Ceangail bhriste

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La mañana siguiente llegaba y se demostraba con la luz que filtraba la ventana y llegaba al rostro pálido de Armitage, este se despertaba y al parpadear varias veces se daba cuenta que estaba durmiendo solo en la gran cama, levantaba la mirada buscándola por la habitación, pero aún así estaba desaparecida por esta.

Se levantaba rápidamente sin querer ver la hora, sin duda estaría en graves problemas por quedarse más tiempo del que estaba permitido, tomaba su ropa y vistiéndose en unos cuantos movimientos salía al patio de atrás casi corriendo, viendo como mucha gente salía de la residencia destinada a la primera orden.

Confundido se dirigía a uno de los soldados que estaban ahí, llamándolo con una mano.

-Que está sucediendo? – Armitage se paraba frente a él mejorando su postura.

-No lo sabe general? De la central pidieron todos los refuerzos para la base Starkiller, el este también se está mudando.

Hux al darse cuenta de lo que sucedía corría hacia el despacho entrando y dándose cuenta que Acalía le daba la espalda mientras apagaba una transmisión, se quedó parado estático detrás de ella mirándola con horror en su rostro mientras mantenía su cabello despeinado.

Acalía sollozaba despacio, se daba cuenta de los reales planes de la base Starkiller, sintió como llegó al despacho mientras ella veía la transmisión de un solo lado.

La reina se daba la vuelta y lo miraba apenada y repugnada con el actuar de su esposo, en su interior sabía que desde pequeña, que él sería capaz de algo así, pero quería mentirse por amarlo tan profundamente, se acercaba a él sintiendo asco y así con toda la furia de su alma lo abofeteaba dejando una marca rojiza en su rostro.

-Fue tu idea – cambiaba su repugnancia por ira – me das asco, no te convertiste en tu padre, porque siempre lo fuiste.

-Te puedo explicar... - le decía sin mirarla.

-Y me alegro por la perfecta actuación de niño bueno, te la creí completamente.

-Vente conmigo, corres peligro sabiéndolo.

-Qué!? – le preguntaba perpleja – tú crees que me iré contigo luego de saber que quieres hacer con ese planeta!? ¿Crees que dejaré este planeta a la gente que confía en mí, por tí!? – le elevaba la voz.

-Mi amor... - cerraba los ojos.

-Tan valiente general queriendo destruir la república – se daba vuelta mientras llevaba la mano a su frente aún asimilando lo que había visto – Sabes que yo no soy fan de la república, pero jamás pensé que matarías tanta gente inocente por traer nuevamente al imperio – dejaba su pose anterior para mirarlo de frente – ¿Piensas que si impones el imperio serás emperador Armitage!?

-Tengo mis propios planes Acalía, por lo mismo debes venir conmigo.

-NO! – le gritaba – jamás serás emperador porque eres un cobarde, porque luego de que el decrepito de Snoke muera, sabes quien va a tomar su lugar!? Te ahorro la respuesta... mi amor... Cuando Snoke muera, vendrá kylo ren y te lo aseguro porque jamás tendrás la fuerza para derrotarlo, porque nunca la has tenido.

Armitage tomaba con fuerza la muñeca de Acalía acercándola a él con furia, su ego había sido totalmente dañado por la Reina, la ira que tenía en su ser no controlaba su cuerpo hasta el punto de hacerle daño a la única persona que amaba en su vida.

-Vendrás conmigo, porque eres mi esposa – le decía entre dientes.

Acalía sin responderle comenzaba a apretar su tráquea quitándole la respiración y haciendo que soltara su muñeca y cayera al piso tratando de recuperar el aliento que estaba siendo robado por su esposa, al verlo en la línea fina de la muerte lo soltaba regalándole el perdón y este volvía respirar, pero en ese momento ella prendía su sable de luz impartiendo temor en el hombre que estaba ahí.

-Tienes tanta suerte de que te amo – apagaba el sable de luz guardándolo – pero ahora que has decidido ser más valiente que amarme, toma todas tus mierdas y ve a decirle a Snoke que el tratado está roto y que para este atardecer no quiero ver a nadie de la primera orden en este planeta, si hay alguien de tu maldita primera orden, lo matare – se agachaba para verlo a los ojos que volvían a sentir la vida por sus pulmones – no quiero que vuelvas a pisar el planeta de Tafnedara, porque no quiero volver a verte Armitage.

Acalía salía de la residencia aguantando todas las ganas que tenía dentro de ella de morir, sentía como su corazón roto por el ego del amor de su vida, ya no tenía razones por las cuales seguir viviendo, sentía como por primera vez, el amor le mostraba la peor faceta de la vida.

...

Armitage entraba a la sala donde se encontraba el líder supremo, y ahí se acercaba caminando temeroso hasta llegar a él e inclinarse al estar cerca.

-No acató mis ordenes general – carraspeaba por la edad – pero tampoco acató las ordenes de su padre y mírelo ahora...

-Líder supremo, Tafnedara y la realeza cortó las relaciones con la primera orden.

Snoke lo miraba enfurecido frunciendo el ceño a más no poder por lo que escuchaba.

-Por qué!? – le gritaba haciendo tiritar a Armitage

-Creen que es peligroso para ellos estar ligado a nuestra causa, líder supremo – le decía sin mirarlo.

-General, su gestión en la base de Tafnedara a sido infructuosa para la primera orden, le pido por favor que se dirija a la base Starkiller, es momento de hacer valer su cargo y todo lo que hizo para obtenerlo.

Armitage sin despedirse se daba la vuelta y se daba cuenta que Kylo ren entraba por la puerta pasando por al lado de él sin cruzar miradas.

Kylo ren, bajo la mascara se acercaba a su maestro, con un paso rápido y constante y inclinaba ante él.

-Maestro, necesita de mi? – levantaba la mirada.

-La reina de Tafnedara a decidido romper las relaciones con la primera orden, deseo mandar al general Hux para poder negociar, es un buen diplomático y no es bueno que sepa tanto y que este necesariamente...enojada.

-No creo que el general Hux sea buen negociador, porque la reina Acalía de Tafnedara no está molesta con la primera orden, está molesta con él... porque es su esposo.

-Que interesante saber sobre ello aprendiz y viéndolo de esa manera, es buena idea que adelantes la tarea que te había impuesto - se tomaba un tiempo -negocia con la reina, el general puede ser un punto débil en ella y tráela ante mí, veremos que tan poderosa es.

Coróin di Caliopé(Armitage Hux)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora