Súile éadroma, anam dorcha

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-Nos iremos a las islas del sur para el funeral del duque Samay – Elion le decía a su hija mientras comían la cena.

-A que hora nos iremos padre? – terminaba de comer poniendo los cubiertos sobre la mesa.

-Tú no irás Acalía, es peligroso – Decía mirándola fijamente.

-Debería ir padre, era mi prometido.

-No sabemos dónde está el Jedi.

-Yo sabía que no debías dejar entrar a los imperiales al planeta Elion – Juno le hablaba enojada a su esposo.

-No conversemos esto frente a Acalia por favor, Juno- se acariciaba la cien.

-Elion, estábamos bien siendo indetectables para la república, es claro que la muerte de Samay es una declaración de guerra por estar afianzados con la primera orden, no es una casualidad.

-Padre quien se quedará a cargo del castillo? – Acalía trataba de calmar los ánimos de la situación.

-Solo serán tres días Acalía, no es necesario.

-Padre algún día seré reina de Tafnedara, la corona de Caliopé será mía y tengo que ya tener experiencia, además...- reía – sí no fueran por mí, jamás se hubieran dado cuenta de que era lo había matado a Samay.

Juno miró a Elion negando con la cabeza, mientras que este la miraba con ternura.

--Está bien, pero si hay algún problema tienes que llamarnos al comunicador, y no puedes dejar de ir a tus clases y menos faltar a tu cita con el sacerdote.

Acalía llena de felicidad se levantó agradeciendo a sus padres y a los cocineros por la comida.

Corrió hasta el lago, se le estaba haciendo tarde para su cita diaria con Armitage.

Al llegar a aquella pérgola llena de rosas negras estaba él apoyado a una de los pilares de esta, se le veía triste y decaído.

-Pensé que no llegarías jamás – la tomaba de la mano.

-Mis padres viajaran a las islas del sur – decía mientras mojaba sus pálidos labios.

-Irás con ellos?

-No, pero si quería ir.

-Porque?

-Estoy cansada de estar encerrada.

-Eres especial, tienes que entenderlo.

-Eso no significa que tenga que ser cuidada con tanto recelo.

Armitage sonreía mientras acariciaba su cabello a luz de la luna mientras ella se quejaba del cuidado de sus padres.

-Volviste muy cambiado – lo miraba con los oscuros ojos.

-Cambiado como?

-Estás raro, jamás pensé que matarías a mi prometido.

-Enserio quieres hablar de eso?

-No te salvarás de esta conversación Armitage.

El comunicador de Armitage sonaba, era el código de su padre, lo más probable era que lo estuviese buscando, sentía miedo de su padre, pero no era un secreto para ambos.

-Creo que si puedo salvarme.

Acalía y el joven se devolvían al castillo, escondidos está vez fue diferente, si había alguien viéndolos de lejos como se escabullían entre las estructuras de mármol para no ser vistos.

Armitage cuando llegó al despacho de su padre este golpeo fuertemente la mesa haciendo que el chico temblara un poco del miedo, los traumas infantiles que le había propinado su padre lo tenían con una realidad bastante disociada, un resentimiento en su interior tan grande y solo podía ser gentil con una persona.

-Que hacías en los campos exteriores Armitage!? – Brendol le gritaba a su hijo.

-Solo daba un paseo – decía con los ojos medio llorosos y mirando hacía abajo.

-Sí? ¿Con la princesa? – se acercaba su cara.

Armitage solo se quedaba en silencio mirando a su padre aceptando su culpa.

Brendol se sobaba la cien pensando que todo se iría a la mierda por el comportamiento de su hijo bastardo.

-Crees que he trabajado 17 año para imponer nuevamente el imperio para que tus malas decisiones me arruinen los planes? Ya me has arruinado bastante la vida con tu nacimiento como para que ahora seas un malcriado -Brendol estuvo a punto de golpear a Armitage, pero vio como Rae entraba a la habitación.

Rae al darse cuenta de lo que estaba sucediendo quito a Armitage de su lado con un jalón.

-Ni se te ocurra Hux! – le apuntaba con un dedo amenazadora.

-Armitage, la próxima semana te vas con Rae a la supremacy a entrenar con los soldados de Rax, no volverás a ver a la princesa.

-General...- Armitage quiso protestar.

-No Armitage, tengo bastantes problemas con la corona para que tú te involucres con la princesa, es una decisión tomada.

Coróin di Caliopé(Armitage Hux)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora