Coróin di Caliopé(Armitage Hux)

Bréaga, fírinní

-Ve, y tráela aquí...Snoke le daba una orden al maestro de los caballeros de ren.

Kylo ren levantaba su rodilla del suelo levantándose mostrando su gran altura y devoción a su maestro, y antes de darse media vuelta asentía con la cabeza, sintiendo dentro de él toda la fuerza de la reina de Tafnedara.

Caminaba rápidamente hacia la salida, donde lo esperaban los caballeros de ren, esta pandilla usuaria de la fuerza del lado oscuro que seguían sus pasos a donde iban, daban pasos largos sin detenerse.

Armitage veía como Kylo caminaba hacia su habitación, entro en pánico caminando rápidamente hacia él gritándole.

-Qué haces ren!?

-Abre tu puerta, o la abriré yo – Kylo ren lo amenazaba prendiendo su sable de luz.

-¡No puedes hacer eso, estás loco! – le decía nervioso y enojado mientras se ponía frente a la puerta.

-No me haga moverlo general, se lo estoy pidiendo por las buenas – le respondía a sus nulas intenciones de dejarlo pasar.

-Vete ren.

El maestro de los caballeros de ren abría la puerta con la fuerza y empujaba a Armitage hacia un lado entrando de todos modos a su habitación, dándose cuenta de que no había nadie en ella, pero aún sentía esa gran atracción a la usuaria de la fuerza.

-A quien trajo aquí general? – miraba la habitación desde adentro.

-A nadie, no sé de qué habla.

-Entonces porque está nervioso? – desvió su mirada hacia su cama.

Kylo con la cabeza en la misma posición miraba detrás de la mascara a Armitage al darse cuenta del objeto tan extraño que tenía sobre esta, lo tomaba con sus manos y sentía la fuerza en esa corona negra adornada con diamantes.

-Una corona? – Kylo se dirigía a Armitage con el objeto en las manos.

-Que tiene? – le sonreía tratando de disimular.

-A quien le pertenece esta corona general? – la miraba de frente – porque usted no es parte de la realeza, que yo sepa y yo lo sabría.

-Debería estar menos interesado en los objetos ajenos – miraba la corona – podría desenfocarlo.

-Le importa si me la llevo? – Kylo ren le mostraba la corona.

-Llévesela, no me importa.

Kylo ren pasaba por al lado de Armitage rodeándolo, llevándose la corona de su esposa, dejando a Armitage maldiciendo en su interior por la poca sensatez que tenía Acalía al venir a meterse a un lugar tan peligroso como ese, donde se daba caza a los Jedis y todos lo que no estuvieran de acuerdo con la primera orden.

Cuando se cerro la puerta, este comenzó a buscarla por los rincones de la habitación, aunque no hubiera muchos rincones en esta, se dirigía al baño y sin poder encontrarla salía de la habitación deseándose suerte a si mismo de encontrarla antes de que Ren lo hiciera.

...

Acalia se tomaba el vestido para poder caminar un poco más rápido, desde que había sentido esa fuerte sensación del lado oscuro persiguiéndola solo corría buscando poder escapar de ahí, manipulaba un par de strormtrooper para poder pasar hasta el hangar y tomar cualquier nave que la llevara devuelta a su planeta, aunque no supiera pilotarla debería tener más que suerte para poder llegar hasta él.

Entre el apuro había dejado su corona sobre la cama de Armitage, y le rogaba a la luna que él cuidara de ella, por ser un símbolo que le habría dejado su madre, había sido tan estúpida de haber cometido tal error de haberse metido en el seno de lo que era el lado oscuro de la galaxia.