Habían pasado dos meses desde que Armitage se habida ido de su lado, se comenzaba a preocupar por la duración de su viaje, por unos momentos en las noches pensaba que quizás estaba muerto, como no tenía a nadie a quien preguntarle podía revolver sus pensamientos y volver a ordenarlos sola, aún tenía muchas cosas que aprender para verlo, sentirlo con la fuerza, pensaba que lo que había sucedido hace un tiempo había sido solo casualidad.
En la cena de esa noche solo sus padres hablaban mientras ella pedía a gritos que terminara luego para ir a su habitación, quería estar sola, sentía como su corazón se rompía por primera vez mientras que los reyes solo hablaban de como buscar una salida a la primera orden, estaba cansada de hablar de políticas inservibles, se estaba muriendo y nadie lo estaba notando.
-Tendré una reunión con el general Hux ahora – decía Elion mientras sacudía su servilleta de paño y la ponía sobre la mesa.
-Sabes a quien no he visto? – Juno le hablaba a su esposo.
-¿A quién? – Elion le prestaba atención.
-A su hijo.
-Debe estar en una misión o que se yo, son muy raros ellos –
Acalía levantó la mirada del puré blanco de papas albinas, mirando a su padre.
-Te puedo acompañar? – le decía suplicante.
-No Acalía, sabes que no me gusta que te metas con ellos.
-Pero padre, míralo así, en algún momento tendré que aprender la diplomacia, si no me dejas asistir a tus reuniones con personas como ellos, jamás sabré como lidiar con temas así – le decía mientras ordenaba los cubiertos en la mesa.
-Tiene razón querido – Juno le decía a su esposo.
Elion se levantó de la mesa agradeciendo la comida, caminando hacia la puerta del comedor.
-Está bien – Acalía se levantó rápidamente – pero en silencio.
La princesa se levantó entusiasmada, Armitage generalmente asistía a esas reuniones, y pensaba que quizás pudo haber llegado y no había tenido tiempo entre sus deberes para verla.
Cuando ambos entraron a la habitación, se encontraron sentado en la gran mesa a Brendol Hux, las personas de siempre pero no Armitage, el rey se sentó en su silla mientras que la princesa se quedó atrás de él viendo a todos.
Brendol le hizo una seña a la princesa, ella confundida, lo saludo con la misma seña, porqué tanta confianza con el padre de Armitage?, se supone que él no sabía nada, se supone...
-Veo que viene acompañado alteza – puso un holograma en el medio de la mesa de reuniones – Buenas noches, señorita Acalía.
-Princesa – Acalía le corrigió sus palabras con seriedad.
-Princesa – suspiro – bueno, como ven esas son las raciones que serán distribuidas por región.
-Me parece perfecto – Elion miraba la distribución.
Acalía miraba unos desfaces en esa lista, y tenía muchas ganas de interrumpir, pero ya había sido muy impertinente al corregir al general, no quería causarle más problemas a su padre, pero como Armitage alguna vez le dijo, ella jamás hacia lo correcto.
-Está mal – Acalía se desplazó hacia un lado.
-Acalía – Elion miró a su hija con una mirada inquisidora, pidiéndole con sus ojos silencio.
-Padre, aquí se ve claramente, no están bien distribuidos, mientras que el norte está en escasez, el este donde... - pensó un momento – se encuentra la arena de entrenamiento de la primera orden, tiene sobre recursos desde hace 3 meses.
Brendol rio entre dientes, la princesa lo estaba increpando, frente a su padre.
-Nosotros distribuimos los recursos princesa – reía burlón mientras anotaba un par de cosas en un papel.
-Eso no era parte del trato General – la princesa fijo su mirada en Hux.
-Así que la princesa... leyó el tratado.
-Solo por encima, pero son claras las cláusulas General – Acalía estaba a punto de sacar su sable y rebanar a Hux por su mala educación.
-Acalía basta – Elion con una voz grave regaño a su hija levantándose de la mesa – espero general que esto se solucione a más tardar mañana, gracias por su asistencia – levantó su mano pidiendo la salida de las personas dentro de la sala.
Brendol entendió la seña, levantándose en conjunto de sus acompañantes se dirigió a la salida molesto, esto no se iba a quedar así.
-Princesa – Acalía lo miró – Armitage le manda saludos – cerró la puerta ante su salida.
...
-Que estás haciendo? – Rae veía a Armitage.
-Nada –
Rae le quitó lo que tenía en las manos a Armitage, era un comunicador, trataba de contactarse con Tafnedara.
-No seas imbécil, si haces contacto al tiempo la base de la primera orden se dará cuenta de tu llamado, y por consiguiente Hux – se guardaba el comunicador en su bolsillo.
Hux se levantaba y se ponía su nuevo atuendo, después de un poco de nepotismo y tiempo dentro de la supremacy ganaba su primera insignia dentro de la primera orden, claramente dada por su padre en una jugada de egocentrismo.
-Felicidades coronel – Rae le ponía un regalo sobre su cama.
Armitage serio miraba el extraño y antiguo artefacto.
-Que es esto? – lo tomo para verlo más de cerca.
-Es una tecnología antigua del imperio, con comandos secretos y un poco de suerte, podrás contactarte con ella – le levantó el dedo índice en modo de amenaza – te diré como usarlo solo si sigues rindiendo Armitage, esto no es un juguete, ni esto es un juego de adolescentes, ella es una princesa y tú un coronel en la primera orden, concéntrate, has hecho bien las cosas, sigue haciéndolas bien, no trates de jugarme sucio Hux, porque si me traicionas, yo misma te mataré.
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Coróin di Caliopé(Armitage Hux)
Fanfiction¿Qué es más importante para tí? La corona o el amor? ¿Qué es más importante para tí? El poder o nuestro amor?