La obra de Eliza

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Narra Sebastian

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Narra Sebastian

Después de unos minutos entre a la casa para buscar a mi hija y a Daniell por las habitaciones. Subí las escaleras y camine a la habitación de Eliza, antes de entrar se escuchaban sus voces. Me pare afuera y ambas estaban jugando con un juego de té que Eliza tenía.

— ¿Eliza? - hablé -

— Hola papá - ella sonrió - mira estamos jugando a la hora del té.

— Me parece perfecto.

Narra Daniell

Eran las dos y media y aún había demasiada gente en la fiesta, Eliza se había quedado dormida así que me encargue de ponerle su pijama y de acostarla a dormir.

Baje las escaleras y traía la bolsa con mi ropa y mi maquillaje.

— Daniell - habló Sebastian y por lo visto por el sonido de su voz parecía que estaba un poco ebrio -

— Creó que yo ya me voy.

— De ninguna manera - me miro - no dejaré que te vayas tu sola, es peligroso.

— Puedo pedir un taxi - lo mire - no te preocupes.

— No - respondió - de igual forma es peligroso... Quédate a dormir.

— No quiero molestar - hablé -

— No molestas - respondió - por favor quédate a dormir.

— Sebastian creó que deberías ir a dormir tu.

— Lo haré si tu lo haces.

— Me quedaré - hablé - pero si tu te despides de todos y vas a tu habitación.

— Esta bien... La habitación que esta a un lado de la de Eliza esta disponible ahí puedes dormir.

— Gracias.

Subí de nuevo las escaleras y antes de entrar a mi habitación entre a la de Eliza para ver como estaba. Ella aún seguía durmiendo así que cerré la puerta y camine a la mía, me pregunto cómo estará Anabelle con todo ese ruido o más bien ¿Dónde estará?

Entre a la habitación y cerré la puerta, entre al baño y me quité el vestido para ponerme mi otra ropa y desmaquillarme.

Al día siguiente desperté ya que sentí que alguien se subía a la cama, abrí los ojos un poco y era Eliza quien sonreía y me abrazo para después acostarse a mi lado.

— Buenos días - ella sonrió -

— Buenos días - respondí -

— ¿Por qué no me dijiste que te quedarias a dormir? Hubiéramos hecho una pijamada.

— Lo siento, tu papá me obligó a quedarme a dormir - sonreí - y aparte tu te dormiste rápido.

— La próxima vez me quedaré despierta.

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