Daniell y su familia pasan por una situación económica un poco difícil. Sus empleos solo duraban dos o tres meses y era muy difícil para ella seguir estudiando y trabajar para ayudar a sus padres.
Sebastian siendo un gran empresario pasa por una si...
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Narra Daniell
Seguí viendo la televisión, no iba a discutir por algo como esto, solo quería saber su opinión sobre nosotros y sobre lo que yo estaba haciendo. Mi teléfono comenzo a vibrar, mire la pantalla y eran tres mensajes de Sebastian, una sonrisa apareció en mi rostro que nunca antes había sentido.
Sebastian; — Hola ¿cómo la estas pasando?
— Bien, muchas gracias.
— Me alegro, tengo algo que decirte.
— ¿Qué es?
— El sábado salimos a cenar tu y yo.
— ¿Este sábado?
— Así es.
— Bien...
— Eliza me dijo que no te gustaban los regalos.
— No es que no me gusten pero la mayoría de las personas que me los daban lo hacían por compromiso y no por amor, solo lo hacían para asistir a la fiesta.
— Ya entiendo.
— Te veo mañana.
— Cuídate Daniell.
— Igual tu y gracias.
Deje el teléfono sobre la mesa y seguí viendo la película. Al día siguiente fui a casa de Sebastian como de costumbre, entré y Eliza bajo corriendo.
— Feliz cumpleaños - me abrazo y yo la abrace -
— Gracias linda - sonreí -
— Feliz cumpleaños - Sebastian se acercó y me abrazo aún con Eliza en brazos -
— Gracias - respondí -
— Papá - habló Eliza - me estas aplastando.
— Perdón - se quitó Sebastian y sonrió al ver a Eliza -
Nos sentamos a desayunar y después de unos minutos él se tuvo que ir ya que le hablaron de la oficina. Eliza subió las escaleras y fue a su habitación, me acerque a Sebastian hasta la puerta.
— Te veo más tarde - él me miro -
— ¿Hablamos por mensaje?
— Si - se acercó y me dio un beso sobre mis labios - si necesitas algo me dices ¿de acuerdo?
— Si.
Vi como subía a su auto y comenzaba a conducir, cerré la puerta y vi a Eliza bajar las escaleras.
