Coróin di Caliopé(Armitage Hux)

Ríchíosa an ionramhála

Las fiestas estaban prohibidas por la siguiente semana por la cual la actual reina recibía la bendición de la Luna, mirando como atardecía en su planeta pensaba en todas las cosas que había visto y el miedo que había sentido, si su padre supiera todo lo que sintió en la coronación jamás le habría dado el reinado, se quitaba cansada los guantes eternos dejando ver su anillo negro de matrimonio, ese anillo que ya la había delatado y sentía temor que podría hacerlo nuevamente.

La noche extrañamente cálida la incitaba a caminar por los jardines traseros queriendo tener suerte de ver a su esposo, no se había dado cuenta si su nave había llegado y así sin comer nada a la hora de la cena bajaba hasta el jardín casi corriendo, ya estando ahí veía como las luces se encendían para iluminar todo el lugar, se sentaba en un banco esperando ver la luna subir por las montañas, aún manteniendo su corona que tenía del mismo día respiraba hondo y al momento de abrir los ojos nuevamente veía como Cardinal se le acercaba lentamente a ella con una cara extraña.

-Reina Acalía – le hacía una reverencia al estar frente a ella.

Acalía solo lo saludo con una reverencia con su cabeza, no tenía muchas ganas de hablar.

-Espero que su coronación haya sido un éxito – Cardinal le volvía a hablar a la joven que poco preocupada por él miraba hacia un lado.

-Muchas gracias... - titubeo un momento – lo siento, no recuerdo su nombre.

-Cardinal, Cardinal Archex – soltó con un suspiro al verla como pestañeaba su belleza – ¿puedo acompañarla un momento?

Acalía al verse en una situación un poco incomoda se sorprendía y abría sus ojos asombrada, la cortesía y su supuesta soltería la acorralaban en la pared y aceptaba con un gesto dejándolo sentarse junto a ella.

-Como estuvo la ceremonia fúnebre del General Hux? – Acalía trataba de no mirarlo mucho.

-Muy conmovedora, si bien siempre hemos estado junto al General Armitage – Acalía se daba cuenta que ya lo habían nombrado – El general Brendol siempre había sido muy gentil con nosotros.

-Que son en concreto ustedes?

-Somos los soldados de Rax, reclutados desde niños para ser tropas de asalto en la primera orden.

-Claro, aunque eso es un poco cruel, no?

-Usted debe estar acostumbrada, desde niña ha tenido el destino y la responsabilidad que tiene hoy.

-Sí, pero jamás me alejaron de mis padres para defender un ideal extraño.

-Solo queremos orden.

-La orden se da de forma diferente, no infundiendo miedo Cardinal, eso es inhumano.

-Así siempre lo ha hecho el general Hux, la manipulación psicológica siempre le ha funcionado.

Acalía estaba atónita por las cosas que estaba escuchando de Armitage, si fuera real estaría muy perpleja y decepcionada del actuar de su esposo, ya que siempre se mostraba diferente ante ella.

Armitage caminaba junto a Phasma diciéndole un par de instrucciones de como funcionarían las cosas ahora que él era la mayor autoridad en ese lugar.

-General, mire hacia allá – Phasma se quedaba estática apuntando rápidamente a la reina.

Armitage se giraba y veía a su esposa conversando con Archex, si bien él había dado el pase para que eso sucediera al negar su relación con la mujer, no quitaba que estuviese enojado por lo que veía y asi con la furia le pedía a Phasma llamar a Archex por el comunicador y mandarlo de vuelta a la base starkiller que estaba en proceso de construcción.