba de vacaciones y no había necesidad de ir tan temprano. Llegue a la casa después de media hora y entre, ya estaba haciendo un poco más de frío.
— Hola - salude a Sebastian -
— Hola Dani - se acercó y me dio un beso en la mejilla -
— ¿Y Eliza?
— Esta dormida - me miro - iré por ella.
— Sí quieres yo voy - lo mire -
— No, no - habló - yo lo hago.
Deje mis cosas en uno de los sofás y camine al comedor, Sebastian bajo junto con Eliza y ella sonrió al verme.
— Hola Dani - sonrió ella -
— Hola linda - sonreí -
Durante el desayuno casi no hablamos mucho, Eliza me contaba su sueños mientras que Sebastián estaba con su mirada metida en su teléfono.
Después de desayunar cargue a Eliza y camine junto con ella para despedir a Sebastian.
— Te veo más tarde - Sebastian miro a Eliza y le dio un beso -
— Adiós papá.
— Daniell hablamos más tarde - me miro -
— Sí, hasta luego.
Se acercó de nuevo y se despidió con un beso en la mejilla. Él se marchó y yo cerré la puerta de la casa, era viernes y hacia un poco de frío, lleve a Eliza a que cepillara sus dientes.
— ¿Qué quieres hacer hoy?
— Hmmm quiero ver películas.
— Bien - sonreí -
Durante la tarde estuvimos viendo películas, le hice chocolate caliente y después estuvimos jugando por un buen tiempo.
Mi teléfono comenzó a sonar y eran mensajes de Sebastian.
Sebastian;
— Daniell llegare un poco tarde hoy ¿Crees que puedas quedarte?
— Sí, no hay problema.
— Gracias.
Seguí jugando con Eliza hasta que se quedó dormida, era hora de su siesta.
